En este post vamos a contarte algunos platos típicos del Camino de Santiago y te vamos a proponer nuestra particular ruta gastronómica.
Nos ponemos la servilleta sobre las piernas y miramos con expectación al mesonero, pues tiene la intención de recitarnos la poesía que lleva dentro su carta de elaboraciones caseras.
Acabo de ver en Instagram un jugoso caldo gallego rebautizado sin pudor alguno como cocido de la comarca de turno.
Así que me he propuesto que al menos el plato santo y seña del Camino de Santiago en la Galicia más rural, sea reconocido por viajeros y peregrinos vengan de donde vengan.
Aún mas.
El caldo gallego sólo es una estrella brillante (y humeante), dentro de un océano de galaxias culinarias que representa la gastronomía del Camino.
Dicho lo anterior, me resta para hoy un pequeño intento por descubrir los diferentes manjares que nos rodean cuando caminamos como peregrinos hambrientos.
Un secreto a voces entre los peregrinos
Tengo un secreto que confesarte. Además se encuentra muy directamente ligado al tema que nos ocupa hoy: comer para disfrutar y poder seguir caminando.
Por más kilómetros que me exprimo en el Camino, y más energías gasto en recorrer etapas, no pierdo ni un solo gramo de masa corporal.
¿Cuál es tu camino? Al contrario gano. Y no todo es músculo, que también.
Te adelanto que me es siempre imposible rechazar los placeres gastronómicos de la tierra, y menos con el exceso de hambre acumulada que genera el ejercicio extra de andar y llevar tu mochila a cuestas.
¡Peregrin@! Si persigues el Camino como un mero ejercicio para ajustar tu peso de cara al veranito, con la gastronomía has topado.
La tentación por el buen comer siempre está ahí, y te aseguro que es más terca que una mula vieja. Pecar en el Camino es un lujo, así que puestos a hacerlo, vamos a escoger lo mejor de lo mejor.
Arroz con rape y vieiras
La Ruta Jacobea recorre toda España, te lleva de pueblo en pueblo, pasando por ciudades y aldeas que además de sus menús diarios te ofrecerán el Menú del Peregrino con los productos típicos de la zona en la que te encuentres y normalmente a un precio módico.
Recetas del Camino de Santiago. Menú del peregrino diseñado por Woman To Santiago
Mi idea para este post es hacer una carta mágica, a modo de menú del peregrino con platos elaborados en diferentes localizaciones del Camino.
Todos saboreados por peregrinos y también por quien os escribe. Ricos en energía para seguir caminando.
Fabada asturiana
Os daremos a elegir entre tres primeros, tres segundos, tres postres, pan y copa de vino, que precisamente con “pan y vino se anda el Camino”.
Vamos con los primeros.
Para comenzar a paladear nuestra exquisita carta, te ofrecemos tres primeros:
Caldo gallego
Un caldo gallego para esos momentos de frío y lluvia.
Este plato resucita a los muertos. Un típico platillo de cuchara con productos de primera del huerto gallego.
Caldo gallego
Os dejo la pócima con los ingredientes para los más detallistas.
Cachelos, una pizca de unto, alubias secas, tropezones de carne y verdura, habitualmente, berza, nabizas o grelos dependiendo de la temporada.
Grelos con cachelos que se utlizan también para el cocido gallego
Marmita de bonito
Otro guiso genial para estos días de frío es una marmita de bonito típica de Cantabria. Mi gran favorito, un clásico de la cuchara cuando necesito calor, proteínas y el hambre aprieta.
¿Y qué se echa a esta marmita? Seguro que ya lo habréis adivinado, bonito limpito de espinas. Aderezado todo en la cazuela con patatas, cebolla, tomate, pimiento, pimienta, hojita de laurel y sal.
Marmita de bonito
Pastel de cabracho
El pastel de cabracho completa nuestro primer terceto de platos como primeros. Se suele acompañar con salsa rosa o mayonesa.
El cabracho es un pescado también conocido como tiñosu en Asturias, donde esta tapa no falta en casi ninguna de sus sidrerías y tascas.
De segundo hoy tenemos…
Churrasco y pimientos de Padrón
Marchando una de churrasco con patatas fritas y pimientos del padrón. ¿Habéis entrado alguna vez en una churrasquería en Galicia?
Churrasco de ternera gallega
Allí encontraréis unas buenas parrillas calentadas con leña de roble, listas para brasear largos costillares de ternera rubia gallega o cerdo, al gusto del consumidor.
Bocartes
Seguimos ahora con pescado como alternativa a la carne. Os presentamos un plato de bocartes del Cantábrico. Si te gusta el pescado azul, no dejes pasar esta ocasión
Estos boquerones o anchoas, abiertos rebozados y frititos son una de mis debilidades cuando paso por las bellas costas de Cantabria.
Bocartes o anchoas del Cantábrico
Cachopo asturiano
Y hora vamos con el plato fuerte, contundente diría yo. Ni más ni menos que un inmenso cachopo asturiano. Se sabe cuando se empieza a hincarle el diente, pero nunca cuando se va a acabar.
Para saber qué es un cachopo hay que cortarlo por la mitad y observar sus diferentes capas. Un rebozado de dos filetones de ternera rellenos de queso y jamón, todo de la tierra.
Aquí el tamaño sí que importa, y aunque existe una versión infantil, los cachopines, no dudes en retar a tu cuerpo con el hermano mayor.
Para los postres os ofrecemos.
Tarta de santiago
¡Tarta de Santiago! Como no podía ser de otra manera. Posiblemente el dulce más típico de la cocina gallega.
Se trata de una tarta de almendras cuyos orígenes de remontan al siglo XVI. Hoy en día alberga en su cara superior la silueta de una cruz de Santiago.
Sobais pasiegos
También tenemos unos sobaos pasiegos. Bizcocho de repostaría emblemático de los Valles Pasiegos cántabros.
El sobao resulta de sobar la masa del remanente de pan junto con la sutileza para incluir en ese resto la untuosidad de la mantequilla, los huevos, la miel o azúcar.
Frixuelos o filloas
Por último os presentamos los frixuelos, así los llaman en Asturias, son muy parecidos a las conocidas en Galicia como filloas.
Filloas gallegas con miel
Un postre típico para las fechas de carnaval o como dicen en Galicia, del Entroido. Apuesto por la versión más dulce aderezada por huevos, leche, azúcar, harina y alguna crema pastelera de relleno.
Frixuelos
Para los más cafeteros, podéis acompañar todos estos postres con un delicioso café de lo más peregrino
La base alimenticia del Camino de Santiago
Por encima de todas estas exquisiteces, como plato comodín que posee mil y una variantes dependiendo de la comarca que estés atravesando en cada momento, la gran, única y sublime tortilla de patatas.
La salvadora de peregrinos en las condiciones más dramáticas de bolsillo, hambre y cansancio. ¿A quién no le gusta un buen pincho tortilla española casi a cualquier hora del día?
Yo aún recuerdo desayunar un buen pincho en Melide a eso de las diez de la mañana. Me salvó la vida, llovía a cántaros y resultó ser una de las mejores paradas que he hecho como peregrino.
¿Más bueno que el pan?
En el pueblo de Cea en pleno Camino Sanabrés esa pregunta no tiene respuesta alguna. Simplemente no existe nada más rico que el pan de Cea.
El olor proveniente de sus hornos le precede. Sabor intenso a trigo, de textura mullida, consistente y fibrosa.
Conoce todas nuestras opciones para hacer el Camino De esos hornos también salen unas empanadas que puedes adquirir para completar el tramo de bosques que te queda hasta el monasterio de Oseira, y allí hacer un picnic épico.
Me declaro fan total del pan, soy una de esas peregrinas que llegan al Camino de Santiago con un pan bajo el brazo
Horno con pan de Cea
Un brindis para acabar este post
Hablemos de caldos, de esos vinos que nos alegran el paso sobre el Camino.
Tenemos que recordarte que la calabaza, uno de los iconos que mejor representan la figura atemporal del peregrino, no contenía agua sino vino.
El Camino atraviesa incontables regiones vinícolas que requerirían un post ciclópeo aparte, sólo para intentar detallar las más importantes.
Imperdonable sería no citar La Rioja que atraviesa el Camino Francés o los vinos de Valdeorras del Camino de Invierno, sin olvidarnos de los mencías citados en nuestro último post.
Vamos a quedarnos con un albariño del Salnés y combinarlo con el marisco que más sabor tiene a mar, un buen plato de berberechos al vapor.
¿Se puede pedir más?
¡Claro! Sólo tienes que ponerte las botas, salir al Camino y comértelo con tanta avidez como gratitud.
¡Buen provecho peregrinos!