Tal ejercicio de reducción se me antoja complicado, por no decir utópico. Sería muy sencillo rendirse ante la rica experiencia del Camino de Santiago de la que disfrutamos hoy en día muchos de nosotros.
Por lo tanto me centraré en un exclusivo club de frases sobre nuestro viejo conocido Camino de Santiago, en definitiva, citas, chascarrillos, dichos o refranes que de alguna manera se han convertido en parte de esta aventura.
Quizá alguno piense que me voy a poner a desgranar El Peregrino de Compostela, la conocida novela escrita por Paulo Coelho, para construir un amplio glosario de frases forjadas para la épica espiritual.
Nada más lejos de mi intención que inundarte con recetas para alimentar tu espíritu viajero, o de superación personal; ésas que valen tanto para un roto como para un descosido, que diría mi el refranero popular.
Voy a empezar mi ilustre lista de frases por el comienzo, y nunca mejor escrito:
El camino comienza en la puerta de tu casa.
Así se iniciaba la ruta en los albores del primitivo Camino de Santiago; Ya que en la Edad Media el peregrino partía desde su casa andando, pero sobre todo tenía que retornar de la misma manera, si sobrevivía claro con algo de suerte.
Existe una variante –muy de mi gusto– que propongo a menudo para animar a los iniciados a realizar su propio camino:
El camino comienza en el mismo instante en que decides hacerlo.
Frases históricas del Camino
Probablemente la cita histórica más célebre del Camino de Santiago fue la atribuida a Johann Wolfgang von Goethe (1749 – 1832):Europa nació de la peregrinación.
Quizá te suene más esta otra variante apócrifa, muy extendida también entre peregrinos:
Europa se hizo peregrinando a Compostela.
Ésta última se puede traducir como el embrión de la convivencia entre todos los europeos.
Otro gran pensador europeo que además es considerado como un gran andarín fue Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 – 1900):
Sólo tienen valor los pensamientos que nos vienen mientras andamos.
El arte de andar nada tiene que ver con su parte de paseo o deporte; la soledad sobre ciertos parajes del Camino de Santiago es condición para imaginar y crear. Kant o Rousseau sabían muy bien compaginar sus paseos con sus creaciones.
Por eso siempre insistiré: saltarse esas etapas del Camino Francés por la Tierra de Campos de Castilla es un monumental error.
Por muy monótono que me parezca el paisaje, por escasas que sean sombras que apenas cubren el sol estival, o por muy largos que me parezcan los tramos entre poblaciones, siempre encontraré eco en las palabras de Nietzsche.
Otro clásico y gran defensor del caminar fue Hipócrates de Cos (460 a.C – 370 a.C); comenzó a estudiar medicina cuando aún no se había inventado esta ciencia:
Caminar es la mejor medicina para el hombre.
Una de mis lecturas preferidas en mi época como estudiante fue sin duda La Celestina de Fernando de Rojas. Precisamente este personaje, que da título a esta tragicomedia, cita al Camino no menos de un par de veces:
Pan y vino anda camino, que no modo garrido.
Los peregrinos tienen muchas posadas y pocas amistades.
Te aconsejo que no te quedes sólo en estas dos citas y leas esta “tragedia” en su totalidad, pues trae al menos tantas buenas enseñanzas que el mismísimo Camino de Santiago. ¡Casi nada!
Frases para peregrinos
Comienzo con una de mis frases favoritas del Camino de Santiago; nunca fue más necesaria ni estuvo más vigente que hoy en día:El peregrino acepta, no exige.
También la podemos encontrar escrita como:
El peregrino agradece, el turista exige.
El turista exige lujos, el peregrino agradece la hospitalidad.
La cita siguiente es de las que más uso en mis crónicas, sobre todo cuando intento transmitir la incontable riqueza del Camino de Santiago:
Cada camino pertenece a cada peregrino, y por ello el Camino es muy diferente para cada peregrino
También están las frases que ahondan en el destino o el meta del Camino de Santiago:
El Camino de Santiago es un camino hacia el interior de uno mismo.
Llegar a Compostela no es el final, sino el término de una jornada que da comienzo a otro Camino.
Muchos comienzan como turistas y acaban como peregrinos.
Pero seguramente los que más se agarran al alma peregrina, con los que más disfruto en las animadas tertulias de albergue, son los que yo entiendo como chascarrillos peregrinos:
El hábito no hace al monje ni tampoco al peregrino.
La dureza del Camino es directamente proporcional a las ampollas de los pies.
Zurrón de peregrino, muchas veces vacío.
Camino de Santiago: tanto anda el cojo como el sano.
El buen vino resucita al peregrino.
De nada sirve ver las señales si no sabes leerlas.
Entre los numerosos libros de viajes y peregrinación que nacieron de la España del Renacimiento, existe uno poco o nada conocido, que sin embargo goza de una originalidad y actualidad muy especial. Se trata de la obra de Bartholomé de Villalba y Estaña: El pelegrino curioso y grandezas de España. Dentro de él hay una párrafo que me gustaría compartir en esta entrada:
Escucharemos como mudos, notaremos como discretos, escribiremos como sabios, atalayaremos como espías. Preguntaremos como necios, entrarnos hemos en las iglesias como forasteros, que no saben los asientos de nadie. Recogeremos como mendigos lo que viéremos; de los unos reiremos, de los otros nos advertiremos y de los otros aprenderemos. Veremos usos, notaremos costumbres, escucharemos patrañas de los caminos.
El refranero jacobeo
Un milenio de historia da para ensalzar y maldecir mil veces aplicando sólo chascarrillos del Camino de Santiago, según te fuera la fiesta en cada instante de la cosa ésta de peregrinar.Hablo de la sabiduría popular inherente al viajero, palabras que transmitieron una forma de entender esta popular ruta, y por tanto la vida misma.
Algunas son aplicables al Camino pero también a otras muchas facetas de la vida, porque Qué es el Camino sino una alegoría de la propia vida.
El Camino es como la vida, te enseña muchas cosas, pero de forma concentrada
Empezamos con un dicho que nos recuerda lo fatigoso que resulta a veces hacer el Camino. Empresa para la que hay que contar con unos recursos y conocimientos mínimos. No son muchos, porque no lo olvides, el peregrino debería viajar ligero de equipaje, por su esencia misma pero también y sobre todo por su salud.
Con pan y vino se anda el camino
A veces nos entregamos sin pensar a la aventura del Camino, enardecidos tras haber visto la película The Way o quizá tras una lectura en diagonal de Coelho. Y claro, luego nos pasa lo que no esperamos más alguna sorpresita extra.
Existen también otros sinónimos igual de ocurrentes:
Suelas y vino andan camino
Con pan, vino y queso, no hay camino tieso
Camino de Roma, ni mula coja ni bolsa rota
Esta frase que os dejo a continuación, es muy apropiada para lograr el equilibrio entre esfuerzo y tiempo, dos elementos inherentes a todo peregrino.
A Camino largo, paso corto
Aunque también tiene esta versión tan interesante:
Paso a paso se va lejos
Un refrán que delata al Camino
Si tuviera que someterme ante una frase para definir la esencia del Camino de Santiago, probablemente elegiría ésta que os señalo a continuación:Desdichas y caminos hacen amigos
Porque el Camino de Santiago es agradecido no sólo en compañeros de viaje, sino también en situaciones difíciles que ponen a prueba tu paciencia, pero sobre todo la mutua tolerancia, tan importante y necesaria en época de polarización.
Podemos escribir junto a Cervantes, que “ningún viaje es malo cuando toca a su fin, excepto que lleve a la horca”, pues todo viaje es instructivo, una forma de adquirir conocimientos, en definitiva de crecimiento personal.
El Camino de Santiago es una vía de tomar distancia de la rutina diaria, de lo vulgar, de lo corriente, y caminar en pos de lo diferente, lo desconocido, y aquí, en este punto, es donde surge el peregrino, un viajero en busca de su atemporal aventura.
¡Ultreia et suseia!
¡Buen Camino!