Elegir con mimo los lugares para dormir en el Camino es una tarea diaria fundamental.
Ten en cuenta que no sólo cuentan los kilómetros que ya llevas entre pecho y espalda, sino que al día siguiente toca hacer más kilómetros de Camino de Santiago en las mejores condiciones.
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De ahí la necesidad ineludible de buscar y entender qué es lo que realmente deseas para acabar el día de la mejor forma posible, siempre de acuerdo con tus expectativas de aventura y el bolsillo por supuesto.
No siempre se duerme donde a uno le gustaría, a veces toca donde se puede, y otras también, donde simplemente toca al caer la tarde.
Forma parte de la aventura, aunque te ayudaremos a que ésto no constituya un quebradero de cabeza cada noche.
Memorias del Camino
¿Te acuerdas de aquellas escenas de la película Memorias de África, donde el fiel sirviente de Karen, Farah, se adelantaba para encender un fuego bien grande que se pudiera ver desde muy lejos?
De esta sutil manera la baronesa Karen Blixen, que caminaba más despacio con el resto de la caravana, podía saber hacia dónde dirigirse para acampar en las tórridas noches africanas.
Más o menos el camino de un nómada, de un peregrino en definitiva, es así.
De fuego en fuego, de aldea en aldea, de albergue en albergue, de un lugar a otro en una sucesión deliciosa de noches.
Somos nómadas dentro de una ruta milenaria donde tienes que buscar el calor del mejor refugio posible.
Lareira del Pazo Santa María en Galicia
¿Una burbuja en mitad del Océano?
La Ruta Jacobea no es una burbuja aislada del mundanal ruido.
El Camino de Santiago convive con las rutas comerciales, y por lo tanto, comparte los mismo alojamientos con turistas o mochileros.
De hecho en algunas de las rutas del Camino, la infraestructura de albergues no está muy extendida y el peregrino tiene que dormir en pensiones, hostales, hoteles o casas rurales.
Los turistas no saben dónde han estado, los viajeros no saben hacia dónde están yendo
Estas palabras forman parte de una cita muy acertada del escritor de viajes Paul Theroux, que nos viene de perlas para entender el sentir nómada del buen peregrino.
La recompensa del nómada es la constante aventura, sumado al lujo de descubrir cosas como si fuera la primera vez que las experimentas.
Tu lugar de descanso en el Camino puede ser la mejor recompensa del día, o la peor de tus pesadillas si no estás atento a tus necesidades sobre el Camino.
Contextos y casuística existe mucha y variada en el Camino, tantos como peregrinos diferentes recorriendo sus sendas a diario.
Al final todo depende de lo que busques para cada final de etapa, y por supuesto de tu economía, porque todo alojamiento tiene un precio y no siempre se puede elegir.
Lugares con en encanto donde dormir en el Camino
Encontrarás muchos tipos de alojamientos sobre la misma ruta del Camino de Santiago.
Desde pensiones, hostales y hoteles hasta casas rurales con encanto.
Todos pueden ser válidos, dependiendo de las necesidades que tengas cada noche bajo la Vía Láctea.
Te voy a poner un ejemplo.
Imagina que estás en ese punto del camino donde ya llevas un buen puñado de kilómetros sobre tus espaldas y quieres darte un merecido homenaje.
Sí, esa soledad de una habitación limpia con un aseo donde el protagonista es una bañera a punto de estar repleta de espumosa agua caliente. Si el día ha sido húmedo y frío, ya ni te cuento, ¿verdad?
Aquí es donde se juntan el hambre con las ganas de comer. Una simbiosis perfecta que personalmente he vivido y buscado cuando en el camino pintaban bastos debido a algún temporal de turno.
La pregunta entonces es: ¿dónde puedes vivir tan reconfortante escena?
Sólo algunos ejemplos por regiones, en casas rurales siempre, a lo largo y ancho de la geografía española.
En Galicia
Pazos que mantienen el esplendor de antaño.
Casonas de labranza con el encanto humano de un albergue de peregrinos y la comodidad de una casa rural de ensueño.
Allí te servirán de los productos de esta tierra para reponer tu fatiga bien ganada a ritmo de tus pasos.
País Vasco
Caseríos.
¿Te gustaría alojarte en una casa de piedra rodeada de bosque y en contacto con plena naturaleza?
En Cantabria
Casa tradicional montañesa en la que encontrarás un trato familiar y tranquilo.
Podrás disfrutar de la vida pausada de la zona sin renunciar a todas las comodidades.
Asturias
Casa de indiano y casa mariñana.
Palacetes con fachadas monumentales y jardines exuberantes, todo un lujo en un entorno rural.
Todos esos alojamientos digamos más especiales, también están al servicio del peregrino, que no de todos los bolsillos, cuando éste busca su intimidad durante una jornada completa de descanso.
Albergues en el Camino
En el Camino hay alojamientos para todos los gustos y bolsillos, sin que eso deteriore necesariamente el ambiente más peregrino.
Los más económicos son los albergues destinados para el uso exclusivo de peregrinos.
Existen de dos tipos:
Los albergues públicos
Los alojamientos más baratos suelen ser los albergues públicos.
Como ejemplo práctico tienes los albergues de la Xunta de Galicia, donde tienes tu plaza de litera y derecho al uso de las zonas comunes: baños y duchas, así como de la cocina, en donde podrás encontrar todo lo necesario para cocinar tus propios alimentos.
También suelen tener espacios para el lavado y secado de la ropa. Y ya muchos hasta disponen de Wifi.
¿El precio? Seis euros si acreditas debidamente tu viaje de peregrinación a través de la credencial de peregrino debidamente estampada con los sellos de paso.
Lo malo de estos albergues es que no admiten reserva y tienen lógicamente un número limitado de plazas.
Estas plazas suelen asignarse por orden de llegada, dando prioridad a los peregrinos a pie.
En épocas vacacionales suelen llenarse ya a primera hora del mediodía, por lo que si eres de los peregrinos que no compites por una cama y prefieres disfrutar del recorrido, quizá tengas que pensar en reservar cada día en un albergue privado.
Albergue de peregrinos de Lugo
Por otro lado está la picaresca, especialmente en las zonas más turísticas donde veraneantes se aprovechan de la coyuntura, y se apuntan como falsos peregrinos a cambio de unas vacaciones low-cost.
Los albergues privados
Normalmente los albergues privados son un poco más caros que los públicos.
Su precio oscila entre los 8 y 15 euros, depende del recorrido de Camino de Santiago y de la época del año. Algunos incluso, sólo piden la voluntad.
En ellos tienes derecho también a compartir habitación con litera y el uso de las zonas comunes.
La ventaja de estos alojamientos, es que puedes reservar.
Ésto en ciertas épocas del año puede convertirse en una gran ventaja, sobre todo en las últimas etapas del Camino Francés.
Se acabó la carrera por conseguir una cama barata para el próximo fin de etapa.
Ya corremos demasiado en nuestra rutina diaria como para hacerlo también en el Camino de Santiago.
Albergue privado A Casa de Carmen
La conclusión
En resumen, tenéis un buen abanico de posibilidades en función de vuestras necesidades para alojaros en el Camino de Santiago.
Sobre todo durante toda la ruta del Camino Francés y gran parte de Galicia, estos alojamientos están acostumbrados al trato con el peregrino, y por lo tanto se les supone una cierta sensibilidad con respecto a las condiciones en las que llega un peregrino a descansar.
Aventura o planificación. He aquí la cuestión.
Deja siempre un espacio para tu aventura sin descuidar tu descanso diario, porque no te olvides de que al final se trata de disfrutar del Camino y sobre todo de uno mismo.
¡Buen Camino!