Para empezar, y como su nombre indica, está elaborado con tres variedades de uva: macabeo (55 %), chardonnay (20 %) y muscat (25 %). Ahora se encuentra en el momento perfecto para consumir. Es un vino joven y fresco, y en boca se nota también que es seco, aunque no tanto como el Cabró! del que os hablé hace unas semanas.
Si hay algo que me llama la atención en los vinos que conozco de esta bodega es el diseño de las etiquetas. Desenfadado, para quitarle seriedad al vino, me gusta el mensaje que transmite, lo podéis ver en esta foto, en la que las tres variedades de uva están colocadas como si se estuviera realizando una suma en la pizarra, cuyo resultado es el nombre del vino.
Seguramente la semana que viene volveré con algún tinto, que este mes de enero ganan los blancos. Aunque seguro que hay alguien que lo agradece para completar su lista de blancos que probar. :) ¡Feliz finde!