La cara de Antonio era un verdadero poema. Justo había visto a Alicia cuando Gonzalo la besaba. Juan y Andrés no le quitaban ojo de encima.Ya era mala suerte haber elegido el mismo bar. ¿Cuántos bares podía haber en Madrid? ¿Diez mil? ¿Quince mil? Ya era casualidad que fueran a parar al mismo bar. Claro que teniendo en cuenta que habían cenado por la zona no era complicado encontrarse. Pero coincidir justo en aquel momento ya era demasiada coincidencia.
_¿Nos vamos?_ Preguntó Juan _Podemos ir a otro bar si prefieres.
_No, ¿por qué nos tenemos que ir? Este sitio está muy bien, buena música, buen ambiente y copas a buen precio._ Comentó Antonio adentrándose en el bar para ir a sentarse justo enfrente de Alicia y Gonzalo.
Nada más verlo pasar por su lado Alicia se separó de Gonzalo. Su corazón iba a mil, como siguiera a este ritmo un día de estos le daba un infarto. Gonzalo volvió a su sitio dándose cuenta que Antonio estaba en la mesa de al lado mientras Andrés se acercaba a la mesa.
_Hola, hermanita.
_Hola, ya es casualidad que hayamos acabado en el mismo sitio._Comentó Alicia._.Andrés te presento a Gonzalo, Gonzalo éste es mi hermano Andrés.
_Encantado_dijeron al mismo tiempo.
_Alicia, ¿te recojo mañana para ir a casa de mamá? ¿Vas a ir a comer, no?_Preguntó Andrés mirado fijamente a su hermana.
_Sí, sí, voy a comer y si me recoges mejor. Me ahorro el tren hasta El Escorial.
_Perfecto, te recojo a las doce entonces.
_Vale.
Alicia se sentía incómoda. ¿Cómo era posible haber llegado a esa situación? Allí estaba ella sentada con Gonzalo mientras Antonio estaba en la mesa de al lado. Sin querer su mirada y la de Antonio se cruzaron, él estaba serio y ella sabía por qué. Ahora lo tenía claro la había visto besarse con Gonzalo. ¿Qué pensaría de ella? ¿Creería que iba besándose con todo bicho viviente? Le venía a la mente que el mismo Antonio le había dicho que a Gonzalo le gustaba, ¿cómo se había dado cuenta él y ella no?
_¿He metido la pata?_Preguntó Gonzalo mirándola fijamente.
_No, no. Gonzalo, soy yo que ahora mismo me encuentro hecha un lío. ¿Sabes cuántas veces soñé con que esto pasara?_Se sinceró Alicia.
_Y entonces, ¿cuál es el problema?_Preguntó Gonzalo sabiendo que el problema tenía nombre y apellidos.
_El problema...
_Es Antonio, ¿verdad?_Le preguntó mirándola a los ojos.
_Sí, debo estar de suerte. Dos chicos, dos de los mejores partidos de todo Madrid, intentan seducirme y yo debo de decidirme y ando hecha un lío._Dijo Alicia.
_¿Puedo ayudarte a decidirte?_Preguntó Gonzalo acariciándole la mano.
Al notar el contacto de la mano de Gonzalo Alicia sintió una descarga eléctrica que le recorría desde el pelo hasta la punta de los pies. No podía dejar de mirarlo. Tenía ganas de volver a besarlo, esa era la verdad, pero también sentía lo mismo cuando veía a Antonio. Gonzalo dio el último trago a su gin tonic, Alicia hacía lo mismo con el suyo.
_¿Nos vamos?_Preguntó Gonzalo.
_Sí, vamos._ Contestó Alicia recogiendo sus cosas y acercándose a la mesa de su hermano para despedirse de ellos. _Nos vemos mañana, Andrés, hasta luego Antonio, Juan...
_Si te esperas te llevo, termino la copa y me voy._Dijo Antonio intentando ganar terreno.
_No te preocupes, quédate tranquilo, disfruta de tu copa y de tu salida de solo hombres._Contestó Alicia notando las miradas cruzadas entre Antonio y Gonzalo.
La temperatura había bajado pero Alicia no sintió frío a pesar de no llevar puesta la chaqueta. El calor brotaba por todo su cuerpo por la tensión que llevaba. Gonzalo le indicó el camino hasta su coche mientras intentaba mantener una conversación.
_Me has dejado petrificado con lo de Beatriz, nunca se me pasó por la mente que ese había sido el motivo de vuestro alejamiento y más le hubiese valido no haberse metido.
_Ya, entonces me dolió pero lo de esta noche me ha jodido. ¿Qué demonios imagen tiene de mí? ¿Acaso piensa que soy una frívola que no tiene en cuenta los sentimientos de los demás? Si fuera así ahora mismo no tendría en mi cabeza el lío que llevo._Comentó mientras notaba la mano de Gonzalo agarrar la suya.
Durante un buen rato pasearon agarrados de la mano. Los dos permanecieron callados. Gonzalo no quería decir nada para no fastidiar el momento. Disfrutaba de aquel momento que no sabía si volvería a repetirse. Alicia no sabía qué hacer, se encontraba tan bien con Gonzalo que se dejó llevar olvidándose de todo y todos. Al llegar al coche Gonzalo la retuvo un momento. Le acarició los brazos, estaban helados.
_Estás helada, deberías ponerte la chaqueta._Le dijo mirándola a los ojos._Me ha encantado volver a bailar contigo...
_Y a mí contigo_interrumpió Alicia.
_Alicia_dijo antes de estrecharla en sus brazos y besarla.
Alicia se dejó llevar por el momento.Se vio envuelta entre los brazos de Gonzalo y su boca le correspondió apasionadamente. Notaba las manos de Gonzalo acariciando su espalda, jugando con su pelo. Se sentía tan bien. Había soñado tantas veces con ese encuentro años atrás. Nunca pensó que aún sintiera algo por aquel chico pero sí, sí que lo sentía. Y tanto que lo sentía. Gonzalo la abrazó con fuerza y ella se dejó arrastrar, tenía su nariz en el cuello de él, aspiraba su olor. Le gustaba tanto su perfume. Alicia no quería que aquel momento se acabara. Estaba tan bien allí entre los brazos de Gonzalo.
_Me quedaría aquí para siempre_dijo Gonzalo_, pero mejor entramos en el coche,¿te parece?_Dijo volviéndola a besar.
_Sí, mejor.
Nada más entrar en el coche saltó la radio, Elvis Presley sonaba en el emisora, cantaba You don"t know me. Alicia no recordaba la versión de Elvis pero le gustaba aquella canción y le resultó curiosa la historia. Una chica, dos chicos, uno la veía irse con el otro, ¿con quién se iría ella? Gonzalo la miraba disimuladamente. Sabía que Alicia lo estaba pasando mal pero él no lo estaba pasando mejor. Sabía que podía perderla pero esta vez lucharía con los dientes si era necesario. No iba a perderla así como así y mucho menos tras saber cuál había sido el motivo de su alejamiento.
Quince minutos más tarde Gonzalo paraba en doble fila delante de la casa de Alicia. No quería despedirse de ella, le apetecía seguir con ella, no dejarla ir. Sus miradas se cruzaron y Gonzalo aprovechó para volver a besarla.
_Gonzalo, yo...
_Dime_la interrumpió._Eh, ahí hay un sitio voy a aparcar._Dijo Gonzalo poniendo en marcha el coche y aparcando enseguida.
_¿Quieres subir?_Preguntó Alicia sin saber por qué hacía aquella pregunta. Bueno, sí, sí lo sabía quería estar con Gonzalo, esa era la verdad y ella no podía negarlo.
Gonzalo no podía creérselo. Claro, claro que quería subir a su casa. Apagó el coche y salieron juntos del coche. Cerró el coche y subió a la acera donde lo espera Alicia. La agarró de la mano y caminaron en silencio hasta el portal. Alicia sacó la llave de su pequeño bolso y lo invitó a pasar. Llamaron al ascensor. Apenas esperaron un minuto. Minuto que se le hizo eterno a Alicia. No quería que Antonio llegara y la viera con Gonzalo. Una vez dentro del ascensor sus miradas se cruzaron un par de veces. Ambos estaban nerviosos por la situación.
_Ya estamos aquí_dijo Alicia abriendo la puerta de su apartamento_, estás en tu casa.
_Bonito salón_comentó Gonzalo nada más entrar.
_Falta colocar unas fotos pero no tengo taladro
_Yo tengo_la interrumpió Gonzalo_, cuando quieras vengo con él o te lo dejo, lo que prefieras._Continuó agarrándola de la mano.
_¿Una copa?
_Pues, no lo sé...todo depende.
_¿De qué?
_De si tengo que conducir en breve o no._Dijo mirándola a los ojos y trayéndola hacia él.
Sabía que estaba perdida pero no estaba pasando nada que no supiera de antemano. Gonzalo le tomó la cara entre sus manos y contempló su rostro en silencio. ¿Cuánto tiempo había soñado con aquel momento? Estaba furioso con Beatriz por ser cómplice de que ellos dos estuviesen separados durante tanto tiempo. Se preguntaba si Enrique sabía algo. No, no podía saber nada si no se lo hubiera dicho. Gonzalo le acarició la cara deteniéndose en sus labios, a estas alturas ya sin carmín en ellos.
_Estoy cabreado_dijo.
_¿Por qué? ¿Qué he hecho?_Preguntó Alicia.
_Nada, estoy cabreado con Beatriz, me ha jodido saber que de alguna manera nos separó, ¿sabes lo jodido que me lo ha hecho pasar la neurótica de la prima? Nunca pensé que Ana fuera así.
_Pero, ¿qué fue lo que pasó? A ver a la chica se le veía el plumero, era celosilla, guapito, que a mí me lo dejó bien claro.
_¿Te dejó bien claro el qué?_Preguntó un sorprendido Gonzalo.
_Que ya no bailarías conmigo, que eras su chico, que más me valía alejarme de ti_dijo Alicia ante los atónitos ojos de Gonzalo_,y como yo no quería malos rollos y me interesaba alejarme porque yo misma me estaba haciendo daño pues....ya sabes, me fui. Probablemente, lo hice mal, tenía que haberle parado los pies a ella y a Bea. Tenía que haber luchado por lo que quería pero pensé que tú estabas enamorado de Ana. Nos conocíamos desde hacía siete años y nunca había pasado nada entre nosotros...
Gustavo la interrumpió volviéndola a besar. Alicia se dejó llevar por el momento, por sus sentimientos, y le devolvió el beso mientras se aferraba al cuello de su amigo. Era tan reconfortante estar entre los brazos de él.
_¿Qué haces?_Preguntó Alicia al notar que Gonzalo la agarraba como si fueran a bailar.
_Bailar.
_¿Sin música?
_¿Nos hace falta la música para bailar?_Preguntó volviéndola a besar.
_¡Estás loco!_Rió Alicia mientras él le daba una vuelta.
_Sí pero por ti.
Alicia se quedó paralizada con aquella afirmación. Sí, a esas alturas sabía que le gustaba a Gonzalo pero escucharlo abiertamente de sus labios era corroborarlo con palabras. Confirmar de viva voz lo que los hechos, los acontecimientos le estaban gritando sin hablar.
_¡A ver si ahora voy a ser la culpable de que estés mal de la cabeza!_Intentó bromear Alicia porque ella sí que iba a terminar mal como no se aclarara. Se sentía genial con Gonzalo pero al mismo tiempo se sentía culpable, como si estuviera engañando a Antonio y a ella misma. _Ven que te enseño el resto de la casa y te sirvo una copa._Continuó Alicia colgándose del brazo de Gonzalo y llevándolo hasta la terraza.
_Bien._Dijo Gonzalo sonriendo porque aquella copa significaba mucho para él._Eh, muy buena terraza sí señora, yo no tengo un simple balcón. Digo yo que un día de estos me invitarás a cenar en ella.
_Bueno, veré porque la semana que viene salgo de viaje.
_¿De viaje?
_Sí, he aceptado el trabajo en la revista de viajes porque ellos han dado el visto bueno a mis condiciones y supongo que a mediados de semana me voy a Canarias.
_¡Qué suerte!¡Yo también quiero un trabajo así! ¿Puedo ir contigo?
_¿Lo dices en serio?_Preguntó Alicia fijándose en la cara de Gonzalo_Hablas en broma. La cara de delata. Seré tonta.
_Pero, porque no me puedo marchar porque si no me iba contigo encantado.
_Ven._Alicia lo agarró de la mano y lo llevó a la cocina. Preparó un par de copas y luego lo llevó al despacho.
_¿Esas fotos son tuyas?_Preguntó Gonzalo viendo las fotos que sobresalían de una carpeta azul que estaba sobre la mesa.
_Sí.
_¿Puedo verlas?
_Sí, claro.
Gonzalo dejó la copa sobre la mesa y cogió la carpeta. Miraba las fotos con sumo detalle.Le gustaba lo que veía , eran realmente buenas. Entendía que le hubiese ido bien en Nueva York y que no hubiera tenido problemas para encontrar trabajo.
_Sí, definitivamente, Bea la ha jodido se ha perdido a la mejor fotógrafa que hubiese podido tener._Comentó dejando las fotos sobre la mesa y parándose a ver una de su amiga tumbada sobre la hierba. _Bonita foto, estás muy guapa, eres tú, sin artificios, ¿dónde es?
_Central Park.
_Se te ve feliz.¿Tu maridín al otro lado de la cámara? ¿Me equivoco?
_No, no te equivocas, la foto me la sacó Brian, pocos meses llevaba viviendo por allí cuando me sacó esa foto, al par de días decidimos casarnos._Comentó riendo._Y la jodimos pero nosotros sí nos llevamos bien, no es un celoso compulsivo._Bromeó._Todo lo contrario, está demasiado enamorado de su trabajo para hacerle caso a alguien más.
_Sabes, me alegro que te fuera mal._Comentó Gonzalo con una pícara sonrisa en aquellos enormes ojos ambarinos.
_¡Capullo!_Rió Alicia que sabía por qué lo decía._Ven, dejemos las fotos por hoy._Dijo llevándolo de la mano hasta su habitación._Mira ves estos muebles los he montado yo con estas manitas...
_¿Y ya has estrenado la cama? Se ve cómoda._Dijo sin quitarle los ojos de encima Gonzalo.
_¿Dónde crees que llevo durmiendo todos estos días?_Preguntó Alicia notando que sus mejillas se encendían porque Gonzalo no hablaba de ese tipo de uso.
Gonzalo le quitó la copa a Alicia y junto con la suya las depositó sobre la cómoda. Alicia notó como las mariposas regresaban a su estómago, en realidad, nunca se fueron pero parecían menos activas en los últimos minutos. Gonzalo volvió a su lado, Alicia estaba inmóvil, sabía lo que iba a ocurrir y lo deseaba pero al mismo tiempo no estaba segura. Mientras un acalorado debate se llevaba acabo en su interior Alicia notó las manos de Gonzalo acariciarla la cara, los brazos, la espalda mientras notaba la cada vez más intensidad de sus besos. Poco a poco se fue dejando llevar, olvidándose de dualidades amorosas, dudas y mariposas...sólo estaban ellos dos en la intimidad de su recién estrenada habitación...
Elva Marmed