Un Chico Afortunado : Capítulo 10.



    
                     Nada más abrir los ojos Gonzalo recordó la noche anterior. Se acercó a Alicia, que aún dormía plácidamente, para apartarle  los mechones de pelo que le tapaban la cara. Le parecía increíble haber amanecido en su cama. Ni en un millón de años se le hubiese pasado  por la cabeza ,que tras la cena con Beatriz y Enrique, ellos terminarían así la noche. Gonzalo pasó con delicadeza sus dedos por los hombros de Alicia. No quería despertarla. No quería romper aquel momento mágico. Sabía que aún no las tenía todas con él pero él se había adelantado en la partida. Había movido sus fichas y ¡muy bien movidas!Ahora tenía que seguir en la lucha y esta vez no se iba a dejar derrotar con facilidad. Tenía a su favor el haberse adelantado y que para ella nunca había sido indiferente.

    Alicia comenzó a dar señales de vida. Sus ojos se abrían perezosos encontrándose con la intensa y pícara mirada de Gonzalo. Alicia miró con detenimiento aquel rostro tan familiar. Se detuvo en sus impresionantes ojos ambarinos de largas y pobladas pestañas, su perfecto perfil y aquellos labios que tanto y tan bien la habían besado la noche anterior y parecían estar acercándose de nuevo a ella buscando los suyos.

_Buenos días_dijo Gonzalo tras besarla.

_Buenos días, ¿qué hora es?_Preguntó Alicia tapándose con las revueltas sábanas.

_Temprano. Aún no son las nueve._Comentó Gonzalo volviéndola a besar._.¿Haces algo hoy?_Preguntó Gonzalo acariciándole el cuello.

_¿Hoy? No_dijo antes de ser interrumpida por los besos de Gonzalo_, sí, como con mis padres.Ya no me acordaba, Andrés vendrá a buscarme a las doce.

_Tenemos tiempo entonces.

_¿Tiempo? No...no...no..._dijo entre risas Alicia porque Gonzalo le hacía cosquillas_para...para...por favor, ja ja ja...para...para...

_Je, ya he descubierto tu punto débil._Dijo Gonzalo.

_Malo, malo, poco me gusta eso. Anda, mejor nos levantamos y desayunamos o se me hará tarde.

                ***

_¿Haces algo esta noche?_Preguntó Gonzalo cuando se despedía de Alicia.

_En principio no.

_¿Vamos al cine? ¿Te recojo a las nueve?_Volvió a preguntar acariciándole la mejilla.

_Eh, Gonzalo, te aviso. No sé a que hora estaré de vuelta de casa de mis padres, mi hermano manda que es quien conduce.

_Vale, hablamos luego entonces._Contestó tras dejarle un cálido beso en los labios.

_Vale_dijo Alicia viendo como Gonzalo cerraba la puerta del ascensor e inmediatamente cerrando ella la de ella.

               Los auriculares lo aislaban del ruido exterior. Antonio volvía de correr, poco más de una hora, era su mejor método para pensar y olvidarse de los problemas. Antes de abrir la puerta del portal vio a Gonzalo entrando en su coche. El mundo se le vino a los pies. Si Gonzalo estaba allí era porque había pasado la noche con Alicia. Subió las escaleras corriendo descorazonado. Gonzalo se había adelantado.No se sorprendió. La noche anterior había imaginado lo que iba a pasar nada más verlos juntos .¿Qué podía hacer?  Tenía que pensar cómo ganarse el  corazón de Alicia. No se iba a rendir facilmente. Él sabía que Gonzalo era su adversario, un contrincante muy fuerte con el que lidiar, pero estaba decidido a luchar. No iba a dejarse ganar con tanta facilidad.Dejó los auriculares sobre la mesa del salón y conectó el Ipod al aparato de música. La música resonaba por la casa mientras él se quitaba la sudada ropa de deporte y se metía en la ducha. Bajo ella se pensaba mejor.

             Diez minutos largos pasó bajo la ducha. El vapor se había adueñado del baño. No se veía reflejado en el espejo, estaba completamente empañado.Sí, necesitaba saber si Alicia y Gonzalo iban en serio o no. Necesitaba saber si podía seguir en el juego, si tenía alguna oportunidad de ganar, aunque fuera remota,  o si era mejor dejar ya la partida. Pensó que ya era mala suerte que justo cuando se había decidido a lanzarse a la piscina saliera otro nadador. No un nadador cualquiera sino Gonzalo. Sabía que lo tenía muy complicado pero ¿acaso se consigue con facilidad las mejores cosas de la vida? No, estaba seguro que no. Fuera como fuese, él no iba a quedarse quieto. Esta vez no.

         Alicia no veía nada en el espejo.Su imagen no se reflejaba en él. Se rió porque le vino a la mente que, precisamente, si ella se llamaba Alicia era por la de Lewis Carrol. Alicia, aquella niña soñadora que corría detrás de un conejo, era la culpable de su nombre. Era uno de los libros favoritos de su padre y por eso ella se llamaba así.¿Qué pasaría si cruzara al otro lado del espejo? Se preguntó así misma mientras intentaba limpiar con la mano un pedacito de espejo para verse mientras se peinaba. No sabía cuánto tiempo había pasado bajo la ducha. Mientras se peinaba su mojada melena se observó detenidamente en el espejo como si quisiera ver más allá. Necesitaba saber qué había significado para ella lo ocurrido la noche anterior. Sí, obvio, le había gustado. Se había sentido de maravilla con Gonzalo pero ahora no podía quitarse a Antonio de la cabeza.

_¿Por qué me siento culpable?_Se preguntó en voz alta mientras se hidrataba la piel._Alicia debes de ser la mujer más afortunada de la tierra, tienes a dos pedazos de tíos queriendo estar contigo, tú sólo has de decidirte._Dijo cerrando el bote de crema y poniéndose la ropa interior.

             El timbre interrumpió su charla consigo misma. Cogió el albornoz rojo, que le había regalado su madre, y tras mirar la hora en el reloj de la cocina y ver que era pronto para ser su hermano salió a abrir la puerta.

_Hola_saludó Antonio.

_Hola_contestó sintiendo una punzada de culpabilidad por lo ocurrido la noche anterior.

_Sé que vas a ir a comer con tus padres y Andrés pero quería invitarte a cenar esta noche._Dijo Antonio mirándola fijamente a los ojos.

_¿Esta noche? Antonio, no puedo, he quedado.

_Vaya_contestó sintiendo que se desinflaba._Alicia...

_Dime.

_¿No tengo nada que hacer?

_Antonio_dijo Alicia notando un pinchazo en el estómago porque no sabía que responderle_, ¿no tienes nada que hacer?¿Qué quieres decir con eso?_Preguntó haciéndolo pasar que aún seguían hablando en la puerta.

_Sabes perfectamente lo que quiero decir, ¿acaso no te has dado cuenta que estoy enamorado de ti? _Soltó Antonio._¿No vas a decir nada?_Preguntó al ver que ella se había quedado callada.

_¿Por qué?

_¿Por qué? ¿Me preguntas por qué estoy enamorado de ti? Alicia sabes que los sentimientos son inexplicables y bueno, siempre ha sido así.

_¿Cómo que siempre ha sido así?¿Qué quieres decir?

_Eso, ni más ni menos, que siempre he estado enamorado de ti. ¿No se supone que las chicas notan esas cosas?

_Vaya, eso creía pero debe ser que no o mi sexto sentido no funciona muy bien._Contestó Alicia esbozando una ligera sonrisa.

              Antonio se acercó a ella. Tomó su cara entre sus manos y se quedó observando aquellos ojos que lo tenían embrujado. Pasó sus dedos por el pelo mojado de ella y aspiro el olor afrutado de su champú antes de besarla.

_¿Crees que voy besando a todas las mujeres con las que me encuentro?

_Seguro que más de una no pondría resistencia_contestó mientras ella pensaba que últimamente podrían pensar de ella que iba besándose con todos sus amigos._Antonio...

_Escúchame_la interrumpió Antonio_,te vi ayer con Gonzalo. No entiendo mucho de mujeres pero creo que a ti te conozco algo, ya hace mucho que somos amigos. Sé que no esperabas esto de mi parte y sé que siempre te ha gustado Gonzalo. Sé que tengo que competir con él pero quiero saber si puedo entrar en la competición o si es una tontería de mi parte.

_Uff...Antonio, estoy hecha un lío.

_Muy bien, lo entiendo,¿me vas a permitir ayudar a desliarte?_Dijo guiñándole un ojo y acariciándole las mejillas. Alicia asintió con la cabeza, ¿qué iba a decir si no? Ella estaba hecha un lío y una de dos o averiguaba que quería o se alejaba de ambos pero así perderían los tres._Vale, sé que vas a salir con Gonzalo, ¿me equivoco?

_No, bueno, aún  no lo sé. Todo depende de la hora a la que regresemos de casa de mis padres.

_Uhm...no sé si llamar a Andrés y decirle que vengan tarde._Dijo con una pícara sonrisa._¡Es broma! Jugaré limpio. Te invito a comer mañana, mierda no puedo, he quedado con mis hermanos. ¿Nos vemos mañana por la tarde?

_Vale, está bien. Antonio, te dejo un momento he de vestirme o va a llegar Andrés y yo sin vestirme. Hay café en la cocina si quieres.

_No te voy a decir que no. Ya he tomado un par pero anoche casi no dormí porque..._Antonio se calló un momento_llegamos tarde, nos líamos al final en el bar y luego perdí el sueño._Tampoco era cuestión de ir delatándose así mismo, de decirle abiertamente a Alicia que no había dormido porque se la imaginaba con Gonzalo, no faltándole razón, como había descubierto esta misma mañana.

            Alicia dejó la puerta entreabriera mientras se vestía para poder escuchar lo que le decía Antonio. Abrió el armario y tras dudar qué ponerse optó por la vía fácil, unos vaqueros y una camisa blanca. Quince minutos más tarde salía de su habitación, vestida, maquillada ligeramente e invadiendo el resto de la casa con su perfume. Antonio no estaba en el salón. Debía estar en la terraza.Sí, allí estaba apoyado en el muro fumándose un cigarrillo. Nada más salir Antonio percibió el olor de su perfume y se giró.

_Como siempre guapísima_comentó.

_Gracias, tú que me ves con buenos ojos._Contestó Alicia mientras su móvil sonaba en el salón._Un minuto seguro que ese es tu amigo.

            No se equivocaba. Era Andrés la avisaba que ya salía para su casa. Alicia metió un par de cosas en su bolso, cogió la chaqueta y bajó con Antonio al encuentro con su hermano.

_Nos vemos mañana o si lo prefieres hoy voy a estar en casa._Dijo Antonio mientras Andrés estacionaba en doble fila y les hacía señas con la mano. _Hola, ¿te vienes con nosotros?_Preguntó Andrés al ver a Antonio.

_No, voy a por el periódico.

_¿Y por qué no te vienes? Anda, súbete y ven con nosotros_ continuó Andrés ante los atentos ojos de Alicia que tenía la impresión que su hermano estaba haciendo de Celestina._, Alicia, ¿verdad que tiene que venir?_Preguntó su hermano con doble intención.

     Los ojos de Alicia y Antonio se cruzaron. Antonio buscaba una respuesta en ellos. Le apetecía pasar el día con ella pero no quería agobiarla con su presencia. Antonio se encontró con una sonrisa sincera de ella que lo invitaba a subirse al coche.

_Sí, claro, si le apetece, por mí encantada. Anda sube al coche, ve delante con mi hermano_dijo subiéndose al coche._,por cierto, ¿Helena?_Preguntó colocándose el cinturón de seguridad.

_Tenía comida con las amigas_contestó Andrés mirando a su hermana por el espejo retrovisor mientras ella observaba a Antonio sentarse

          
***

           Las risas de los tres se escucharon durante los tres cuartos de hora de camino a casa de los padres de Andrés y Alicia. Andrés había comenzado a recordar anécdotas de cuando los tres eran pequeños, recordándoles cuando habían sido novios y Antonio le aguantaba la mochila a Alicia. Alicia enseguida se dio cuenta de las intenciones de su hermano. Sí, estaba claro que intentaba hacer de intermediario, de casamentero. ¿Había hablado Antonio con él? ¿Qué había pasado con aquel estúpido código ético? Alicia escuchó su móvil que vibraba en su bolso.

Gracias por una maravillosa noche. Nos vemos esta noche

          Alicia no pudo evitar una sonrisa tonta al leer el mensaje de Gonzalo. Ruborizándose al sentirse observada por su hermano a través del retrovisor.  Sus ojos se comunicaron sin hablar, siempre se habían entendido entre ellos sin necesidad de hablarse. Alicia guardó el móvil sin contestarle a Gonzalo. Ya le diría algo más tarde cuando tuviera claro la hora a la que estaría de vuelta en casa.

_La verdad es que siempre pensé que Antonio terminaría siendo de la familia, que se convertiría en mi cuñado_dijo Andrés mientras Antonio lo fulminaba con la mirada. No quería que Alicia pensara que aquello era idea de él.

_Yo pensaba que vosotros teníais un código ético_comentó Alicia guiñándole un ojo a Antonio que parecía tener ganas de matar a Andrés.

_¿Qué sabes tú del código ético?_Preguntó Andrés.

_Lo suficiente y necesario para saber que los hombres sois raritos_dijo entre risas.

_Sí, sí, veo que Antonio ha estado hablando contigo porque eso no lo sabes así porque sí pero ya le he tirado yo de las orejas a Antonio por hacer caso de esas tonterías.

              Antonio no sabía si meterse bajo el sillón. Sí, él había sido sincero con Alicia contándole sus sentimientos pero se sentía incómodo con aquella conversación, sobre todo porque no quería que Alicia se sintiera presionada. No quería que pensara que su presencia había sido planificada porque no lo era.Alicia volvió a escuchar su móvil. Un nuevo mensaje:

Espero que nos veamos porque te echo de menos

No podía borrar la sonrisa de sus labios. Se sentía como una adolescente recibiendo mensajes de su noviete. Ella también tenía ganas de volver a verlo. Sí, quería salir con Gonzalo aquella noche. Le contestó :

Has estado ocho años sin verme así que no exageres, je je je.




No le dio tiempo de guardar el móvil porque recibió otro mensaje:

¿Ocho? Dirás casi nueve 

Alicia se sentía en una nube. Levantó la vista y se tropezó con los ojos de Antonio que empezaba a sentirse derrotado.

Elva Marmed







           

             

 

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