Antonio la estrechó entre sus brazos mientras ella le pasaba los suyos por el cuello para besarlo. Nada más besarlo percibió el sabor del tabaco. No había duda alguna. Antonio había estado fumando. A Alicia le invadió la ternura al imaginar la noche que había pasado Antonio.Sí, él decía estar seguro de los sentimientos de ella. Ella sabía que tenía su plena confianza pero, era humano,y ahora se estaba dando cuenta de la mala noche, que había pasado al saber que ella estaba con Gonzalo. Alicia sacó las llaves de su minibolso mientras Antonio seguía besándole el cuello complicándole la tarea de abrir la puerta. Entraron en casa casi a trompìcones. Alicia soltó sus cosas sobre el sofá, se bajó de sus tacones, y se quitó el abrigo con ayuda de Antonio mientras ella metía las manos en los bolsillos de la chaqueta de él en busca del cuerpo del delito.
_Señor Rodríguez, ¿cuántos cigarrillos se ha fumado esta noche?_preguntó entre risas dando la luz del salón.
_Era eso lo que buscabas en mis bolsillos.
_No hacía falta buscar nada. Acabo de besarme con un cenicero con patas_bromeó. Alicia volvió a pasarle los brazos alrededor del cuello._¿Eres tonto? ¿Qué creías que iba a pasar?
_No, no me malinterpretes. Confío plenamente en ti pero_comentó Antonio._¡Joder que si yo fuera Gonzalo hubiese intentado lo que fuera para convencerte!
_Gonzalo sabe muy bien que estoy enamorada de ti. Escúchame, si quieres fumar yo no tengo problema pero me da rabia que yo sea el motivo de ello,tontito_dijo antes de besarlo.
_Te he echado de menos.
_Pues mira que son aburridos tus amigos_bromeó Alicia.
_¿Cómo te lo has pasado?
_Muy bien. No te voy a mentir.
_¿Con Gonzalo?_preguntó con una pícara sonrisa.
_Sí, con Gonzalo. A ver si hay una cosa en la que te supera es que es muy buen bailarín.
_¿He de ponerme celoso?_bromeó.
_¿Por haber bailado con Gonzalo?_preguntó entre risas._.Uhm...déjame pensar, igual sí.
_Eres mala, muy mala.
_Sí pero me quieres.
_Ves eres muy mala. No, malvada.
_¿Sabes que no tienes que estar celoso, verdad?_preguntó esta vez en serio mientras él le pasaba los brazos por la cintura.
_Lo sé_contestó antes de besarla._Sabes, admiro a Gonzalo.
_Nada, lo dicho, al final, como le dije a Gonzalo, terminaré por hacerme a un lado y dejaros a vosotros dos.
_¿Por?_preguntó sin poder evitar la risa.
_Porque os admiráis mutuamente. Habláis bien el uno del otro y apenas os conocéis. Parece ser que entre vosotros hay química, al final, seré yo la que se ponga celosa_bromeó._.Claro que Gonzalo dijo que no, que mejor te proponía que fuésemos tres_dijo entre risas._.Igual ahí ganaría yo, bueno, no lo sé. Igual os termináis enamorando de vosotros y me dejáis a un lado.
_Nunca digas de este agua no beberé_bromeó Antonio ante los risueños ojos de Alicia._.No, a ti no te comparto, que me llamen egoísta_comentó antes de besarla nuevamente mientras iba dirigiéndola a la habitación.
Alicia abrió los ojos. Antonio dormía plácidamente a su lado. Se levantó con cuidado y rebuscó entre las sábanas hasta que encontró su camiseta. Lo tapó con el nórdico y salió de puntillas de la habitación para no despertarlo. Al verse en el espejo del baño se dio cuenta que no se había desmaquillado antes de acostarse, ¿Cómo iba a hacerlo?Antonio no le había dado tiempo. Se desmaquilló y lavó la cara hasta no dejar rastro de maquillaje. Se cepillaba la melena cuando lo pensó mejor y se metió bajo la ducha. Diez minutos después se sentía como nueva. Se hidrató, peinó y se puso el confortante albornoz, que le había regalado su madre. Al salir del baño pasó por la habitación. Antonio seguía dormido. No pudo evitar sonreír al verlo allí tumbado boca abajo abrazado a su almohada. Cerró la puerta con cuidado para no despertarlo. Quería hacer zumo de naranja y el ruido del exprimidor seguro que lo despertaba de estar abierta la puerta.
Nada más entrar en la cocina abrió la puerta que daba a la terraza. Unos tímidos rayos de sol se colaban entre las nubes pero parecía que no llovería. Volvió a cerrar la puerta porque el aire estaba frío, más que frío. Preparó la cafetera. Tras dejarla al fuego metió el pan en la tostadora. Sí, el exprimidor lo hubiese despertado. El borboteo de la cafetera comenzaba a avisar cuando los brazos de Antonio alrededor de su cintura la sobresaltaron. No lo había escuchado levantarse. Ni se había percatado que hacia rato que la observaba mientras ella preparaba el desayuno.
_No era mi intención asustarte_dijo tras besarle el cuello._.¡Qué bien hueles!_comentó mientras olía su pelo._.En realidad, es una tontería lo que digo. Siempre hueles bien.
_Buenos días, no quería despertarte_dijo girándose para besarlo.
_Buenos días, no me has despertado. Cuando cerraste la puerta ya estaba despierto. De hecho, llevo un buen rato observándote desde la puerta y no te has enterado.
_¿Lo dices en serio?
_Y tan en serio. Estabas concentrada en las naranjas_bromeó Antonio.
_Anda, pues, siéntate, que ya está todo listo_comentó mientras sacaba la mermelada de la nevera.
_Voy a echar de menos estos desayunos esta semana_dijo Antonio sentándose a la mesa,que ya estaba preparada.
_¿Sólo a los desayunos?
_Va y ti también_dijo como si fuera secundario.
_Claro, a mí porque soy quien te los preparara cada día.¡No te digo!_rió sentándose.
_En serio,esta semana se me va a ser cuesta arriba.
_No seas tremendista. Primero no voy a estar fuera una semana entera. El miércoles por la noche estoy de vuelta. Por cierto, tengo una cosa para ti. Ayer olvidé dártela.
_¿Un regalo?
_Bueno, tengo una cosa_Alicia fue un momento al despacho y en un minuto estaba de vuelta._.Toma, esto es para ti. Creo que te está haciendo falta_comentó al tiempo que le dejaba una cajita sobre la mesa.
_ ¿Y esto por qué?
_Pregunta menos y ábrelo ya.
Antonio abrió la pequeña caja verde. No esperaba aquel regalo. No era su cumpleaños. Ni había ningún motivo especial para ello. Dentro había un llavero plateado con una "A" y una única llave.
_Te lo tenía que haber dado ayer para que no te quedaras esperando en la puerta. Igual así el tabaco no hubiese sido necesario_bromeó._.¿Qué pasa? ¿Esperabas otra cosa?
_No, me has dejado sin palabras. Es la llave de tu casa. Esto significa mucho para mí.
_Sí, que podrás dejarme la casa ordenada para cuando llegue el miércoles_comentó Alicia con una amplia sonrisa._.Pasas más tiempo aquí que en tu casa y creí que estaría bien dártela. Además,si pierdo la mía no me quedaré en la calle.
_La "A" de Alicia.
_O de Antonio. Compartimos inicial.
El domingo transcurrió tranquilo. Sin prisas, como suele ser habitual. Alicia dejó preparada su pequeña trolley, esta vez poca cosa debía llevar, sólo estaría fuera un par de días. Casi abultaba más su mochila de trabajo. Dejó todo preparado en el salón antes de meterse en la cama.
_¿Sabes lo que voy a echar de menos estos días?_preguntó Alicia nada más acostarse y acurrucarse junto a Antonio.
_¿Qué?
_¡Qué me calientes la cama!_bromeó.
_Luego dices que no eres mala_dijo mientras le hacía cosquillas.
_Para, para. Esto no vale.
_¿Quién dice que no vale?
_Yo. Para, para_dijo sin poder dejar de reír.
* * *
_Llámame cuando llegues.
_Sí, así lo haré.
_Te voy a echar de menos.
_Y yo a ti pero el miércoles me tienes de vuelta_dijo antes de bajarse del coche ante la terminal del aeropuerto.
_Aprovecharé para hacer una fiesta en tu casa.
_¡Capaz de creo!_ dijo a sabiendas que Antonio bromeaba._Venga te dejo que tú has de irte al trabajo y yo he de embarcar.
_Te quiero_dijo Antonio antes de volver a besarla.
Antonio esperó a verla entrar en la terminal. Tendría que acostumbrarse a aquellas despedidas porque serían habituales por el trabajo de Alicia. Alicia se giró al llegar a la puerta, sabía que él no se iría hasta que no hubiese entrado. Le dedicó una amplia sonrisa y le envió un beso. Al entrar en la terminal no pudo evitar sonreír al recordar su último viaje, le parecía tan lejano estando tan cerca. Apenas habían pasado unas semanas pero tanto había vivido en ellas. Tanto había cambiado su vida, que le parecía increíble que sólo hubiesen pasado unos veinte días. Su móvil comenzó a sonar dentro del bolso.
_¡No me lo puedo creer!_dijo en alto pensando que era Antonio._¿Qué pasa Antonio? Sólo hace dos minutos que nos hemos separado_contestó entre risas._¿Brian? Hi, Brian!_No, no era Antonio. Se había equivocado y sorprendido al escuchar la voz de su exmarido. Le pidió que la llamara en un rato ya que debía pasar por el control del aeropuerto.
Sí, estaba claro. Era una oportunidad, que no podía dejar pasar. Estaba claro que Brian era un desastre como marido pero no lo era como amigo y compañero de trabajo. Le dijo que sí sin pensárselo dos veces. ¿Cómo iba a decir que no a hacer una exposición conjunta en Nueva York? Hablaría con la revista para ver cómo lo podía hacer. No quería fallar en su trabajo pero no podía dejar de exponer. De todos modos, sólo estaría fuera un par de semanas y no se iría hasta finales de Enero, tenía tiempo de realizar otro viaje más antes de irse.
Embarcamos. Te llamo cuando llegue. Un beso
Apagó el móvil sin esperar respuesta. La imagen de Antonio le vino a la mente. Sabía que aquel viaje no le iba a hacer mucha ilusión pero también sabía que entendería lo que significaba para ella y su carrera. De no haber ido con ella a las islas le diría que se cogiese vacaciones y fuera con ella pero, igual, de no haber hecho aquel viaje ahora no estarían juntos.
Elva Marmed