Un chico afortunado. Capítulo 1.



         Hacía tiempo que no salía tan temprano de trabajar. Aún no eran las siete pero ya había oscurecido, eso era lo malo del horario de invierno, la noche llegaba sin ser invitada. Salió del edificio de oficinas encaminándose a un bar cercano donde había quedado con un amigo. Gonzalo notó vibrar su móvil dentro de la chaqueta. Era Enrique avisándole que ya estaba allí. Guardó el móvil y entonces la vio. Estaba igual que siempre. Los años no pasaban por ella. ¿Cuánto tiempo hacía que no se veían? ¿Seis? ¿Siete? No, desde el 2005, así que ya hacía ocho años desde la última vez que se habían visto. Le había perdido la pista desde entonces. No recordaba por qué habían dejado de ir juntos al cine, de copas con el mismo grupo de amigos, a bailar. ¡A bailar! Probablemente, hacía tanto tiempo que no bailaba como el que hacía que no se veían.

     Sí, sin duda aquella chica de ¿treinta y seis? Sí, era justo un año menor que él, era ella. Ahora que la veía más de cerca lo tenía claro. Era su cara, llevaba el pelo más largo que la última vez que la había visto, le quedaba bien, pero él nunca había sido neutral cuando se trataba de Alicia. Él la encontró guapa hasta cuando le dio por teñirse el pelo de rubio. Ahora llevaba su color de pelo habitual, castaño , con unos suaves reflejos más claros. Llevaba gafas de pasta roja a juego con el vestido que dejaba ver su bonita silueta. ¿Cuántas veces había bailado agarrado a aquella cintura? ¿Cuántas veces había soñado con aquella chica? ¿Por qué nunca hubo nada entre ellos?

_¿Gonzalo?_ gritó Alicia al ver a su viejo amigo parado a pocos metros de ella. _¡No me lo puedo creer! ¿Eres tú de verdad?_ dijo mientras se acercaba a él y le daba un sincero abrazo y un par de besos.

_Hola, Alicia_ dijo sin saber cómo Gonzalo _¡qué sorpresa!_

_¡Ya te digo! ¿Cuánto tiempo hacía que no nos veíamos?_

_Mucho_

_Ufff...más que eso diría yo...¡dios, estás igual que siempre! Bueno, eso sí, has cambiado los vaqueros por el traje y chaqueta_ dijo risueña haciendo que se acentuaran los hoyuelos junto a su boca_ claro que te queda muy bien, todo hay que decirlo_

_Tú sí que estás bien, ¿Eres la versión femenina de Dorian Grey? ¿Has hecho algún pacto con el diablo?_ le preguntó Gonzalo sin soltarle las manos a Alicia _ ¡estás igual que siempre!_

_¿Qué tal te va? ¿Qué haces por aquí?_ le preguntó ella.

_Bien, no me puedo quejar, esa es la verdad_ contestó Gonzalo _ trabajo aquí_ dijo señalando el edificio que quedaba a su espalda _¿dónde has estado metida todo este tiempo?_

_Pues...no sé...aquí....me fuí fuera un tiempo...me surgió la oportunidad de irme a Estados Unidos y no me lo pensé_ dijo jugando con los dedos de su amigo_ nada me ataba aquí así que no hicieron más que proponermelo y me fuí, aproveché para mejorar mi inglés y ....bueno....me quedé más tiempo del que pensaba...cosas del corazón...ya me entiendes....pero ya estoy de vuelta en casa y no pienso volver a marcharme....¿y tú, sigues con aquella chica? ¿cómo se llamaba?_

_¿Te refieres a Ana?_

_Sí, Ana...eso es...¿sigues con ella?_

_Nos casamos hace tres años..._

_Eh, enhorabuena_ interrumpió Alicia.

_Y nos separamos hace dos_ terminó de decir Gonzalo.

_Vaya, lo siento_

_Resultó ser una celosa compulsiva_

_Te diré una cosa. Nunca me gustó_ dijo entre risas Alicia_ claro que igual eran celos porque me dejó sin pareja de baile_ bromeó con una sincera sonrisa en los labios_ te dejo que ya veo en la puerta a Antonio..._dijo al escuchar su nombre desde la esquina _ me ha encantado verte...apúntate mi móvil y me llamas y quedamos para ponernos al día...si te apetece... bueno...y un baile..._ dijo con una sincera sonrisa en la cara que le iluminaba los ojos.

_Sí, claro_contestó Gonzalo.

          Alicia le dio su número de móvil y tras darle un par de besos y  un abrazo se despidió de él. Gonzalo la observó mientras se alejaba de él para acercarse al chico ,que la esperaba y lo observaba a él mientras la esperaba. Alicia iba a paso ligero haciendo repiquetear sus tacones. Al llegar a la altura del chico se colgó de su brazo y se alejaron hablando. Gonzalo no podía dejar de contemplarlos. Le resultaba increíble haberla vuelto a ver después de tanto tiempo pero , más increíble, era seguir sintiendo lo mismo por ella. Nunca le confesó sus sentimientos. Nunca se atrevió a ser algo más que un compañero de baile, cine,copas y risas. Ella siempre había tenido una corte a su alrededor y él había sido un picaflor, había ido de flor en flor. Su corazón le indicaba la persona con la que quería estar pero no le hizo caso y ahora la veía alejarse colgada del brazo de aquel chico y la imagen le dolía en el alma. Envidiaba a aquel afortunado que la llevaba colgada de su brazo.

            El móvil volvió a vibrar. Gonzalo se sobresaltó porque aún lo tenía en la mano. No lo había guardado tras anotar el número de Alicia. Era Enrique extrañado por su tardanza. Gonzalo volvió a retomar su camino mientras la imagen de Alicia se alejaba por la esquina. Guardó el móvil en el bolsillo de la chaqueta y retomó su camino. El bar estaba justo en la esquina por la que había girado Alicia, igual la volvía a ver. ¿Para qué la quieres volver a ver, Gonzalo? Vuelves a llegar tarde una vez más pensaba mientras aceleraba el  paso a ver si la lograba ver. Nada. No había rastro de ella. Igual se habían ido en coche o habían entrado en alguno de los muchos bares de la zona. Al fin y al cabo era viernes, la gente salía de copas y ella estaba claro que había ido a buscar a su chico al trabajo. ¿Sería al que había conocido en el país de las libertades? _¡Qué más te da eso, Gonzalo!_ se dijo así mismo sin darse cuenta que hablaba en voz alta.

            El bar estaba lleno. Enrique le hizo señas desde la barra. Gonzalo entró mirando a un lado y a otro. La buscaba a ella. Igual habían entrado en aquel bar, al fin y al cabo, era uno de los lugares de moda entre los trabajadores de las oficinas de la zona. No la vio.

_¿Buscas a alguien?_ le preguntó Enrique le vio como observaba a un lado y a otro _¿dónde demonios estabas?_

_No, a nadie. Esto está a tope_

_Normal, es viernes_ contestó Enrique _¿Dónde estabas? La cerveza que te pedí debe estar caliente ya_

_Me encontré con Alicia, ¿te acuerdas de ella?_

_¿Alicia? ¿Hablas de Alicia González?_

_La misma_

_Wow...hace una eternidad que no la veo...¿cómo está?_

_Igual que siempre o más guapa si cabe_

_¡Qué vas a decir tú si eras su más fiel admirador!_ dijo Enrique _ Eeeh...¿la estás buscando a ella? No jodas Gonzalo, ¿aún te sigue gustando?_

_¡Qué manía con que estoy buscando a alguien!_ exclamó Gonzalo _puaff...esta cerveza está caliente..._ dijo cambiando de tema y llamando al camarero para pedirle otra cerveza_ ¿quieres otra?_

_¿Se ha casado?_ preguntó asintiendo con la cabeza a la pregunta de su amigo.

_No lo sé_

_¿De qué habéis hablado?_

_Nada en particular, me contó que se fue a Estados Unidos y se quedó un tiempo allí porque había conocido un chico. Me preguntó por mí, por mi vida, por Ana...y luego se fue con un afortunado_

_Vaya,¿quién era? ¿lo conocemos?_

_Yo no, trabaja cerca porque salió del edificio junto a mi oficina y tenía toda la pinta de trabajar por aquí. Supongo que será su marido o su novio, se colgó de su brazo nada más verlo_

_Eso no significa nada. Si no tú y ella fuisteis novios durante mucho tiempo...¿vais a volver a veros?_

_No creo_

_¿No has quedado con ella?_ preguntó un atónito Enrique dándole un puñetazo en el hombro a su amigo _eres tonto, chaval_

_No, me ha dado su número pero ¿para qué la voy a llamar?_

_Tonto no, gilipollas_ dijo volviéndole a dar en el hombro _¿qué es eso que no la vas a llamar?_

_porque no, ¿para qué?_

_A ver, colega, abre los ojos si Alicia te ha dado su número es para que la llames si no ¿para qué te lo iba a dar? Conoces perfectamente a Alicia y sabes que no es de las que van con líos ni medias tintas...si te ha dado su número es para que la llames. Por una vez podrías ser sincero y contarle la verdad...le podrías decir que siempre estuviste enamorado de ella..._

_¿Qué parte de tiene chico no has entendido?_

_¿Te lo ha dicho?_

_No exactamente pero sí que me dijo que se había quedado en Estados Unidos por un chico, no sé si era éste o no pero da igual, ya ha llovido mucho desde que estuve enamorado de ella..._

_Ah...bueno...si no sentiste nada cuando la viste me callo. Pásame su número para quedar yo con ella_

_No_

_¿Por qué? Te recuerdo que también era amiga mía y a mí sí que me gustaría verla y saber de su vida_ dijo Enrique comenzándose la nueva cerveza que le había pedido Gonzalo._No seas tonto, Gonzalo, te lo digo en serio...queda con ella aunque sea por los viejos tiempos. Si ella te ha dado su número es por algo_ dijo dándole otro trago a la cerveza.

_Ya veré. No me agobies...bueno, ¿mañana sales a correr o no?_

_Sí, claro...¿estás cambiando de tema?_

_Joder, olvídate de Alicia ya si lo sé no te digo nada_

   Elva Marmed

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