Nada más llegar al despacho puso en marcha su plan. Tras reunirse con su jefe directo y tener su aprobación Antonio llamó a Andrés, necesitaba su ayuda para seguir adelante con lo que se había propuesto.Andrés estaba eufórico con la idea de su amigo "ya era hora que te pusieras las pilas, colega" le dijo nada más terminar Antonio de contarle lo que había pensando. "Mi hermana va a alucinar", eso esperaba Antonio. Ahora sólo faltaba que Andrés culminara su misión con éxito para él llegar al tercer punto de la misma. Alicia quería una sorpresa pues la tendría. Tras colgar el teléfono y navegar en un par de páginas volvió a la realidad del día a día. Hasta la noche no podría seguir con su plan así que era hora de poner los pies en la tierra y comenzar a trabajar.
Alicia había llamado a Beatriz. Quería saber cómo estaba, qué había pasado con Enrique. Ahora que había recuperado a la que siempre fue su mejor amiga no quería volver a perderla. Tras una breve charla telefónica quedaron para tomar café por la tarde. Tras preguntarle a Beatriz si el café, donde una década atrás se reunían seguía en pie, quedaron allí a las seis de la tarde.
_Hola, Andrés, ¿qué pasa? ¿Comer juntos? Vale, ¿quieres que nos veamos en algún sitio o te vienes por casa? Vale, te espero sobre las dos. Hasta luego.
Andrés había comenzado el plan de acercamiento. Necesitaba ver a su hermana para recabar toda la información que Antonio necesitaba para poner su plan en marcha. No podía quitarse la sonrisa de la cara. Sabía que su hermana no se podía imaginar ni remotamente lo que Antonio había ideado y él estaba encantado con este cambio de actitud en su amigo. Él siempre supo que Antonio estaba enamorado de su hermana. Era imposible no percatarse de cómo la miraba, de cómo le dolía verla con otros chicos. Nunca imaginó que el motivo por el que Antonio no había actuado no era otro, que un estúpido código ético de cuando tenían quince años.
Poco tiempo le llevó a Alicia instalar la impresora. Nada más ponerla en marcha imprimió toda la documentación del viaje, así como la planificación que se había hecho, una especie de hoja de ruta a seguir en ambas islas. Buscó en internet fotos del hotel en el que se quedaría. Quedó encantada. Estaba enclavado en la playa de Las Canteras, playa urbana por excelencia. Nada más ver las imágenes de la playa quedó enamorada de ella. El hotel tenía buena pinta, parecía estar muy bien pero casi le daba igual sólo el lugar donde estaba valía la pena, fuera mejor o peor. Dejó toda la documentación sobre la mesa y se fue directa a la cocina. Quería comprobar lo que tenía en la nevera para si no bajar a comprar y preparar la comida. Sí, tenía todo lo necesario. No iba a complicarse la vida. Le haría a su hermano su comida favorita unos ricos escalopes y quedaría encantado. Sólo necesitaba bajar a por el pan.
Se miró en el espejo. Estaba bien. Cogió el dinero y las llaves y bajó un momento a la panadería que tenía justo frente a su casa. Bajó y subió por las escaleras porque nada más salir de casa se llevó la sorpresa de encontrarse con el ascensor averiado. Al regresar de la panadería se encontró con la vecina del primero, una señora mayor que intentaba subir el carro de la compra por las escaleras. Enseguida se lo quitó de las manos dejándoselo en la puerta de la casa. Menos mal que aquella señora vivía en el primer piso y no en el quinto como ella.
_Gracias, guapa, no vuelvo a salir a la calle hasta que no lo arreglen. ¿Vives aquí desde hace poco, verdad?
_Sí, apenas hace una semana que me he mudado.
_Pues, encantada de conocerte. Me llamo Amalia y cuando necesites algo ya sabes dónde encontrarme.
_Yo soy Alicia, gracias y lo mismo le digo.
_No, gracias a ti, que si no es por ti aún hubiese estado subiendo el carro.
Alicia se despidió de su vecina y retomó la subida de las escaleras hasta su casa. Al llegar al cuarto y toparse con la puerta de Antonio el corazón se le aceleró. ¿Cómo era posible que sólo viendo la puerta de su casa se pusiera nerviosa? De pronto notó hasta su olor, el aroma de su perfume entremezclado con el de los cigarrillos.
_Buenos días, preciosa _escuchó detrás suya dando un salto de la impresión_.Perdona, no era mi intención asustarte.
_Hola_dijo girándose y topándose de lleno con un sonriente y enchaquetado Antonio_.¿Qué haces aquí?
_Vivo aquí, ¿lo recuerdas?_bromeó a sabiendas que hablaba de la hora.
_¡Qué gracioso! Ya, ya sé que vives aquí pero no es habitual que estés a esta hora.
_He venido a buscar una documentación que me dejé esta mañana olvidada y ya me vuelvo. ¿Nos vemos esta tarde?
_Sí, bueno, no lo sé. He quedado con Beatriz a las seis, te aviso si la cosa se alarga.
_Vale. Bueno, me encantaría quedarme contigo pero he de volver al trabajo.
_Hasta luego_dijo Alicia siguiendo su camino con el pulso acelerado.
***
_Entonces te vas el jueves a las nueve menos cuarto de la mañana, ¿y con qué compañía vuelas?
_Iberia.
_¿Quieres que te lleve al aeropuerto?_preguntó Andrés.
_No te preocupes, iré en metro.
_No, no me preocupo pero es una tontería que vayas en metro cuando te puedo acercar y te ahorras el viaje en metro. No se hable más, vendré a recogerte.
_Está bien, cuando te pones en plan hermano mayor no hay quién te lleve la contraria_bromeó Alicia.
_Y en qué hotel te quedas, ¿lo sabes?
_Sí, Best Western Plus Cantur, ¿por?
_No, porque un compañero del trabajo está planeado irse a Gran Canaria y le dije que te ibas esta semana para allá y me preguntó si sabía hotel y qué tal estaba, se lo está organizando por su cuenta y no conoce la isla.
_Bueno, pues te pasaré toda la información cuando venga. Yo lo he visto en internet y la verdad es que tiene muy buena pinta, no está en primera línea de la playa pero tampoco es lo que yo estaba buscando. Eso sí, he visto que la playa es impresionantemente bonita.
_Ya me enseñarás fotos en primicia a la vuelta. ¿Y allí te recogen o vas por tu cuenta?
_No, me han alquilado un coche para moverme para allí, lo recojo nada más llegar al aeropuerto. ¡Espero no perderme!
_Ya verás que no. Oye esto escalopes están riquísimos. Hermanita, todo un detalle por tu parte hacer mi comida favorita. ¿Y hasta cuándo estás en Gran Canaria?
Alicia estaba extrañada. Pensaba que su hermano había quedado con ella para acribillarla a preguntas. Él mismo días atrás le había dicho que tenían una conversación pendiente y ,sin embargo, no le había nombrado a Antonio para nada. Alicia estaba aliviada porque, la verdad, es que no sabría qué decirle cuando ni ella misma se aclaraba con sus sentimientos. Prefería estar hablando sobre su viaje, estar contándole lo que tenía planeado visitar en las islas, cuántos días estaría en ellas y quedar con él para que la llevara y recogiera. Andrés le hizo darle hasta el número de vuelo de vuelta para tenerlo ya para irla a buscar al aeropuerto.
_Bueno, ¿y qué me cuentas?_dijo Andrés cambiando de conversación.
_¿De qué?
_¿De qué? ¿De qué va a hacer? De ti, Antonio y ese otro chico, ¿Gonzalo? _ preguntó Andrés. No, no se iba a librar del interrogatorio a pesar de todo._. Ayer me llamó mamá y me dijo que la cotilla de la vecina le comentó que te había visto con un chico en el parque_ dijo entre risas viendo la cara de su hermana que se encendía, no sabía si de la vergüenza o de ira.
_Lo sabía. Sabía que iba a ir con el cotilleo.
_¿Y?
_Uff, Andrés, no lo sé. Estoy confundida. Espero que este viaje me ayude a decidir.
_Sí, te ayudará.
_Por...
_Por nada, en los viajes siempre se aprende algo.
_Ya. ¿Flan?
_Sí, claro
_No pienses que los he hecho yo, no son caseros. No esperaba invitados.
_Ooooh, bueno, otro día me haces un delicioso postre. A la vuelta de tu viaje para ponerme al día de todo y contarme tus aventuras_dijo entre risas.
Nada más salir de casa de su hermana Andrés llamó a Antonio. Tenía que decirle que la operación había ido sobre ruedas. Tenía toda la información que necesitaba para seguir adelante con el plan. Antonio estaba entusiasmado con toda los datos facilitados por Andrés, poniéndose en seguida en marcha en busca de vuelos y contactando con los hoteles. Quería dejar todo cerrado cuanto antes no fuera a ser que tras tanto planear todo se quedara en nada. Una hora después tenía toda la documentación impresa y guardada en su maletín. Sí, ahora ya era definitivo se iba de vacaciones a Canarias, sólo esperaba que su acompañante, además de sorprenderse, se alegrara de compartir viaje con él.
***
No me esperes. Aún estoy con Bea. Nos hemos liado a hablar. Besitos.
Casi mejor. Me he liado esta tarde y sigo en el despacho. Besos.
Alicia se sintió decepcionada con aquella respuesta. Antonio se había conformado y no había hecho nada por verla."¿Por qué me siento así?" pensó al sentir la punzada de decepción al ver la conformidad de Antonio.
_¿Gonzalo o Antonio?_preguntó Beatriz.
_El segundo. Los dos corremos y ayer salimos juntos, siempre es mejor salir en compañía que solo y le he dicho que no estaría a tiempo pero él tampoco podía.
_Decepcionada te veo_dijo Alicia mirándola fijamente y comprobando la cara de desilusión mostrada por su amiga.
_Pues, no lo sé. Bea, me siento tan confundida con estos dobles sentimientos que tengo.
_Alicia, igual Gonzalo es sólo una asignatura pendiente y estás enamorada de Antonio.
_¿Tú crees?
_No lo sé, es sólo algo que se me ha pasado por la mente ahora. Igual al no poder haber estado con él años atrás tenías esa espina clavada.
_¿Crees que eso es posible?
_Sí.
_Pues hablando claro es una mierda porque yo no quiero jugar con los sentimientos de nadie.
_Eso lo sé yo y ellos también. Nadie que te conozca dudaría de ello aunque yo metiera la para hace nueve años.
_Olvídate de eso ya.
Alicia regresaba de correr. No quería dejar de hacerlo así que nada más llegar a casa se cambió de ropa y salió a correr. Al bajar a la calle no pudo evitar mirar las ventanas del piso de Antonio. Estaban apagadas. Aún no había regresado a casa. Al cruzar a su acera volvió a mirar las ventanas del cuarto "c". Seguían apagadas. Aún no había regresado Antonio. Alicia cruzó la calle sintiendo un pinchazo en el estómago. "¿Qué haces espiando sus ventanas, Alicia"" escuchó decir a sus pensamientos. Entró en el portal a oscuras y al cerrar la puerta una mano se lo impidió.
_Hola, preciosa, ¿has ido a correr sin mí?
_¡Hola!_Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro._Como no estabas salí sola. No sabía a qué hora volvías.
_Acabo de salir ahora. Me lié esta tarde con un tema personal y me ha tocado quedarme hasta más tarde para terminar unos temas_dijo Antonio abriendo la puerta del ascensor. _¿Te apetece que veamos una película?_preguntó Antonio.
_¿Película?
_Sí, no sé si ponen alguna esta noche o alguna serie. No me apetece estar solo y estaría bien gandulear en compañía delante de la tele.
_Pues, no sé.
_¿Qué no sabes? ¿En tu casa o en la mía? Anda pido una pizza y cenamos tranquilamente.
_Vale pero dame media hora para ducharme, que estoy sudada de la carrera.
_Sudada pero guapa_dijo Antonio saliendo del ascensor. _¿En tu casa o en la mía?
_Hoy toca la mía.
_Vale, me ducho, cambio, llamo al telepizza y subo a tu casa para que te dé tiempo de estar limpita.
_Ok_contestó notando como su corazón volvía a ir acelerado con la sencilla idea de volver a compartir el tiempo con Antonio.
_Te veo en media hora_dijo guiñándole un ojo y cerrando la puerta del ascensor.
Antonio entró en casa animado. Sí, todo iría sobre ruedas. Sabía que esta vez estaba haciéndolo bien. Cada vez entendía mejor los ojos de Alicia y estaba vez tenía claro que ella sentía lo mismo que él o, al menos estaba comenzando a sentirlo. Su idea de nada de besos estaba surtiendo efecto. Ahora sólo esperaba que la segunda parte de su plan triunfara.
Elva Marmed