Esta misma semana publicábamos en el blog de Gretur Viajes una noticia sobre el llamado “vagón silencioso” del AVE, una iniciativa de Renfe que busca satisfacer los deseos de tranquilidad y paz de sus usuarios. Pues bien, esta iniciativa es solo la punta del iceberg de una tendencia turística que cada día cuenta con un mayor número de adeptos, sobre todo en Asia y en Europa: viajar sin niños. Hoteles, restaurantes, cafeterías, pubs, gimnasios, piscinas… se han dado cuenta de que hay un número importante de adultos que ansían pasar unas horas o unos días de asueto tranquilo sin los ruidos lógicos que producen los más pequeños de la casa. Así que hoy en Gretur Viajes le invitamos a conocer un poco mejor esta tendencia turística que no es nueva, pero sí pujante: la del ocio exclusivo para adultos.
Las aerolíneas.
A todos nos ha pasado alguna vez: un largo o corto viaje en avión “amenizado” por llantos de bebés, gritos de niños más mayorcitos o esas exasperantes pataditas en el respaldo del asiento de un menor aburrido y sin control parental. Compartir un vuelo con niños excesivamente pequeños o de más edad, pero sin urbanidad o educación, es una de las pesadillas más frecuentes de los viajeros adultos. El temor a pasar un mal rato durante un viaje genera la demanda de ocupar asientos en los que no haya niños alrededor, una demanda que las aerolíneas más avispadas ya están satisfaciendo y cobrando por ello. Es el caso de las aerolíneas asiáticas, empresas que ya hace tiempo detectaron la demanda creciente de silencio y tranquilidad por parte de sus clientes. Si ha viajado un poco por el sudeste asiático se habrá dado cuenta de que allí la educación de los más pequeños es más estricta que en Europa o en América. En esos países se valora muchísimo el silencio y el respeto, sobre todo hacia las personas más mayores y no es raro encontrar aerolíneas que reservan ciertos asientos de avión al uso exclusivo de los adultos. Malaysia Airlines, por ejemplo, lleva años impidiendo la entrada de bebés en su exclusiva primera clase, Air Asia X reserva las primeras siete filas de sus aviones a pasajeros mayores de 12 años, etc. ¿Estas iniciativas se extenderán a las compañías aéreas europeas y americanas? No lo sabemos a ciencia cierta, pero voces expertas del sector apuntan que podría ser una opción económicamente rentable y cuando el río ruge…
Los hoteles.
¿Sabía que España es uno de los países del mundo con mayor oferta hotelera “solo para adultos”? La tendencia de ocio sin niños comenzó hace algunos años en las Islas Canarias y poco a poco se extendió al resto de los destinos turísticos de nuestro país. Las principales cadenas hoteleras que operan en nuestro país - NH, Meliá, Barceló, etc.- cuentan con varios hoteles de acceso exclusivo para mayores de edad y otros establecimientos con ciertas zonas limitadas al uso de los niños (piscinas, gimnasios, zonas de espá, discotecas…). Por el momento, la mayor parte de los hoteles “de solo adultos” tienen cuatro o cinco estrellas, pero cada día encontramos más y más hoteles de menor categoría, apartahoteles e, incluso, apartamentos turísticos que desean ofrecer este tipo de servicios exclusivos a sus clientes. La oferta hotelera habitual - alojamiento y desayuno - de los hoteles para adultos se complementa con otro tipo de actividades que son recomendables e interesantes solo para los adultos de la casa como, por ejemplo, talleres de elaboración de cócteles, fiestas para singles, reuniones de “tapersex” (reuniones de venta de juguetes eróticos), etc.
El público objetivo.
A primera vista podríamos pensar que la tendencia turística de viajar o disfrutar de unas vacaciones sin niños está pensada para adultos mayores sin hijos a su cargo. Nada más lejos de la realidad. Según los principales turoperadores turísticos, los padres y las madres jóvenes son algunos de sus principales clientes, personas que desean descansar un poco del ajetreo lógico y la responsabilidad que conlleva la educación infantil. Otro pujante nicho de mercado son los abuelos con cargas familiares, hombres o mujeres de la tercera edad que desean “desaparecer” unos cuantos días de la presencia y el bullicio de sus nietos. ¿Sorprendente? Si lo pensamos bien, no lo es tanto…
La inevitable polémica.
A pesar de que desde UNICEF se ha afirmado que esta tendencia turística es lógica por la relajación actual en la educación infantil, muchas voces se alzan protestando por la supuesta discriminación por la edad. Lógicamente, cada persona tiene sus propias opiniones, quizá impedir la entrada a una instalación por el simple motivo de no tener 18 años sea una discriminación, pero también tenemos que ver la otra cara de la moneda: todos los turistas deberían tener derecho a elegir disfrutar de sus vacaciones en paz. Viajar es una inversión y, como tal, el cliente tiene derecho a disfrutar de su dinero viviendo una experiencia vacacional tranquila, sin las molestias que, queramos o no, pueden causar los más pequeños de la casa. Además, la oferta hotelera, de viajes y de ocio es hoy en día tan amplia que hay sitio para todas las tendencias, ¿no es así?