Si sigue las novedades del sector turístico habrá visto que en este año 2015 van tomando fuerza las tendencias turísticas que tienen la naturaleza y sus productos como auténticos protagonistas. Es el caso del tema que vamos a tratar hoy en el blog de Gretur Viajes: el turismo enológico. Una tendencia, una alternativa de ocio y de negocio que nació hace miles de años y que en este siglo XXI se ha convertido en fundamental para muchas empresas y profesionales del sector turístico español.
La palabra griega “eno” significa en castellano el nombre que todos imaginamos: vino. La enología es, así, la ciencia que estudia la elaboración de un vino. El turismo enológico también recibe el nombre de enoturismo y su significado es simple: conocer, disfrutar, explotar y potenciar un destino turístico en función de su capacidad vitivinícola. Tenemos que viajar muchos años en el tiempo para encontrar las raíces de este tipo de turismo que a algunos les parece tan novedoso. Ya los antiguos griegos y luego los romanos conocían los beneficios de este rico alimento y organizaban visitas y estancias en algunas de las primeras bodegas de los territorios mediterráneos. Tras unos años en el olvido, el turismo enológico volvió con fuerza a finales del siglo XIX y principios del XX en una época que vio nacer, también, la tan famosa tendencia del turismo saludable que ahora está en boca de todos.
En realidad el enoturismo nunca ha dejado de formar parte de la oferta turística de países como España, Italia, Francia, Portugal, Argentina o Chile, pero en los últimos tiempos se ha perfilado como una más que interesante alternativa de disfrute y aprendizaje para diferentes perfiles de viajeros. Esta tendencia turística tan recomendable no viaja sola, habitualmente forma un tándem con otros tipos de turismo como, por ejemplo, el gastronómico, el cultural o el turismo rural, pero también va de la mano de dos de los pesos pesados de las tendencias turísticas que están marcando pautas en este año 2015: el turismo saludable y el eco turismo o turismo sostenible.
RECEVIN
Numerosas instituciones y organizaciones públicas y privadas trabajan para preservar la cultura del vino y, también, potenciar la riqueza y la sostenibilidad de las regiones agrícolas vitivinícolas. Una de las organizaciones más potentes a nivel internacional es RECEVIN o “Red Europea de Ciudades del Vino“. Se trata de una interesante iniciativa de la Unión Europea que busca potenciar la riqueza sostenible de aquellas ciudades europeas que sustentan su economía en la explotación de las viñas.
En su mapa de ciudades enológicas encontramos representantes de numerosos países; unas son menos conocidas por los turistas que se adentran por primera vez en el mundo del vino (como Büh en Alemania), pero otras ya forman parte intrínseca de las enciclopedias enológicas: Frontignan en Francia, Marsala en Italia o Reguengos de Monsaraz en Portugal (esta última ciudad es la flamante “Ciudad Europea del Vino 2015“).
España destaca por el amplio número de ciudades que forman parte de la red RECEVIN. En el listado encontramos núcleos vitivinícolas tradicionales como Jerez de la Frontera o Jumilla, pero también nuevas incorporaciones que denotan el buen hacer de los bodegueros españoles como Icod de los Vinos en Tenerife o Cacabelos, en la provincia de León.
En definitiva, el segundo producto más conocido de España después del maravilloso aceite de oliva es, sin lugar a dudas, el vino. La Rioja es, quizá, la región de la península española más conocida y reconocida a nivel internacional por la alta calidad de sus vinos, pero otras regiones están entrando en el mercado con paso firme. Cataluña, Castilla-León, Galicia o Tenerife son regiones con interesantes rutas enológicas que pueden - y deben - potenciar sus actividades turísticas en torno a este caldo mágico que no deja a nadie indiferente.
La cultura del vino
Los expertos en enología defienden la idea de que el vino no se debe entender simplemente como una mera bebida o un acompañamiento secundario de platos y recetas internacionales. Desde hace cientos de años numerosas comunidades, centros rurales y núcleos urbanos se han establecido en torno a esa rica tierra roja cuna de los viñedos. Elaborar el vino marcaba la vida, las costumbres, la historia y las raíces de cientos de miles de personas. El vino, además, ha sido fuente inagotable de escritos, fiestas, mitos, leyendas, tradiciones ancestrales?
La cultura del vino es, en realidad, un estilo de vida y conocerlo de primera mano, disfrutarlo con los auténticos maestros vitivinícolas es una experiencia que el viajero amante de la historia, la cultura y la naturaleza no debería dejar pasar.
Imagen: Por Juan Fernández (https://www.flickr.com/photos/juanjaen/9277937619/) [CC BY-SA 2.0], undefined