Muy Buenas, Señorita Amanda
Una semana. Justo una semana llevo por tierras inglesas y aún no me has escrito ni un solo correo. ¿No habíamos quedado que me escribirías? ¿Qué tal todo por ahí? ¿Te tiene Sergio tan ocupada que no te queda ni un minuto para escribirle a este viejo amigo?
Ale
Amanda no pudo evitar una sonrisa al leer el correo. Sí, era verdad. No le había escrito ni una sola línea. Quería haberlo hecho pero llevaba toda la semana liada en el trabajo. Ya había algún compañero de vacaciones de verano y al resto le tocaba cubrir vacíos. En el fondo, ella estaba encantado con el aumento de trabajo porque no le dejaba tiempo de pensar en algo que no estuviera relacionado con el trabajo.
Muy Buenas, Señor Alejandro
Así que se siente usted abandonado por ésta que le escribe. Uhm, eso quiere decir que aún no has encontrado ninguna inglesita resultona, que "te tenga entretenido". Con Sergio bien. Es un encanto. El domingo estuvimos en el cine, como no estás, he tenido que buscar a alguien que te sustituyera. ¿Qué tal te tratan las inglesas?
Amanda
Amanda le dio a enviar y siguió trabajando. Miró la hora. Quería acabar ya e irse a casa. Estaba realmente cansada. Menos mal que sólo faltaba un par de días para el fin de semana porque necesitaba descansar. Un nuevo correo llegó a su bandeja de entrada. Algo le dijo que era nuevamente Alejandro. Sí, no se equivocaba. Era suyo.
Hola, de nuevo
¿Sustituto? ¿Vas a sustituirme? Pase que te busques novio pero no admito intrusos en nuestras sesiones de cine. Las inglesas sosas, les falta la sal del mediterráneo. ¿Estás saliendo con Sergio?
Ale
Amanda leyó detenidamente el correo. ¿Cómo debía tomarse aquella contestación? ¿Era un ataque de celos de su amigo o simplemente estaba bromeando? Con Alejandro nunca tenía claro qué quería decir. Muchas veces no sabía si había doble significado en sus palabras o no.
Hola,
¿Estás aburrido? ¿No tienes trabajo? La que te escribe está currando y quiere acabar para regresar a casa así que dejo los correítos para más tarde.
Amanda
Amanda lucía una sonrisa de oreja a oreja. No podía evitarlo. Aquel pique con Alejandro le daba vida. Era su juego natural. Le encantaba buscarle las cosquillas para verlo saltar y a él le ocurría lo mismo. Siguió trabajando casi una hora más. Vio la llegada de un par de correos pero no contestó. Comprobó que el remitente era Alejandro pero no los abrió. Ya los leería al llegar a casa si no se quedaría trabajando hasta tarde.
_Hola, preciosa, ¿aún por aquí?_le preguntó Sergio al entrar en el ascensor.
_Sí,se me ha hecho un poco tarde, veo que a ti también.
_Uff, acabo de salir de una reunión soporífera. Te invito a una copa_dijo nada más abrirse las puertas en la planta baja.
_Sergio, otro día. Hoy tengo unas ganas tremendas de llegar a casa y tirarme en el sofá a gandulear.
_Bueno, pues, esperaremos a mañana viernes.
_Vale.
_Entonces, mañana salimos. No lo olvides.
_Ja ja ja, tienes tú una forma muy curiosa de liarme para salir. Vale, está bien. Salimos mañana pero algo tranquilo que esta semana se me está haciendo eterna y estoy derrotada.
_Siempre podemos cenar en mi casa_comentó mientras caminaban hacia el coche.
_En tu casa. Sergio, mejor no.
_¿Por? ¿A qué tienes miedo?
_¿Miedo? No, no es eso. No lo sé.
_¿Cena en mi casa?
_Vale, cena en tu casa_dijo abriendo la puerta del coche._Bueno, pues, ya he llegado.Gracias por acompañarme_No pudo seguir hablando porque Sergio la había sorprendido con un beso.
_Buenas noches, descansa_comentó con una sincera sonrisa alejándose de ella.
Nada más llegar a casa encendió el ordenador. Estaba deseando leer los dos correos de Alejandro. Uhm...¿Debería decirle que Sergio besa muy bien? pensaba Amanda mientras se iniciaba el portátil. Amanda se sorprendió al abrir su correo. No eran dos sino tres los correos de Alejandro. Abrió el primero.
Hola, Antipática
¿ Te hago un piropo subliminal y tú me respondes de esta manera? No has respondido a mi pregunta.¿Estás saliendo con Sergio? Ah, como yo si respondo a tus preguntas te informo que ya he terminado por hoy y estoy en casa la mar de aburrido.
Un beso (aunque no te lo mereces)
Ale
A Amanda le brillaban los ojos leyendo el correo de Alejandro. ¿Qué significaba todo aquello? No podía aguantar más la espera. Tenía que leer el otro correo.
¿Qué pasa Antipática?
¿No piensas contestar a mi correo? ¿Tan ocupada te tiene el trabajo? ¿No puedes contestar a una simple pregunta?
Un beso (sigues sin merecerlo)
Ale
Amanda no podía parar de reír. ¿Aquello eran celos o ella se estaba volviendo loca? Con Alejandro nunca se sabía y¿si de pronto funcionaba lo de la lejanía?Abrió el tercer correo.
Veo que pasas de contestarme. ¿No vas a decirme nada?
El beso lo tienes
Ale
Señor Desesperado
¿Ahora soy una antipática? Para su información le diré que acabo de ver sus correos porque mientras usted estaba en casa aburrido yo estaba trabajando. ¿Qué quiere saber? No, no estoy saliendo con Sergio, al menos por el momento. Justo cuando salía del trabajo me lo he encontrado y me ha invitado a cenar en su casa mañana. Ya está usted informado de todas las novedades. ¿Ya está contento?
Un besito
Amanda
p.d.: Gracias por mis tres besos.
Amanda le dio a enviar con una sonrisa de oreja a oreja. Tenía el corazón a mil sólo por estar escribiéndole a Alejandro. ¿Acaso había alguna esperanza entre ellos? No, Amanda, es sólo el juego de siempre pensó mientras se quitaba la ropa para meterse en la ducha. Amanda estuvo unos largos diez minutos bajo la ducha. Aquel era uno de sus momentos favoritos del día. Sentir el agua caliente sobre la espalda la relajaba. Envuelta por el vapor de la ducha salió del baño tras haberse hidratado y metido dentro del suave y confortable albornoz. Le picaba la curiosidad. Quería saber si Alejandro le había vuelto a contestar. Entró en el salón y se sentó en el sofá poniéndose el portátil sobre las piernas. Sí, había contestado.
¡Muy buenas!
Ya era hora que contestaras. Vale, te perdono porque estabas trabajando. Veo que Sergio está espabilando y te ha invitado a cenar en su casa. Es un gran paso teniendo en cuenta que besa en las mejillas. Espero que me tengas al corriente de todo y que nuestras sesiones de cine sigan existiendo a mi vuelta. Te echo de menos, Mandy.
Besos
Ale
Amanda enseguida se puso a contestar. No sabía qué significaba todos aquellos correos. No sabía qué estaba pasando con Alejandro. Igual aquella lejanía le estaba haciendo sentir algo por ella. _¿Quieres jugar? Pues, juguemos. Voy a ser mala_dijo mientras escribía.
Hola, Ale
En realidad, lo que se dice espabilar ya lo ha hecho hace tiempo. Los besos ya no los da en la mejilla, por cierto, besa muy bien. Ah, opina lo mismo que tú, dice que mis labios saben dulces. Je je je, supongo que es por el gloss de fresa.
Besitos de fresa
Amanda
Amanda no podía apartar los ojos de la pantalla. Esperaba ansiosa la contestación de Alejandro. Deseaba saber qué diría Alejandro.¿Sentiría celos de Sergio? ¿Haría algún comentario sobre los besos?Sabía que no debía hacerse ilusiones pero imposible no hacerlo. La respuesta de Alejandro no se hizo esperar. En seguida un nuevo correo entró en su bandeja.
¡Sorprendido estoy!
Me alegra saber que Sergio ha espabilado y ha decidido atacar. Tiene pinta de ser un buen chico. Me alegro por ti. Mi bolsillo también se alegra porque se ahorra dos viajes a Canadá, je je je. Sí, tiene toda la razón al decir que tus labios son dulces. Cierto es que no sólo son tus labios sino toda tú.
Un besito (igual en breve ya no puedo dártelos ni por correo porque tu novio se mosqueará)
Alejandro
Aquella firma le resultó curiosa. Era significativa. Había cambiado el Ale por Alejandro, ¿por qué? ¿Acaso por darle un punto de sobriedad?¿Por qué no serás claro, Ale? pensó mientras releía el correo. El sonido del teléfono la hizo volver a la realidad. Era Alejandro. Sin duda alguna era él, aquella era su canción, I"ve got you under my skin sonaba cada vez más fuerte.
_Hola, ¿qué tal? ¿Te has cansado de escribir? ¿Qué tal por Londres?¿Qué tal el trabajo?¿Cómo está el tiempo?
_Hola, Mandy. Eh, para. Para. De una en unas las preguntas. Sí, me he cansado de escribir. Me apetecía hablar contigo un rato. Por aquí bien. El trabajo bien. El tiempo no está mal. Así que con Sergio bien, me alegro en serio.
_Yo no he dicho que esté con Sergio. Una cosa es lo que él intenta y otra que yo quiera lo mismo.
_Pensaba que sentías algo por él.
_¿Cuándo he dicho yo tal cosa? Me cae bien pero nada más.
_¿Y la cena de mañana?
_Eso, una cena. ¿Acaso no cenamos tú y yo y sólo somos amigos?
_Bueno, cenamos y terminamos con doble ración de postre_contestó entre risas Alejandro.
_Eso es porque somos demasiado golosos_continuó la broma Amanda._.Así que por el momento sigue ahorrando que la cita en Canadá dentro de diez años sigue estando en pie.
_Nada pues compraré una hucha_bromeó Alejandro._. Me alegra escuchar tu voz y saber que estás bien. ¿Vas a venir algún finde?
_No lo sé, Ale, lo veo difícil porque ya estamos cubriendo vacaciones y yo..._Amanda estaba apunto de decirle que regresaba a Valencia pero se calló.
_¿Y tú, qué?
_Tengo mucho trabajo, ya sabes.
_Podrías intentarlo si no me parece que llego justo para irnos al fin de semana del spa. Claro si sigues queriendo ir conmigo.
_Por supuesto, no se me ocurre nadie mejor con quien ir y así nos ponemos al día.
_Bueno, hablamos en otro ratito. Si ves a Gustavo y al resto los saludas de mi parte.
_Ok. Un beso.
_¿De fresa?_rió.
_Siempre.
Elva Marmed