Amanda corría de un lado a otro. Quería tener la casa perfecta para la llegada de Sergio. No es que tuviera mucho que recoger. Su hermana no entendía como tenía la casa tan recogida teniendo un bebé. A ella le faltaban horas. Amanda necesitaba el orden en su vida, siempre había sido metódica, ordenada...Diego había sido el único desvío en su camino, eso sí, un desvío maravilloso del que no se arrepentía. Los signos de la presencia de un bebé eran inevitables, el carrito estaba en medio del salón, la minicuna esperaba apoyada en una pared del salón a volver a casa de su hermana. Diego ya dormía en su cuna, en su habitación. Aún no llegaba a los dos meses pero su tamaño y, que no paraba de moverse,hacía que la minicuna fuera demasiado pequeña para él. Para Amanda lo peor de aquel traslado era tener que ir a su habitación de madrugada para darle de mamar. Afortunadamente, el verano estaba comenzando y la casa no estaba fría.
Necesitaba ducharse. Necesitaba quitarse aquel olor a bebé. No, a bebé no, a leche materna.Sabía que eso era imposible, aquel olor era su olor actual. En realidad no sabía si todo el mundo percibía aquel olor o era cosa de ella. Bueno, de ella no, Diego lo percibía porque juraría verlo salivar nada más olerla. Echó un vistazo a su pequeño. Dormía plácidamente en su cuna. Miró la hora. Tenía tiempo de una ducha rápida y de arreglarse un poco. Era realmente placentero sentir el agua recorrer su cuerpo, el olor de las esencias de su aceite de baño. Se entretuvo desenredando su melena. Necesitaba cortársela un poco. Sí, antes de incorporarse al trabajo pasaría por la peluquería.
Terminaba de hidratarse el cuerpo cuando escuchó los sollozos de Diego. Era increíble. ¿Cómo era posible tal conexión? ¿Cómo era posible que sólo oyendo a su hijo comenzara a salirle leche? Se puso el juego de ropa interior. Aquel sujetador era cualquier cosa menos sexy pero ¿acaso quería estarlo?
_¿Cómo pueden ser tan horrorosos los sujetadores de lactancia? ¿Volverán a servirme mis preciosos sujetadores?_dijo medio en risa saliendo rumbo a la habitación de su hijo.
_Hola, bichito, ¿ya vuelves a tener hambre?_preguntó Amanda mirando embobada a su hijo que la recibía moviendo sus manos y sus piernas sin parar._,¿cómo es posible que hayas crecido tanto en siete semanas?
Amanda cogió a Diego para darle de mamar. Se sentó en su ya incondicional sillón mientras no podía evitar reír al ver la boca de su hijo buscando su comida.
_Cariño, vas a hacer que me entre complejo de vaca.
****
Afortunadamente, Sergio no se había adelantado. Amanda dejó a Diego tumbado en su cama mientras ella se vestía. Amanda entraba y salía de su vestidor. Nada le convencía. No quería parecer haberse vestido para él pero tampoco quería ponerse cualquier cosa. Diego la observaba desde la cama, levantando su torso y moviendo su cabeza de un lado a otro. Le gustaban los vivos colores de la cama de su madre.
_Nada, vaqueros y una camiseta. Ya está, ¿para qué más? ¿Cómo está mami, Diego? ¿Estoy guapa?
Amanda terminaba de colocarse la camiseta cuando sonó el timbre. El corazón le dio un vuelco. ¿Por qué estaba tan nerviosa? La incertidumbre de no saber qué iba a pasar aquel fin de semana la ponía nerviosa. ¿Seguía Sergio sintiéndose atraído por ella?¿Intentaría algo aquel fin de semana?
_Hola_dijo un sonriente Sergio nada más Amanda abrir la puerta con Diego en brazos.
_Hola_Saludó Amanda con una sincera sonrisa en los labios.
_Eres tan guapo como tu mamá_dijo Sergio acariciando la cabecita de Diego y besando calidamente a Amanda en los labios.
_Su mamá te da las gracias y pasa no vamos a quedarnos eternamente en la puerta.
****
_Tenemos aproximadamente tres horas para poder cenar tranquilos antes de que vuelva a reclamarme_dijo Amanda que acababa de acostar a Diego en su cuna tras haberse quedado dormido cenando.
_Vuelvo a repetirte que estás impresionante. Nadie diría que has tenido un niño hace menos de dos meses.
_Gracias_contestó Amanda sacando del horno el pescado._.Hay una botella de vino blanco en la nevera.
_¿Las copas?_prguntó Sergio.
_Copa para ti, en ese mueble, yo no puedo beber mientras esté dando de mamar.
_¿Voy a beber solo?
_Me temo que sí.
_Bueno, no será lo mismo. Ese pescado huele muy bien pero no tanto como tú.
_Vaya, gracias, yo tengo la impresión que huelo a mamá.
_Huelas a lo que huelas lo haces muy bien.
_Gracias_contestó Amanda sirviendo los platos y dejándolos sobre la mesa._,¿cenamos?
_Sí, habrá que probar ese pescado_contestó Sergio guiñándole un ojo.
La cena transcurrió tranquila. Amanda se sentía cómoda, halagada con los constantes piropos de Sergio. Hacía tiempo que no se sentía tan bien, que no se sentía mujer. Era tan agradable sentirse deseada una vez más. Sergio reía de sus historias, de sus anécdotas de mamá primeriza. Sergio miró la hora.
_¿Tienes prisa?_peguntó Amanda.
_Ninguna. Sólo estaba mirando cuando Diego te reclamaría.
_Je, no tardará mucho pero a esta hora come y sigue durmiendo así que me tendrás de vuelta enseguida_dijo Amanda que acababa de terminar de fregar los platos.
_Genial porque me gustaría robarle un rato a su mamá_comentó Sergio que estaba justo detrás de ella y acababa de besarle el cuello.
_Uff...
_¿Uff...? ¿Qué quiere decir eso?_preguntó antes de volver a besarla.
_Nada_dijo Amanda dejándose llevar por el beso.
Madrid, Junio 2009
El silencio reinaba en el comedor. Sólo se escuchaba las respiraciones de los cuatro comensales. Joaquín parecía estar escrutando a Teresa. Sí, tanto él como Almudena deseaban ver a su hijo feliz pero no se esperaban aquella sorpresa.
_¿Entonces, os conocéis del trabajo?_preguntó Joaquín.
_Sí, así es.
_Otra periodista más, esta casa parece estar siempre llena de ellos_comentó antes de dar un nuevo bocado a su filete.
_Sí, supongo que su hijo habrá traído a muchos compañeros de profesión a casa.
_En realidad, ahora que lo pienso no_contestó Joaquín._.Sí, pensándolo mejor sólo a Amanda_continuó bajo la atenta mirada de Alejandro y Almudena, que lo recriminaba con la mirada_, claro que han sido tantos años entrando en esta casa.
_Papá.
_Sí, Alejandro_contestó Joaquín mirándolo por encima de sus gafas.
_Nada, déjalo.
_¿Postre?_preguntó Almudena._, he hecho tarta de tres chocolates.
_La favorita de Amanda_contestó Joaquín empeñado en sacar su nombre en la mesa.
_¡Papá!
_No, gracias, el chocolate tiene muchas calorias_contestó Teresa.
_¿De verdad, no quieres?, la tarta de mi madre es, probablemente, la más buena de todo Madrid.
_¡No seas exagerado!_Rió Almudena.
_No es exagerado, Amanda, también opina lo mismo así que al menos somos tres lo que pensamos así.
_Bueno, probaré un poquito_dijo una cohibida Teresa.
****
Tras terminar el postre, como era habitual, se sentaron en el salón frente al televisor para disfrutar del café viendo una película. Alejandro encendió la tele nada más acomodarse en el sofá bajo la atenta mirada de su padre.
_French Kiss_dijo Almudena. Me encanta Meg Ryan.
_Me gusta esta comedia.¿La has visto?_preguntó Alejandro a Teresa.
_No la recuerdo.
_Seguro que has debido de verla, está muy bien. Ya verás.
El silencio volvió a apoderarse de ellos. Nada de comentarios, nada de charlas y risas durante la película. A Alejandro le vino a la mente la última película que había visto allí con Amanda, La máscara del Zorro. No pudo evitar una sonrisa al recordar la conversación. Sí, ese había sido el día que habían dicho de tener un hijo juntos. Sí, si dentro de ¿nueve años ya? seguían solos tendrían un hijo juntos. ¿Se lo tomaría en serio Mandy? pensaba mientras veía la película ¿Seguirá en pie la idea de el hijo?¿Me buscará dentro de nueve años? De pronto sonó aquella canción y su cara cambió. Los acordes de Dream a Little Dream of Me rompieron el silencio del salón y, por algún motivo, le traía la imagen de Amanda a la mente.
Almudena se percató de aquel cambio en su hijo. No sabía qué le había pasado pero sabía que algo había cambiado.
_Me encanta esta canción_dijo Almudena.
_Sí, es muy bonita_contestó Joaquín.
_No la conocía_comentó Teresa._.Miento, sonaba en tu coche el día que...que fuimos al cine_dijo Teresa.
_Puede ser, no lo recuerdo_Mintió Alejandro, viniéndole a la mente que aquella no era la primera vez que aquella canción le traía el recuerdo de Amanda.
****
En el coche sólo se escuchaba la música. Aquella película lo había revuelto por dentro. No, la película no, aquella canción. ¿Por qué era incapaz de escucharla sin acordarse de ella? ¿Qué estás haciendo Alejandro?No, la quieres. No le hagas daño. pensaba de camino a casa de Teresa. Estaba de suerte un coche salía justo cuando ellos llegaban. Alejandro aparcó el coche.
_¿Subes?_preguntó Teresa.
_No, espera un momento.Tenemos que hablar.
_¿Hablar? Sube a casa y hablamos_dijo tras intentar besarlo.
_No, espera un minuto. Teresa, no estoy enamorado de ti y yo no puedo seguir adelante con algo que es una mentira.
_¿Qué?
_Lo siento.
_Si esto lo estaba viendo venir. ¿Es por la Amanda esa, no? Tu padre ha estado toda la comida nombrándola. ¿Te dejó? ¿Era tu novia?
_No, no es eso. Déjalo. No quiero hablar de eso. Entre Amanda y yo no hay nada y no va a haber nada. Es por mí y por ti, yo no te quiero_dijo antes de Teresa salir del coche de un portazo._Alejandro, sólo a ti se te ocurre liarte con alguien del trabajo_dijo antes de arrancar el coche.
Valencia, Junio 2009
Es esa melodía. Me encanta esta canción. Me gusta la cara de mi madre cuando la escucha y la canta para mí. Siempre baila conmigo cuando suena. Me gusta bailar con mamá. Sus ojos brillan de una manera muy especial cuando bailamos juntos. ¿Son todas las mamás tan guapas? Me gusta mucho mi mamá pero creo que le pasa algo. Hay momentos en los que sus ojos brillan de una manera especial, sí, cuando me habla de mi papá pero no sé dónde está. Éste chico no es. Me gusta pero sé que no es mi papá. A mi mamá no le brillan los ojos con él como cuando me cuenta cosas de mi padre.
_Sergio,escúchame_dijo Amanda haciendo que Sergio se temiera lo peor.
_¿Qué me vas a decir? Alejandro, ¿verdad? Él se sigue interponiendo entre nosotros.
_Lo siento, Sergio. No puedo hacerte esto. No puedo comenzar algo contigo sin estar enamorada de ti. Te juro que lo he intentando. Me ha encantado tenerte aquí. Me has hecho disfrutar, me has hecho volver a sentirme mujer pero...
_No estás enamorada de mí sino de Alejandro_la interrumpió Sergio.
_Sí, es una jodienda pero es así. Lo siento por ti y por mí.
_Sabía que esto podía pasar pero no quería dejar pasar la oportunidad antes de dejar de intentarlo.
_Lo siento, de verdad.
_No te sientas culpable por algo que no puedes evitar. Mejor recojo mis cosas antes de que se haga más tarde para volver_dijo Sergio levantándose del sillón._.Me voy.
_No hace falta que te vayas ya.
_Tengo cuatro horas de camino. No, no te levantes. Sigue dándole de mamar a Diego_dijo acercándose a ella para darle un beso en los labios._.Sabes que puedes seguir contando conmigo. Cuídate. Diego, cuida de tu mamá, es una mujer increíble.
Madrid, Junio 2009
Alejandro respiró profundamente antes de ponerse en marcha. Nada más darle al contacto la voz de Elvis Costello se apoderó del coche. Hacía mucho que no escuchaba aquella canción. ¿Por qué ahora todas las canciones hablaban de la misma persona? Todas las canciones hablaban de Amanda o, al menos, para él.
She may be the face I can"t forget
The trace of pleasure or regret
Maybe my treasure or the price I have to pay
She may be the song that summer sings
May be the chill that autumn brings
May be a hundred different things
Within the measure of a day - See more at: http://www.allspirit.co.uk/she.html#sthash.faPaOPB4.dpuf
She may be the face I can"t forget
The trace of pleasure or regret
Maybe my treasure or the price I have to pay
She may be the song that summer sings
May be the chill that autumn brings
May be a hundred different things
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She maybe the face I can"t forget
The trace of pleasure or regret
Maybe my treasure or the price I have to pay
She maybe the song the summer sings
May be the chill tha autumn brings
or regret
Maybe my treasure or the price I have to pay
She may be the song that summer sings
May be the chill that autumn brings
May be a hundred different things
Within the measure of a day - See more at: http://www.allspirit.co.uk/she.html#sthash.faPaOPB4.dpuf
May be a hundred different things
Within the measure of the day
_¿Te podré olvidar algún día, Amanda?
Elva Marmed
She maybe the reason I survive
The why and wherefore I"m alive
The one I care for through the rough and ready years
Me, I"ll take the laughter and her tears
And make them all my souvenirs
For where she goes I"ve got to be
The meaning of my life is
She....She
Oh, she....
Lyrics Index
© Gillian Washington, 2012 : Home : Contact : Copyright Notice : Cookie & Privacy Policy
or regret
Maybe my treasure or the price I have to pay
She may be the song that summer sings
May be the chill that autumn brings
May be a hundred different things
Within the measure of a day - See more at: http://www.allspirit.co.uk/she.html#sthash.faPaOPB4.dpuf
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