_De verdad que no entiendo a estos dos y a tu hijo menos. ¿Cuándo se va a dar cuenta que Amanda está enamorada de él?_le preguntó Joaquín a Almudena tras quedarse solos.
_No lo sé. A mí se me escapa de mi comprensión. No entiendo esta relación que tienen. Ya verás que terminarán haciéndose daño si no tiempo al tiempo.
_Me dan ganas de darle dos collejas a tu hijo, de verdad_dijo Joaquín levantándose del sillón._A todas las chicas ,que ha tenido de novias, Amanda les da mil vueltas.
_Cariño, tú no eres neutral_comentó Almudena sin poder evitar una sonrisa, que sabía muy bien la debilidad que sentía su marido por aquella valenciana._,aunque tienes toda la razón del mundo pero, lamentablemente, no somos nosotros los que hemos de decidir así que los dejamos y que ellos se las arreglen.
* * *
_Reconócelo el Indi está hecho un abuelo.
_Ale, si tu abuelo estuviera como Indi yo tendría un problema con tus padres y tu abuela_bromeó Amanda.
_¡Capaz te creo!
_¿Lo pones en duda?
_¡No me imagino a mi abuelo con látigo y sombrero corriendo aventuras!
Las risas de Amanda y Alejandro resonaban en el coche mientras iban de camino a casa de Amanda. Alejandro miraba de reojo a su amiga. Ahora sí, aquella era su Amanda. Ya intentaría averiguar en cualquier otro momento quién era ese chico que le amargaba la existencia. Ahora no quería volver a perderla, le gustaba verla así, con aquella risa que contagiaba a todo aquel que la escuchara. Alejandro aparcó en doble fila delante de la casa de Amanda.
_¿El miércoles vamos al cine como siempre?
_Pues, no lo sé. Esta semana tengo bastante trabajo así que ya hablamos_contestó Amanda.
_Claro, claro, como ya has visto al abuelo Jones ya pasas de acompañarme el miércoles al cine_bromeó Alejandro.
_Mira que eres tonto,el abuelo Jones sigue estando como le da la gana. Bueno, dependiendo de cómo vaya de trabajo el miércoles hablamos.
_Vale, antipática. Y el sábado nos vamos de cumpleaños, no lo olvides.
_No, no me olvido pero algo tranquilo, ¿me estás oyendo?
_Sí, sí, te estoy oyendo.
_Hala, te dejo. Ya hablamos.
_¿Quieres invitar a alguien que no conozca?
_¿A quién?_preguntó Amanda.
_No sé, a algún chico.
_No, a nadie.
_¿Seguro?_insistió Alejandro.
_Ale, no hay nadie. No insistas.
_Vale, vale_contestó acercándose a ella y dándole un par de besos antes de que se bajara._Mandy.
_Dime_dijo ya fuera del coche.
_¿Estás bien?
_Sí, perfectamente. Te lo prometo.Anda vete a casa_dijo guiñándole un ojo.
Amanda le dijo adiós desde la puerta. Él no se fue hasta que no la vio entrar y cerrar tras de ella. Siempre esperaba, sentía la necesidad de saber que ya estaba dentro de casa. Amanda subió en el ascensor con el matrimonio mayor que vivía justo frente a su puerta. Eran muy agradables.
_Tu novio es muy majo,Amanda, si no llega a ser por él, el otro día me hubiese tocado subir la compra los tres pisos_comentó la vecina.
_¿Alejandro? Sí, es muy majo pero no es mi novio. Sólo somos amigos, Purita.
_Ah, yo pensaba que erais pareja, como siempre os veo juntos y hacéis muy buena pareja_insistió.
_No insistas, Pura_dijo el marido mientras salía del ascensor.
_Bueno, nena, buenas noches_dijo Pura mientras su marido abría la puerta de casa.
_Buenas noches, Pura, Antonio.
_Buenas noches, guapa.
Amanda dejó el bolso en el perchero que tenía a la entrada. Se quitó la cazadora y también la dejó allí. Acto seguido entró en el salón y se dejó caer sobre el sillón. Estaba cansada. Apenas había descansado en el fin de semana y le esperaba una semana cargada de trabajo. Las palabras de Pura le resonaron en la cabeza tu novio es muy majo. No era la primera persona que pensaba tal cosa, antes les hacía gracia, ahora a ella ya no. ¿En qué momento había comenzado a enamorarse de Alejandro? No lo sabía, igual siempre lo había estado. Sí, probablemente,fuera así. Siempre le ponía pegas a todos los chicos con los que salía. A todos los comparaba con Alejandro y todos terminaban perdiendo. Las parejas no le duraban nada y las pegas siempre las ponía ella, encontraba fallos donde no los había.
_ ¿Quién te ha mandado enamorarte de él?_ se preguntó en voz alta así misma mientras se levantaba del sillón._Amanda, esta vez la has jodido y bien.
* * *
_¿Te lo vas a pensar? No es necesario que me des una respuesta hoy, ni siquiera este mes. Lo tenemos que saber antes de septiembre.Tienes tiempo de pensártelo con tranquilidad.
_Uff, la verdad, Javier, no esperaba yo esta propuesta.
_Lo sé_dijo su jefe._.Yo no quiero desprenderme de ti. Me gustaría que te quedaras con nosotros, eres una de las mejores redactoras que tenemos en plantilla,pero también entiendo que es una estupenda oportunidad para ti. Subirías de puesto, estarías en casa y además eres de nuestra total confianza. Piénsatelo tranquilamente, sin prisas y cualquier cosa me lo dices.
_Bien. ¿Lo sabe alguien? ¿Quiero decir lo de la propuesta?
_Además de la dirección nadie más.
_Por favor, pues, no me gustaría que nadie supiera que cabe la posibilidad de mi marcha a Valencia, no quiero que me presionen ni para una cosa ni para la otra. Es algo que me gustaría decidir a mí sola.
_Muy bien. Callado estoy hasta que tú me digas.
_Gracias, Javier. Bueno,me voy que ya es hora de irse a casa.
Amanda salió del despacho de su jefe con una dualidad de sentimientos. Por un lado le hacía muchísima ilusión la propuesta. Profesionalmente salía ganando con aquel puesto, personalmente también, volvería a casa con su familia. Nada la ataba a Madrid. Le gustaba Madrid. Le estaba muy agradecida a aquella ciudad por todo lo que le había dado en los últimos once años pero también tenía claro que nada ni nadie la ataba a ella. Apagó su ordenador y dejó la mesa ordenada. Casi todos sus compañeros se habían marchado ya, era tan raro ver la redacción casi desierta. Se puso la chaqueta y sacó el bolso del cajón. Su móvil sonaba dentro de él. Ni recordaba haberlo dejado allí.
_Por fin, logro hablar contigo. Llevo un buen rato intentándolo pero nada,imposible_dijo Alejandro._¿Aún en el trabajo? ¿Recuerdas que es miércoles?
_Hola,Ale. Estaba reunida con mi jefe y había olvidado el móvil dentro del bolso. Sí, sé que es miércoles. Ah, nada de cine, ¿qué propuesta? Dime_contestó Amanda mientras salía de la oficina despidiéndose de los pocos compañeros que quedaban._.Arsénico por Compasión, genial, vale. ¿Vienes a mi casa? Vale, ¿pedimos cena y vemos la peli? No, no hace falta que vengas a por mí, hoy he traído el coche. Estoy saliendo de la redacción. Sí, lo que tarde en llegar. Ve para casa y nos vemos allí.Besitos.
Amanda guardó el móvil y salió del edificio rumbo al coche. A mitad de camino retrocedió sobre sus pasos. No recordaba dónde lo había aparcado. Se detuvo unos minutos mientras intentaba recordar qué había hecho aquella mañana.
_¿Aún por aquí, Amanda?_le preguntó un compañero que acababa de salir.
_Ostras, Sergio, ¿puedes creer que no recuerdo dónde aparqué esta mañana?
_Sí, sí que te creo_dijo risueño._. A mí me pasa muchos días, con esto que cada día aparcas en un sitio pero tengo la respuesta. Esta mañana aparqué justo detrás de ti.
_Cierto, ya me acuerdo. Gracias, Sergio.
_¿Tienes prisa? ¿Nos tomamos algo?
_Otro día, hoy me están esperando.
_¿Tu novio?
_No exactamente_contestó mientras retomaba la marcha junto a su compañero.
_Curiosa respuesta_dijo riendo._¿Qué es un "no exactamente novio"?
_Pues, que no es mi novio sólo un amigo_rió._Sí, la verdad es que a veces me explico de pena, quién diría que me dedico a trabajar con la palabra_bromeó._.Pero, ya a estas alturas no rijo ni preposición.
_El sábado es tu cumpleaños, ¿no?
_Vaya, buena memoria, sí.
_¿Haces algo especial?
_No lo tengo claro.
_Todo en tu vida es un misterio. Novios que no lo son exactamente, fiestas de cumpleaños nada claras_bromeó.
_Ja ja ja, no, es que mis amigos están organizando algo pero no tengo ni idea de qué.
_Vale, pues, el viernes te invito a una copa precumpleañera, ¿te hace?
_De acuerdo, hecho_contestó con una sincera sonrisa._.Hasta mañana y gracias por acompañarme al coche.
_Hasta mañana.
Amanda dejó el bolso y la chaqueta en el asiento del copiloto. Era incapaz de conducir con chaqueta, estaba incómoda. Se sentó y observó a Sergio através del espejo retrovisor. Alguna vez se había dado cuenta que le dedicaba más atenciones que a cualquier otro compañero, de hecho, Analia, ya le había comentado alguna vez que no podía negar que le gustaba. Sí, lo sabía. No estaba ciega pero siempre intentaba mantener alejada su vida personal de la profesional. No creía que fuera una buena idea mezclar sentimientos y trabajo, podría llegar a ser una bomba de relojería. Sergio la saludó desde el coche cuando ella se ponía en marcha. Nada más encender el coche sonó la música. ¿Cómo no? La cálida e inconfundible voz de Bublé invadió el coche mientras ella lo acompañaba.
Nada más bajarse del coche y encaminarse hacia su casa vio a Alejandro apoyado en el portal. Nada más verla le dedicó una amplia sonrisa mientras ella intentaba esconder sus sentimientos. No, no quería fastidiar la amistad que había entre ellos y si algo sabía es que si le decía cuáles eran todo se derrumbaría entre ellos. Ya no serían capaces de ser abiertos y sinceros, de ser ellos mismos. Por muy contradictorio ,que resultara,sabía que esa era la realidad. Sí, he hecho bien aceptando la invitación de Sergio. Igual lo invito a la salida del sábado. Sí, ¿por qué no? pensaba mientras se acercaba a Alejandro.
_Eres una tardona_dijo acercándose para darle un par de besos.
_Es que no te lo podrás creer. No me acordaba dónde había aparcado el coche.
_¿Qué dices?
_Sí, como cada día aparco en un sitio. Menos mal que vi a Sergio y él lo sabía.
_¿Sergio? ¿Quién es Sergio?_preguntó mientras entraban al ascensor._. Espera, no me digas que es el capullo gilipollas que te está haciendo sufrir.
_¿Te ha quedado algo más por decirle al pobre? No, no es él.
_Aja, entonces reconoces que hay un imbécil amargándote la vida. Digo yo que hay que estar gilipollas para dejarte escapar_comentó abriendo la puerta del ascensor.
_Ale, te voy a tener que lavar la boca con lejía y no, no es él, ni hay nadie.
_Mandy, eso no te lo crees ni tú_dijo mientras la puerta de los vecinos se abría y salía Pura.
_Hola, Amanda, hola...
_Alejandro_la interrumpió Alejandro.
_Gracias, guapo, es que mi cabeza no da ya para más y se me olvidan los nombres. Amanda, mi gata ha saltado a tu balcón, te importa hacerla salir.
_No, claro que no. Enseguida se la traigo.
Amanda dejó a Alejandro hablando con Pura en la puerta mientras ella entraba en busca de Perséfone, la cual no era la primera vez que se colaba en su apartamento. Aquella blanquísima gata persa se paseaba por su casa bastante amenudo. La primera vez Amanda se había llevado un susto porque sus vecinos no se habían dado cuenta y nada más entrar en casa se encontró con unos ojos mirándola fijamente en la oscuridad desde el sillón. Su grito alertó a Pura y Antonio, los cuales enseguida supieron que Perséfone había salido de excursión. Amanda llamó a la gata ,en seguida acudió a su lado, la cogió y se la llevó a Pura.
_Perséfone eres una gatita muy cotilla_dijo una vez con ella en brazos._.Gracias Amanda. Bueno, los dejo tortolitos, que tengáis buena noche.
_Buenas noches, Pura_dijo Amanda.
_Buenas noches_contestó divertido Alejandro mientras notaba que Amanda tiraba de él hacia dentro de la casa.
_Es encantadora pero también es muy cotilla_murmuró Amanda una vez cerrada la puerta.
_¿Piensa que somos novios?
_Sí, y está encantada contigo, que lo sepas.
_Claro porque la semana pasada le subí las bolsas de la compra. Bueno, no es la primera persona que piensa eso de nosotros, a estas alturas ya no es ninguna novedad.
_No, no lo es.¿A qué hora empieza la película?
_A la que queramos.
_¿Cómo que a la que queramos?¿Desde cuándo tenemos la programación a la carta en España?
_Desde que traigo el DVD conmigo_dijo enseñándole la caja.
_Pero,¿no me dijiste que la daban en la tele?
_Y así es. La darán en la tele cuando la pongamos en el reproductor.
_¡Qué gracioso eres! Eres un mentirosillo.
_Lo sé pero sabía que debía hacer trampas para verte y me apetecía mucho.
_¿Y te hacen falta excusas para ello?
_De un tiempo a esta parte parece que sí_dijo mirándola a los ojos.
_No digas tonterías. Nos vemos todas las semanas.
_Antes lo hacíamos cada día.
_Normal, estudiábamos juntos. Ahora la cosa ha cambiado.
_Tú estás cambiando.
_Serán los años_bromeó Amanda, que comenzaba a sentirse acorralada._. Bueno, yo que puedo, voy a cambiarme de ropa. ¿Cenamos pizza?
_Vale_contestó a sabiendas que su amiga estaba huyendo de la conversación._.¿Pido a mi gusto?
_Bien, como siempre para no variar_contestó riendo Amanda desde la puerta de su habitación.
* * *
_¿Podré hacer uso este verano de mi vale?_preguntó Alejandro dándole un bocado a su porción de pizza.
_Pues, no. Este verano no. Mejor lo dejamos para más adelante si no te importa.
_Supongo que no tiene fecha de caducidad_bromeó.
_No, no la tiene_respondió risueña.
Alejandro hablaba de un vale que ella le había regalado el día de su cumpleaños. En realidad era una simple servilleta que le había escrito entre copa y copa. Vale por un cappuccino en la Piazza Navona rezaba en él. En un principio las intenciones de Amanda era de haber pasado parte de sus vacaciones de verano en Italia. Desde que ambos eran solventes pasaban parte de sus vacaciones juntos, Italia seguía estando pendiente, pero este año prefería no pasarlo con él. No, ahora no era una buena idea. Necesitaba alejarse de él. Distanciarse de sus sentimientos. Le vino a la mente la conversación con su jefe, tenía en la mano la posibilidad de alejarse. ¿Debía hacerlo?
_¿En qué piensas?
_En nada en particular. Dejamos el cappuccino para el próximo verano, éste creo que lo voy a pasar tranquilita en casa de mis padres.
_Muy bien, pero no me voy a olvidar de tu deuda.
_Lo sé.
_¿Ponemos la peli?_preguntó recogiendo la mesa. Alejandro era sumamente ordenado, era una manía que compartían.
_Sí_dijo Amanda levantándose de la mesa de la cocina._Dejo la caja de la pizza aquí, ¿la bajas luego?
_Lo que usted mande señorita_contestó Alejandro dejando las copas que acababa de fregar escurriéndose._Hala, vamos a ver la película.
Alejandro preparó el DVD y se acurrucó en el sofá junto a Amanda. Aquella era una escena de lo más habitual en su vida, desde que se conocieron y descubrieron sus gustos similares veían regularmente cine clásico juntos. Al principio en casa de los padres de Alejandro, al empezar Amanda a trabajar y abandonar el piso compartido las sesiones de cine se trasladaron a su casa.
_No sé si puedo decir que ésta es mi favorita pero casi casi_comentó Amanda nada más empezar.
_Lo sé, por eso, la compré. Digamos que es tu primer regalo de cumpleaños.
_¿Es para mí, en serio?
_Sí, para ti. No es tu regalo de cumpleaños sino de no cumpleaños.
_Gracias, Ale_dijo dándole un par de besos en las mejillas._.Es que es genial, Cary Grant es único, me encanta en esta película.
_En ésta y en todas_bromeó Alejandro pasándole el brazo por los hombros.
Amanda se acomodó. Se sentía tan bien a su lado. ¿Por qué no podían ser algo más que amigos? Igual todo dejaría de ser perfecto y comenzarían los problemas. Quizás se terminarían peleando, cosa que no habían hecho nunca en once años de amistad. Quizás dejarían de disfrutar el uno con el otro. ¿Y por qué tiene que ir todo mal, Amanda? ¿Por qué no podéis disfrutar como pareja? Total, ya salimos y entramos juntos, ya la gente piensa que somos novio. ¿Quién mejor que Alejandro sabe lo que me gusta y deja de gustar en la cama? Al,manda notó que le subía la temperatura corporal con su último pensamiento.
_¿En qué piensas?_preguntó Alejandro.
_En nada_contesto rápidamente Amanda notando que el rubor subía a sus mejillas._.Estaba concentrada en la película. Esta parte es realmente buena.
_Ya_contestó Alejandro mirándola de reojo porque no estaba convencido con aquella respuesta._El viernes me han invitado a la presentación de un libro, ¿te vienes conmigo?
_Eh, sí. No, no puedo. He quedado.
_¿Has quedado?_preguntó Alejandro dándole al pause._¿Con quién has quedado? ¿Por qué no me habías contado nada? Últimamente, estás muy misteriosa, Mandy.
_No es ningún misterio, antes me invitó Sergio a una copa pero le dije que no porque ya había quedado contigo y hemos quedado para el viernes.
_Ajá, otra vez Sergio. Necesito más información de ese tío.
_Ale, no hay nada que contar, de verdad, anda sigamos viendo la peli.
_No, no, no. ¿Qué hay entre ese Sergio y tú?
_Nada.
_¿Qué va a haber?
_¿Has visto alguna bola de cristal en casa?_preguntó riendo Amanda._¿Crees que tengo poderes adivinatorios?
_No, no, no. No me salgas con éstas. ¿Hay posibilidad de una relación con este Sergio?
_Ale, no lo sé. Es sólo un compañero, ¿te lías tu con todas las compañeras con las que vas a tomar una copa?_preguntó Amanda levantando una ceja y mirándolo fijamente._.Déjalo, no contestes. No quiero saberlo.
_Eh, ¡nooooooooooooooooo! ¿Esa es la imagen que tienes de mí? ¿Crees que soy una pichafloja?
_Sí, no_dijo sin poder evitar la risa._.No, ya sé que no. De todos modos, a mí como si te quieres tirar a toda fémina que se cruce en tu camino.
_Joder, Mandy, ¿de verdad doy esa imagen?
_¡Qué no, pesado! ¡Estoy bromeando! Ya sé que no te tiras a todo palo con falda pero
_¿Pero, qué?_la interrumpió Alejandro.
_Pero, nada. Además, mientras no tengas novia y en el caso de tenerla no me cuentes tus devaneos y yo pueda mirarla a la cara.
_No quiero novias, así estoy bien. Sin tener que dar explicaciones a nadie. Bueno, a nadie no porque aquí estoy justificándome contigo.
_Nadie te lo ha pedido.Eres tú y sólo tú el que se ha metido en este lío. Anda dale al play.
Alejandro puso en marcha otra vez la película. No habían pasado cinco minutos cuando volvió a pararlo.
_¿Y ahora qué pasa?_preguntó Amanda.
_No me has contestado. ¿Quién es Sergio?
_¿Otra vez con esas?
_No es nadie. Es un compañero de trabajo, bueno, no exactamente.
_Aja.
_No, no hagas conjeturas. Digo que no exactamente porque pertenecemos al mismo grupo editorial pero no estamos en la misma publicación. Trabaja en la revista de deportes pero estamos en el mismo edificio. Alguna vez hemos coincidido en alguna reunión, comida, en el bar de la esquina tomando café, en el encuentro ese que se hizo de empleados que fuimos al paintball. ¿Qué más quieres saber?
_¿Qué hay entre vosotros?
_Nada. Entiéndeme bien. N-A-D-A. ¿Contento?
_No lo sé. ¿Lo vas a invitar a la cena del sábado?
_¿Por?
_No me seas gallega, no me respondas con una pregunta.
_Pues, no me lo había planteado._Mintió Amanda._¿Te molestaría?
_¿Por qué me iba a molestar?
_No lo sé.
_¿Quieres invitarlo?
_No lo sé.
_¿Es el chico que te crea quebraderos de cabeza?
_No, no hay ningún chico que me dé dolor de cabeza. ¿Cómo he de decírtelo?_Volvió a mentir._.Bueno, miento. Sí que lo hay.
_¡Lo ves!_Interrumpió Alejandro._.¿Quién es ese capullo?
_Tú, tú me estás volviendo loca con tanta pregunta. Así que cállate ya y pon la película de una vez, a este paso volverás a casa mañana.
_¡No sería la primera vez!_exclamó mientras la despeinaba._.Claro que si empiezas a salir con el Sergio ese se me acabó quedarme aquí.
_Tú estás loco y lo peor es que terminarás por volverme loca a mí también. Anda, cállate ya y terminemos de ver la película, que al final nos iremos a la cama a las mil.
_¿Nos?_preguntó acercándose a ella_¿Me estás invitando a quedarme?
_No, ¿acaso no vas a dormir esta noche?
_Vale, me iré a mi casa como un niño bueno.
_Como el que no eres_contestó divertida quitándole el mando y dándole al play._ Y ahora calladito hasta el final.
_A sus órdenes.
Elva Marmed