Valencia, 31 de Diciembre de 2012
_No, no me digas que prefieres quedarte en casa con mamá, papá y los niños. Tú te vienes con Vicente y conmigo y no hay nada más que hablar.
_Pero,de verdad, Cris, no me apetece_contestó Amanda mientras preparaban las uvas para llevarlas a la mesa.
_¡No te apetece! ¡No te apetece! No, he dicho que te vienes y punto. Soy tu hermana mayor y me debes obediencia_dijo riendo.
_Ja ja ja, ¿obediencia? Ja ja ja.
_Sí, otro gallo hubiese cantado si me hicieras más caso. Así que nada, no hay excusas. Hoy toca lucir ese vestido y a poder ser lo que llevas debajo.
_¿Qué llevas debajo, mamá?_preguntó Diego que acababa de entrar en la cocina.
_Cariño, no le hagas caso a tu tía. Está un poco loca_contestó Amanda dejándole a su hijo un beso en la cabeza._.Hala, ve a la mesa que ya vamos con las uvas. Ahora mismo son las campanadas.
_Vale, mami, no te olvides de las mías. ¡Voy a pedir un súper deseo!
_¿El qué?
_Mamá,es un secreto. No te lo puedo decir.
_Vale_Rio Amanda sin imaginar cuáles eran los deseos de su hijo.
_Cariño, has caso a tu hermana y ve a divertirte con ella y Vicente. El niño sabes que se porta muy bien y a ti te hace falta salir.
_Vale, muy bien. Está bien. Veo que esto es un complot y no vais a dejarme tranquila.
_Así me gusta. Luego coges tus cosas y las metes en el coche, te quedas en mi casa y ya venimos mañana a la hora de comer.
_Sí, señorita hermana mayor_contestó Amanda entre risas.
_¡Mamá, las uvas!_gritó Javi desde la puerta. _Ahora mismo van a dar las campanas y el primo y yo tenemos deseos que pedir.
_¡Qué misteriosos estáis vosotros dos con los deseos! ¡Miedo me dais!_dijo Cris saliendo bandeja en mano con los cuencos de las uvas.
Fernando volvió a explicarles a sus nietos cómo funcionaban las campanadas. Les contó la bajada del carrillón, que sonarían los cuartos y luego las doce campanadas. Los niños lo contemplaban atentos y dudosos de poder comerse las uvas al tiempo que sonaban las campanas.
_¿Tenemos que comérnoslas todas?_preguntó Javi a su abuelo.
_Sí, una cada vez que suene una campanada_contestó Fernando.
_¡Pero, eso es muy difícil!_dijo Diego.
_No te preocupes, cariño, no pasa nada si no te las comes.
_Sí, abuela, yo quiero que se cumpla mi deseo. ¡Sólo voy a pedir uno!_contestó Diego que empezaba a preocuparse por no poder ser capaz de comerse las doce uvas a tiempo.
_¡Y yo! Pero es que son deseos muy chulos. ¡Los mejores deseos de primos favoritos!_Saltó Javier.
_Muy bien, primos favoritos, pero no vayáis a correr y atragantaros_dijo Cris.
_Atentos, ahí están los cuartos. Piratas preparados_dijo el abuelo a sus nietos que se habían sentado uno a cada lado en el sofá, justo frente a la televisión.
Pronto los cuartos dieron paso a las campanadas. Amanda miraba atenta a Diego, que intentaba por todos los medios acabarse sus uvas a tiempo. ¿Qué demonios habrá deseado? se preguntaba Amanda mientras comía sus uvas sin quitarle un ojo a su hijo por temor a que se atragantase con las carreras. La última campanada sonó y ninguno de los dos primos fue capaz de acabarse sus uvas. Tenían la boca llena mientras en el plato le quedaban unas cuantas uvas de la suerte. Amanda vio la cara de tristeza de Diego. Estaba realmente apesadumbrado por no haber podido acabar con sus uvas.
_Feliz año, piratilla mío, ¿qué te pasa?_dijo Amanda besando a su hijo.
_Mamá, no lo he conseguido. Mi deseo no se va a cumplir porque no he podido con todas_contestó con la boca aún llena de uvas.
_Cariño, no pasa nada. Mira, mamá se las ha acabado todas. Yo no he pedido ningún deseo así que puedo pedirlo por ti. Como no quieres decírmelo haremos una cosa. Ven conmigo.
_¿A dónde?_preguntó Diego mientras caminaba de la mano de su madre que lo llevaba al jardín de sus abuelos.
_Ven. Dame las dos manos_dijo Amanda a su hijo una vez en el jardín delantero._,mira las estrellas fijamente. Piensa en tu deseo y luego cierra los ojos repite tu deseo tres veces mientras aprietas muy fuerte las manos de mamá.
_¿Y así funcionará?_preguntó un ilusionado Diego.
_Seguro que sí. Igual tarda un poquito más en cumplirse pero seguro que se cumple.
_Vale.
Amanda no pudo evitar una sonrisa al ver la cara de concentración de su hijo mirando a las estrellas. Tenía que averiguar qué quería su hijo. Igual era algún juguete nuevo y no lo había puesto en la carta de los Reyes Magos. Notó la fuerza de su hijo mientras apretaba sus manos. Una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo. Hacía tiempo que no sentía una sensación igual. Sí, hacía más de cuatro años que no tenía una sacudida como aquella. Diego, hasta en eso te pareces a tu padre.pensó mientras su hijo se separaba de ella.
_Mamá, ¿has notado eso? ¿Qué ha sido?
_Tu deseo, cariño, seguro que es tu deseo_dijo Amanda mientras disfrutaba de la inocencia de su hijo._¿Has deseado un juguete?
_No, mami, los deseos no pueden ser de juguetes.
_¿Y entonces?
_Es un secreto, ya te lo dije pero no te preocupes es muy guay.
_Vale. ¿Me avisarás cuando se cumpla?
_Claro_dijo corriendo para el salón. Tenía que contarle aquello a su primo.
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Madrid, 01 de Enero de 2013
_¿Qué haces?_preguntó Jose a Alejandro al verlo sacudir las manos.
_Joder, que me ha dado un calambrazo en la manos increíble. ¿Cómo es posible que tenga tanta electricidad estática?_contestó Alejandro volviendo a coger la copa de cava que había dejado sobre la mesa para que no se le cayera.
_¿Cómo te va a dar electricidad estática así sin más? ¿Qué has tocado?_preguntó Carlos.
_Nada, te lo juro. Ha sido así sin más. Hacía tiempo que no me pasaba. En realidad, diría que sólo me había pasado con...con Mandy.
_Vaya, eso igual es una señal_dijo Helena dándole un par de besos.
_¿Señal? ¿Señal de qué?_preguntó Alejandro.
_Del destino_Interrumpió Gustavo.
_No digas tonterías. ¿No me dirás que tú crees en esas cosas?_comentó Alejandro riendo.
_Todos tenemos nuestro destino_dijo Paloma.
_No, cada uno nos hacemos el nuestro_contestó Alejandro.
_Va, da igual. Si no quieres creer en una posible señal no lo hagas. Ya veremos lo que pasa.
_Sí, ya veremos_Rio Alejandro sirviéndose un poco más de cava.
Valencia, 01 de Enero de 2013
La verdad Amanda no sé para qué has venido. Sí, por no escuchar a Cris mareándote. Sí, lo sé, en el fondo tiene razón. No salgo nunca sin Diego. Mi vida es el trabajo y mi hijo. No hay salidas sin él. ¿En qué se ha convertido tu vida, Amanda? Trabajo, trabajo, trabajo y Diego, que es la mejor de tus recompensas. Tu remanso de paz. Tu cielo particular. ¿Qué demonios habrá pedido de deseo? ¿Cómo voy a poder hacer que se cumpla si no me lo dice? Preguntárselo a Javier es una tontería. Son tal para cual no sueltan prenda. Están tan compenetrados. Es una suerte que hayan crecido juntos. Amanda sonríe que estás de fiesta.
_Hola, soy Luis_escuchó Amanda justo a su lado mientras daba un sorbo a su copa.
_Hola_dijo volviendo a la realidad y dejando a un lado sus pensamientos._,Amanda.
_Lo sé. He oído hablar mucho de ti.
_Vaya. ¿y quién mantiene ese tema de conversación tan aburrido?
_Déjalo, no me lo digas. Cris, mi hermana_dijo con una sonrisa Amanda mientras observaba aquel rostro amigable.
_No, casi, Vicente. Somos compañeros de trabajo. De hecho, alguna vez te he visto recogiendo a tu hijo, ¿Diego, no?
_Sí, ese mismo. Perdona no te había visto antes.
_Ya, nunca habíamos coincidido en ninguna salida.
_Normal, no suelo salir. Hoy me ha convencido mi hermana. Creo que si me hubiese negado me hubiera traído por los pelos.
_Hubiese sido una pena que no hubieras venido.
_Y eso, ¿por qué?
_Motivos, ¿quieres motivos?_preguntó un sonriente Luis bajo la atenta mirada de Amanda que asentía con la cabeza._Bien, uno hoy es un día para salir y divertirse. Dos hubiese sido una auténtica pena no lucir ese modelito y tres tenía muchas ganas de concerte. ¿Necesitas más razones?
_No, no son necesarias. ¿Y por qué querías conocerme?
_¿Siempre pides tantas explicaciones? Deberías haber sido profesora_Bromeó Luis._.Todo lo que he oido de ti es bueno, Vicente habla maravillas de ti.
_Vaya_interrumpió Amanda.
_Además, ¿qué hombre no querría conocerte?
_Gracias_contestó mientras prestaba atención a la canción que sonaba.Sabía que Luis le estaba hablando pero todos sus sentidos estaban puestos en aquella canción :
Te amaré te amaré
Porque fuiste algo importante
Te amaré te amaré
Cuando ya no estés presente
A pesar de todo siempre
Te amaré
Sí, la letra parecía haber sido escrita por ella. Salvo que Alejandro nunca tenía las manos frías ni mala ortografía pero sí no lo podía negar. Ella seguía estando enamorada de él. No quería que fuese así pero era cierto. Sabía que a pesar de todo no había podido olvidarlo :
Te amaré te amaré
A golpe de recuerdos
Te amaré te amaré
Hasta el último momento
Seguirás cerca y muy dentro
A pesar de todo siempre
Te amaré.
_¿Entonces, te parece bien si quedamos un día?
_Perdona, Luis, ¿qué me decías? Estaba un poco perdida en mis pensamientos. Lo siento.
_Supongo que eso es un no.
_Lo siento, de verdad. No sé que te ha dicho mi cuñado pero ahora mismo no me apetece liarme en una relación. Lo siento.
Madrid, 01 de Enero de 2013
_¿Qué haces aquí tan solo?_preguntó Helena acercándose a Alejandro que andaba contemplando la calle desde la terraza.
_Nada. Pensando.
_¿En Mandy, verdad?
_Joder, Helena, no he logrado quitármela de la cabeaza. Mira que han pasado años y he tenido líos con unas y otras pero es que hasta la tontería más ínfima me la recuerda. Antes estaba ahí sonando el Te Amaré y me estaba poniendo malo de sólo oírlo. Y ahora no había otra cosa que poner en la tele sino un especial del Michael Bublé para terminarme de matar.
_Tú no creerás en las señales pero yo sigo. Igual...
_¿Igual qué? ¿Igual vuelve a aparecer en mi vida? ¿Crees que a estas alturas no estará saliendo con alguien? Si Mandy cambió de número fue precisamente para no volver saber nada más de mí.
_Ale, las vueltas que da la vida son muchas y nunca se sabe lo qué nos puede pasar. Anda y vamos para dentro que hace frío.
Valencia, 01 de Enero de 2013
_Primo, creo que mi deseo se va a cumplir.
_Pero ¡si no nos comimos las uvas!_exclamó con cara de enfado Javi.
_Sí pero mi mamá me enseñó a pedir un deseo a las estrellas.
_¡Jo, yo también quiero!
_La abuela no nos va a dejar salir. ¿Miramos por la ventana?
_Vale.
Luz entró en la habitación ,donde se suponía sus nietros dormían, su rostro se iluminaba de manera especial cuando veía a aquellos pequeños. ¿Cómo era posible que hubiesen crecido tan rápido? Parecía que ayer mismo celebraban el embarazo de Cris y secaba las lágrimas de desamor de Amanda pero allí estaban aquellos dos piratas de agua dulce ideando a saber qué.
_Mi madre me dijo que mirase a las estrellas y pensara mi deseo. Espera estábamos agarrados de las manos, de las dos manos y entonces cerré los ojos muy fuerte y entonces sentí un un...¿cómo se dice? Sentí como hormigas por mi cuerpo.
_¡Eso seguro que es muy bueno! ¡Seguro que aparece tu papá!
Luz no podía creer lo que estaba oyendo. El misterioso deseo de su nieto era su padre. Ahora entendía aquella conversación sobre los amores verdaderos...
Elva Marmed