Según la RAE (Real Academia de la Lengua Española) la palabra "desafío" significa:
(De des- y afiar).
1. tr. Retar, provocar a singular combate, batalla o pelea.
2. tr. Contender, competir con alguien en cosas que requieren fuerza, agilidad o destreza.
3. tr. Afrontar el enojo o la enemistad de alguien contrariándolo en sus deseos o acciones.
4. tr. Enfrentarse a las dificultades con decisión.
5. tr. Dicho de una cosa: Competir, oponerse a otra.
6. tr. ant. Romper la fe y amistad que se tiene con alguien.
7. tr. ant. Deshacer, descomponer.
No ha sido hasta la cuarta acepción que me he sentido identificada con el término y lo que en estos momentos significa para mí. Me explico. Esta mañana una persona muy querida e importante para mí, me lanzó el siguiente desafío:
- Oye, como te gusta tanto escribir, pero te quejas de que tienes poco tiempo... ¿por qué no te propones escribir todos los días una entrada cortita en el blog?
- Pero si me quejo de que no tengo tiempo, ¿cómo voy a escribir todos los días?
- Sería una forma de disciplinarte y buscar un tiempo-espacio para ti solita... ¿te animas?
- No sé... creo que me estás enredando... ¿de qué voy a escribir?
- De lo que más te gusta, de filosofía... tu visión del mundo... podría llamarse ¡"365 días de Filosofía"!
Y aquí estoy, redactando el primer post de este desafío, de este guante lanzado al aire... que yo recojo con mucho gusto porque si hay algo que a un capricorniano le gusta, son montañas de dificultades para escalar :)
No sé adonde me llevará este proyecto, si tendré éxito o será un rotundo fracaso; si escribiré todos los días o tendré que escribir veinte entradas en una semana para recuperar el tiempo perdido... pero con los años me voy haciendo cada vez más osada (eso también es de capricornio), no sé si porque uno pierde el miedo a vivir o porque en el fondo, reconocemos que nos queda menos tiempo para plasmar nuestros sueños y dejar una huella en el mundo. No con el deseo que quien busca fama y reconocimiento, sino con la voluntad de aportar un pequeño granito de arena en el presente que pueda convertirse en semilla del futuro.
Con la ilusión pues de un nuevo ciclo que comienza, me encomiendo a las Musas rogándoles un poco de su Inspiración y a Marte, "el impulsor", para que me ayude a librar esta batalla en la que no contaré con más armas que mi Entusiasmo y la Voluntad.