"No acepte críticas de quien no conoce sus luchas"
Últimamente encuentro por facebook muchas frases dignas de ser comentadas y, sobre todo, reflexionadas. Verdad es que hay tal proliferación de ellas que si uno se dedica a leer todas las que recibe, el empacho de "sabias palabras y buenos consejos" termina por surtir el efecto contrario al que se propone, que digo yo no será otro que ser llevadas a la práctica... Pero bueno, en facebook -como en otras redes sociales- ya se sabe, mucho exhibirse y poco cumplirse...
El caso es que la frase que encabeza este pequeño artículo y de la que esta reflexión es fruto, me tocó profundamente cuando la leí. No sólo porque me parece una verdad como un templo de grande, sino porque expresa dos realidades en la vida de cualquier persona: el hecho de que vivir es una lucha constante y que siempre tendremos que lidiar con las críticas. Vamos por partes.
La vida es una lucha constante... verdad incuestionable. Desde el mismo momento del nacimiento comenzamos a luchar; nuestra venida al mundo es una lucha por la supervivencia desde que abandonamos el seno cálido y confortable de la madre hasta que realizamos nuestra primera respiración. Al crecer continuamos luchando, en este caso para adaptarnos a nuevas circunstancias, nuevos aprendizajes... Ya de adultos cada día es una lucha, contra el tiempo, las dificultades, el día a día... Sí, la vida es una lucha que no cesa, sobre todo para el que elige vivirla activa y conscientemente.
Sobre las críticas... ¡hay mucha tela que cortar! En algunos países es deporte nacional y en otros están más veladas, pero igualmente existen. Si hay algo que le gusta al homo sapiens es criticar al vecino, o al amigo o al desconocido que pasa por la calle, ¡qué más da! el caso es criticar. ¿El motivo? Vete tú a saber, pero en el fondo yo creo que criticamos lo que en realidad deseamos; y como no tenemos "reales" de ponernos el desafío, correr los riesgos y lanzarnos a su conquista, criticamos que es más fácil y se puede hacer desde el sofá de casa... El caso es que las críticas suelen ser injustas, crueles y, desde mi punto de vista, innecesarias. Porque nadie más que la propia persona conoce los detalles de su vida y las circunstancias por las que hace tal o cual cosa; y nadie, pero absolutamente nadie, sabe lo que pasa en su interior, ni conoce sus luchas como dice la frase...
Existe una enseñanza atribuida a Sócrates que se llama "los tres filtros" y que, resumidamente, viene a decir que si lo que vas a contar de otro no es ni verdadero, ni bueno ni útil, ¿para qué lo vas a contar? Más castizo pero igualmente sabio es el refranero español, que nos alerta sobre los peligros de las críticas diciendo "vemos la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la viga en el nuestro". Que la crítica es un mal antiguo y arraigado es una realidad, pero que está en nuestra mano no darle continuidad y evitar juzgar a los demás también lo es. Es muy fácil juzgar cuando no sentimos en nuestra piel las furias y el dolor de la batalla, pero si con la imaginación pudiésemos, aunque fuese por un solo instante, ponernos en el lugar del otro y sentir su dolor, su lucha... tal vez no emitiríamos un veredicto, sino que extenderíamos una mano de comprensión.