Los ancianos de campo decían allá por el mes de abril que este verano iba a venir calentito… Y no se equivocaron nada de nada: este mes de julio España entera se ha convertido en un auténtico horno. ¿Dónde podíamos hacer una escapada para encontrar una foto de la semana de Gretur Viajes un poquito refrescante? La maravillosa película “Bienvenidos al Norte” nos dio la respuesta: Bilbao. Y es que Bilbao es una de las pocas capitales españolas donde se puede respirar un poquito de aire fresco en este ardiente verano 2015. No es que haga frío, no me malinterpreten, el tiempo allí es excelente y completamente estival. En este momento en el que escribo el artículo, por ejemplo, la página web de la Agencia Estatal de Meteorología afirma que los bilbaínos están soportando entre 28 y 30 grados, el cielo tiene ese color azul tan maravilloso y luce un sol espectacular. Pero las noches en el norte son templadas, los termómetros se desprenden del color rojo y bajan hasta unos soportables 16 o 17 graditos, la temperatura perfecta para poder, al menos, conciliar el sueño.
Así que a Bilbao nos fuimos a hacer una de las escapaditas estivales de Gretur Viajes y nuestra segunda parada - la primera la hicimos en el hotel - fue uno de los museos españoles del que estamos más enamorados: el Guggenheim. Hacía tiempo que no teníamos dos o tres días para disfrutar con calma de este centro cultural, un museo que en plena temporada alta está lleno no solo de turistas españoles de regiones ardientes huyendo del calor, sino de turistas japoneses, chinos (muchos), alemanes, italianos, rusos, franceses… Como la cola era tan larga, decidimos postergar un ratito el bendito chorro de aire acondicionado del interior y dar un pequeño paseo por su magnífico exterior y ¿qué nos encontramos? Un gigantesco ramo de flores de algunos de los colores del arco iris. Ya habíamos visto en otra visita anterior al museo estos magníficos tulipanes, pero aquel día el cielo era gris, caía ese sirimiri empapador tan típico de la costa vasca y, francamente, nuestro ánimo tenía el mismo color del cielo encapotado. Pero hoy era verano, teníamos dos días de casi vacaciones por delante y el aura más que positiva. Era el momento ideal para disfrutar de una de las obras maestras del gran Jeff Kooons, un artista conceptual famoso en el mundo entero no solo por ser el marido de la antigua actriz erótica (o porno) “Cicciolina” sino por sus colecciones mal llamadas “populares”.
¿Le suena haber visto una pelota de baloncesto flotando en una pecera? ¿Un aspirador dentro de una caja transparente? ¿Una pantera rosa dando un sensual abrazo a una beldad rubia? Sí, el escultor es el mismo que firma los inofensivos tulipanes del Guggenheim. Una enorme y espléndida escultura cromada de más de dos metros de altura, cinco metros de ancho y cinco extraordinarias toneladas de peso. ¿Lo más divertido de fotografiar esos tulipanes de gigante? Las muecas y gestos de todos los visitantes que se acercan a las flores para ver el reflejo de su sonrisa de vacaciones en su superficie espejada. Una obra de arte, una fotografía de la semana de Gretur Viajes que nos invita a lucir nuestra mejor sonrisa estival.
By dalbera from Paris, France [CC BY 2.0], via Wikimedia Commons