Vamos leyendo las últimas páginas del libro del mes de abril y el aire y el corazón se van entibiando para recibir como se merece al mes de las flores y los viajes, muestro querido mes de mayo. Esta vez los aires de primavera nos llevan a Tánger, esa eterna ciudad que vemos en el mapa tan pegadita a la punta norte de Marruecos que parece que se va a caer al mar.
Tánger ha sido elegida por los viajeros de todos los rincones del mundo como lugar de descanso por excelencia. Quizás todos ellos, todos nosotros, estemos emulando sin darnos cuenta al viejo Hércules o Heracles que tuvo que sentarse a descansar antes de emprender su undécimo y menos conocido trabajo: robar las manzanas del Jardín de las Hespérides.
Cuna de la mitología griega, romana y beréber, la vieja Tánger ha visto desfilar por sus calles empedradas a conquistadores de todas las épocas y todas las naciones, hombres de armas, políticos, diplomáticos, espías y gente de mal y buen vivir. Pero esa luz inimitable, ese aire entre occidental y oriental ha atraído también a la flor y nata de la llamada cultura europea. Recordamos a pintores como Delacroix o Henri Matisse, artistas que capturaron en sus lienzos esos colores mágicos de la tierra marroquí; también releemos las obras inmortales de escritores de la talla de Tennessee Williams o el oscuro Paul Bowles, pobres seres humanos que intentaron con mayor o menor éxito plasmar sobre papel esa magia ancestral de una tierra tan cercana y tan lejana al mismo tiempo.
Y es que la fotografía de la semana de Gretur Viajes esta vez lo dice todo sin casi decir nada. Ese azul frío con pinceladas de vital naranja no consiguen traspasar el papel para llevar al lector el aire cálido que inspiró al fotógrafo, ese brillo de la luna que incidía sobre el objetivo, ese latir acompasado de la noche en una ciudad atiborrada, multicultural, étnica, apasionada, moderna, antigua, ancestral, eterna? El fotógrafo ha intentado capturar un reflejo del alma de Tánger, pero la sensación nos la deja a nosotros, a esos viajeros impenitentes que en esta primavera suave dejaremos que Tánger nos robe, otra vez, nuestro corazón viajero.
Imagen:
“Tangier 5184a” by Aires dos Santos - Own work. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tangier_5184a.jpg#/media/File:Tangier_5184a.jpg