Admirando esta maravillosa fotografía de la semana de Gretur Viajes? ¿no le entra un deseo irresistible de lanzarse al agua y cruzar ese inmenso arco natural? Se trata de la Bahía de Lalaria Beach, una de las imágenes icónicas de la isla griega de Skiathos, un pedacito de tierra que se alza orgullosa en medio del histórico Mar Egeo. Visitar Skiathos es un auténtico sueño hecho realidad para los ecoturistas y los viajeros que amamos la naturaleza, el sol, la playa y, cómo no, el turismo comprometido, esa tendencia viajera que busca la unión entre pueblos y culturas, la comunión entre los seres humanos de diferentes razas, ancestros, magias, deseos y logros. Llegamos a Lalaria Beach muy temprano, en esa hora en la que el olor a algas y sal todavía se sobrepone a ese aroma veraniego de las cremas para el sol. En el cielo prácticamente no hay nada, un par de nubecillas que se deslizan por el gran azul, dos o tres gaviotas buscando el desayuno y, claro, el rey: ese sol redondo, brillante, radiante que calienta cuerpo y alma.
Como buenos turistas tecnológicos del siglo XXI, echamos una mirada a la app viajera que llevamos en el móvil. En un tamaño excesivamente pequeño leemos que Lalaria Beach es una pequeña cala situada a unos 10 kilómetros de la ciudad de Skiathos y que solo se puede acceder en barco. Eso ya lo sabemos, por eso hemos tenido que acudir tan temprano al puerto saltándonos el segundo café de la mañana. La app empieza a hablar sobre el origen del nombre de la playa y eso nos interesa más; al parecer, esa palabra con reminiscencias musicales- Lalaria - es el término griego de una palabra bastante menos bella y mucho más contundente: guijarro. Y es así, las fotografías de este rincón de cuento de hadas estival difuminan lo que los pies desnudos de los bañistas conocen muy muy bien, las aristas afiladas de los pequeños guijarros que dan nombre a Lalaria.
Seguimos leyendo. La mini guía nos cuenta que las aguas color turquesa que rodean la calita son el resultado de la acción del mar sobre la piedra caliza del fondo de la ensenada. Miramos y, sí, no solo vemos ese color turquesa que adorna los ojos de los modelos más cotizados del mundo; también admiramos encantados decenas de pececillos de colores, pequeñas algas perezosas, maquetas en miniatura de caracolas? El texto de la guía se va acabando, solo quedan dos párrafos más; en el primero nos cuenta que el arco de roca natural que muestra la fotografía de Gretur Viajes se llama “Tripia Petra” y que, según la leyenda, el que lo cruza nadando ve rejuvenecer su cuerpo y su mente. El segundo dato de nuestra app es bastante más inquietante: al parecer en Lalaria Beach hay de todo, menos sombra. En una o dos horas nuestro paraíso blanco y azul se convertirá en la caldera de Pedro Botero, así que, nada, lo tenemos claro, el tiempo apremia así que nos lanzamos al agua turquesa y empezamos a nadar hacia esa peculiar fuente griega de la juventud llamada “Tripia Petra”.
Imagen
«Lalaria Beach» por Harout Arabian from Bourj Hammoud, Lebanon - Lalaria Beach. Disponible bajo la licencia CC BY 2.0 vía Wikimedia Commons.