Nos preparamos física y mentalmente para atacar al gran coloso esotérico que ejercía sobre nosotros algo fantásticamente íntimo pues no hay lugar en el mundo en el que estos poderes se palpan, naturalmente hay que ser sensitiva para este ejercicio y yo estoy en ese grupo de personas que desde hace un tiempo y por asuntos personales tengo este don que agradezco.
Camino del santuario, carreteras de mano contraria que ya de por sí tienen el especial encanto de poder ir al contrario y llegada al santuario de Stonehenge que se levanta en el impresionante paisaje de Wessex y que siempre ha sido un reto para el entender de los humanos, precisamente porque parece ser que sale de manos sobrehumanas. Naturalmente hay que entrar en terreno religioso para comprender este mundo y es la única energía capaz de conseguir estas cosas materiales. También se considera que el grupo que llevó a cabo esta obra durante etapas diferentes, debió de ser gente de poder terrenal o espiritual traumatizante. La obra se lleva a cabo en el período que va desde mediados del III milenio hasta mediados del milenio siguiente.
El conocimiento astrológico que se tenía en esa época era de tal altura que todavía nos quedamos embobados cuando la luna llena se coloca exactamente perpendicular a la salida del sol en el solsticio de verano (21 de junio) y es precisamente este hecho veraniego el eje de todo el monumento. Un hecho que todavía no ha sido explicado, salvo si se tiene la creencia de civilizaciones poderosas venidas de otros lares.
El foso circular y del bancal situado a su costado interno, Stonehenge dispuso de las cuatro piedras de las estaciones que fueron colocadas en las esquinas de un rectángulo perfectamente trazado delimitando un ángulo recto exacto, al coincidir con la línea del amanecer en el día del solsticio de verano. Así se planteó a mediados del III milenio a. C.
En 1750 a C. (después de las pruebas del carbono 14), Stonehenge atravesó por una decisiva remodelación que básicamente consistió en un ligero cambio del círculo con objeto de exaltar mejor el acontecimiento del cosmos al que estaba dedicado. Se amplió la entrada y se prolongó en una avenida que recogiera la piedra tope (heel stone que da origen a su nombre). En el centro se procedió al levantamiento de un doble círculo de monolitos de arenisca azulada traídos desde la zona sur de Gales. Pero algo ocurrió con este proyecto cuando el interior estaba casi terminado y se decidió repentinamente suspenderlo.
Se remodeló hacia el 1720 a C.; tomando una configuración definitiva que llevaría pareja otras dos remodelaciones. Stonehenge entra en el período III con la erección en el mismo lugar de los monolitos retirados de un nuevo círculo de gigantescas piedras (con un peso de treinta a veinticinco toneladas cada una) de terreno local unidas con dinteles (con un peso de cinco toneladas), trabados entre sí mediante junturas de espiga y mortaja. Este mágico círculo encerraba en su interior cinco unidades de tres piedras (llamadas trilitos), dos soportes y un dintel que formaban un arco de herradura en planta.
Nuevos trabajos de arreglos se realizaron en el período III, coincidiendo con un tiempo de engrandecimiento y revestimiento del monumento. Se recuperaron al menos veinte de los monolitos de arenisca azulada que fueron desechados en la fase anterior y se levantaron en el interior del espacio delimitados por los trilitos. Se cavaron dos círculos concéntricos de hoyos que alojaron otros tantos postes (de piedra) en la alrededor del núcleo monumental. Aunque desgraciadamente no se culminó.
La renovación final en Stoneheng supuso un soberbio esfuerzo de carga y descarga. El núcleo central de la construcción quedó libre de las piedras de arenisca azulada que últimamente se habían colocado allí. A cambio dichas piedras se recogieron en un círculo entre los trilitos que forman un arco de herradura y el círculo de los monolitos de arenisca local. El eje visual del conjunto lo formaría una línea que desde la avenida de la entrada terminaría en un imponente bloque de arenisca azulada que se levantó en esta fase final a la cabecera del marco de los trilitos.
Esta es precisamente la historia del monumento y la misma que nos hace presentir que hay algo más; qué conocimientos tenían estos hombres o seres para llevar con tanta precisión materias tan ruda a colocación tan científica?. Los puntos suspensivos se ponen al final de cada afirmación y a mi se me hace un nudo en la garganta cada vez que subo el camino, ando el suelo y me dejo caer en alguno de lo monolitos porque sé positivamente que han sido tocados por mano muy superior al ser humano; por dioses venidos de otro lugar o por seres iniciados en cultos y conocimientos que ni siquiera imaginamos. Me entra vértigo pensar en la inmensidad que se centra en este monumento, espejo del cielo cuando el sol y la luna se colocan en un punto estudiado y determinado en la llamada edad de piedra cuando el hombre a lo mejor no sabía andar todavía totalmente erguido… me admira y me sigue sorprendiendo por lo que despierta en mi y porque muchas preguntas quedan respondidas con silencios.
Hay que escoger la época; lo ideal es precisamente cuando en junio se presenta este fenómeno pero ahora es imposible estar con la soledad necesario para ello. Yo tuve la suerte de conocerlo cuando aún estaba perdido en la nada allá por los setenta y no se viajaba tanto ni tantos. Hoy se celebra una fiesta imposible con ramalazos hippies y doctrinas y visionarios de todo calibre.
Y por supuesto, no todos reciben el mismo mensaje, tienen la capacidad de conocer y de comprender este gigante en piedra, hay que leer entrelineas para saber que aquello es algo más que unas cuantas piedras abandonadas a su suerte.
Para llegar:
Se coge el tren en la estación de Waterloo hacia Salinsbury, trenes directos cada media hora, y el viaje dura una hora y media. Una vez en la estacion de Salisbury busca los autobuses a Stonehenge que salen cada hora. En grupo puede interesar alquilar un taxi en Salisbury.
DAMADENEGRO 3/2/2009
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