Aunque Inglaterra es conocida por Stonehenge, el territorio escocés está salpicado por todo tipo de construcciones circulares, levantadas por las manos desnudas del hombre en épocas del neolítico, hace más de 5.000 años. La mayoría se conservan en un excelente estado y provocan la afluencia de miles de viajeros provenientes de todas las partes del mundo.
El círculo de Aquorthies
El enorme círculo está construido por 11 piedras, de las cuales todas menos dos permanecen aún de pie. Estos emplazamientos se cree que servían como lugares de culto y ofrenda, perfectos para rezar y elevar el espíritu. De hecho, hay leyendas por ahí que dicen que debajo de las dos piedras que están tumbadas se encuentran el acceso a tumbas de reyes de la antigüedad.
¿Cómo llegar hasta Aquorthies?
Para visitar este milenario y místico círculo de piedras, con más de 5.000 años de antigüedad, hay que llegar hasta el cercano pueblo de Inverurie. Una vez allí, hay que coger una carretera rural muy pequeña, tanto que solo cabe un coche, aunque no te preocupes porque es segura y está bien señalizada.
Tras aproximarnos al lugar debemos dejar el coche en el parking de las instalaciones y llegar a pie hasta el círculo. Un buen consejo es llevar siempre con nosotros el GPS, porque algunas calles son muy estrechas y es posible perderse. Pese a todo, el camino que separa el aparcamiento del monumento no toma más de 5 minutos.
Si queremos llegar desde España, hay que viajar a Edimburgo en avión y posteriormente, desde tierra, dirigirnos hasta Aberdeenshire. Lo más cómodo es alquilar un coche.
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