¡Bienvenido verano! En esta época del año en la que el sol, el buen tiempo, y el calor son los protagonistas, nuestra preferencia para viajar al Camino de Santiago es sentir la brisa del mar acariciándonos a cada paso.
Es todo un aliciente poder caminar junto al mar con playas interminables de arena blanca como telón de fondo. Poder quitarse las botas y sentir la arena sobre tus pies descalzos, un privilegio que ningún peregrino rechazaría.
Grabados tenemos en nuestra memoria el recorrido por el Camino Portugués de la Costa desde Oporto, que lo habíamos descubierto en el pueblo marinero de A Guarda hace algún tiempo, o los tramos del Camino del Norte que nos enamoraron por Santoña y Noja o desde Villaviciosa a Gijón.
Vistas del Monte de Santa Tecla desde la playa de Moledo do Minho
Vistas de A Guarda
Playa de Trengandín en Noja
Foto de la playa de San Lorenzo en Gijón
No podemos olvidarnos y dejar sin mencionar, el Epílogo a Fisterra. Un recorrido donde el paisaje a base de hórreos, corredoiras, aldeas con encanto, fuentes, cruceiros, puentes, arroyos, ríos y valles en su estado más salvaje te acompañan hasta culminar en el último de los lugares que dan magia al Camino de Santiago: el faro de Fisterra.
Fotografía de Woman To Santiago
Y vosotros, ¿qué preferencia de Camino tenéis para esta época estival?
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