Mapa tomado de Gronze
Al igual que pasa con el camino, no existe una única respuesta. Todo depende de una serie de premisas que voy a tratar de detallar a continuación.
Aunque si os soy sincera y después de haber recorrido unos cuantos, todos me parecen muy apropiados. Podrías lanzar una moneda al aire y dejar que el azar guiase tu primera experiencia. No creo que salieras ni mucho menos defraudada.
Para comenzar voy a ordenar una pequeña lista de caminos bajo un criterio que va de más transitado a menos:
1. Camino Francés: acumula el 63% de los peregrinos
2. Camino Portugués: 18%
3. Camino del Norte: 6%
4. Camino Primitivo: 4%
5. Camino Inglés: 3%
6. Camino Sanabrés: 3%
7. Camino de Invierno: ¡287* peregrinos registrados en Santiago!
*Más de 277.000 peregrinos registrados hicieron el camino en 2016 (Datos tomados de la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela).
No están todos los caminos, ni mucho menos, pero sí quizá los más reconocidos. Prometo realizar otro post para escribiros sobre las otras rutas. Serán también verdaderas obras de arte para tus sentidos.
Tienes por lo tanto una lista cerrada con los Siete Magníficos. Al igual que en la película homónima, cada cual tiene su propia personalidad, pero también sus habilidades naturales, contribuyendo por separado a forjar la leyenda del Camino de Santiago.
A partir de este punto sencillamente voy a presentarte una serie de preguntas que a menudo me hacen llegar. Nos serán muy útiles para intentar contestar al interrogante origen de este post.
¿Se requiere una buena forma física para afrontar el Camino?
Efectivamente hay caminos más exigentes que otros. No sólo influye el número de etapas o su kilometraje. También el perfil del terreno.
No es lo mismo una etapa llana por muy larga que resulte, que una etapa tobogán donde subir y bajar es la norma. Y si se encadenan varias de éstas, no te digo ya nada.
Pero no te alarmes, que los peregrinos de antaño ni eran atletas ni tampoco tontos. Sabían muy bien de sus limitaciones y buscaron valles, pasos de montaña y llanuras para buscar Santiago cargados de las justas penurias.
De mis 7 Magníficos, pondría al Camino Portugués como el más asequible desde el punto de vista físico.
En el otro extremo, colocaría al Camino Primitivo, más que nada porque atraviesa un respetable tramo de la Cordillera Cantábrica.
Subes alto, muy alto y, de repente, antes justo de entrar a Galicia, bajas a plomo, casi como deslizándote sobre un tobogán de tierra.
A la altura de los molinos en el Camino Primitivo
Por tanto, los tipos de camino ordenador por nivel de exigencia física (de mayor a menor).
1. Camino Primitivo
2. Camino Sanabrés
3. Camino del Norte
4. Camino de Invierno
5. Camino Francés
6. Camino Inglés
7. Camino Portugués
Evidentemente un camino largo, es un camino más duro que uno corto. Pero este término lo trataré un poquito más adelante.
¿Está bien señalizado el camino?
En general sí, y en algunas rutas en concreto como la del extraño caso del Camino Francés, existe para mi gusto un exceso de señalética.
En el otro extremo, al menos cuando yo lo hice hace ya más de cuatro años, se encuentra el Camino de Invierno. Me encontré hasta señales quemadas por un incendio forestal, y no fue la única vez que me perdí.
Flecha del Camino de Invierno quemada
Ahora no es así, se ha señalizado oficialmente, pero antes tenía ese encanto del nómada buscando la aventura, haciendo que cada día fuese diferente.
Aquí simplemente mi lista la lideraría en primer lugar el Francés y después el resto a mucha distancia. Viva la duda ante un cruce de caminos que además es muy sabia.
¿Voy a encontrar sitios donde beber, comer y dormir?
¡Como no! España es una potencia mundial en turismo y también en playas con bandera azul. Esto último lo digo para los que se decidan hacer el Camino del Norte. Si eres tú, mete un bañador en la mochila para este verano.
Imposible no darse un baño al llegar a una playa por el Camino del Norte
En este caso, también la palma se la lleva el Camino Francés. Más transitado equivale a más recursos de todo tipo, tamaño y color cada pocos kilómetros.
Los cien últimos son conocidos también como “la milla de oro”. Es el Beverly Hills de las rutas jacobeas, salvando las distancias claro.
El Camino de Invierno o el Primitivo se encuentran entre los más audaces, al menos entre etapas. Agua no te faltará en parajes tan puros, pero alojamiento y comida elaborada muchas veces tendrás que esperar a final de etapa.
De nuevo si te encuentras entre los que buscan la aventura del peregrino nómada, estas dos últimas opciones son tu mejor elección.
¿Cuál es el camino más auténtico?
En busca de lo auténtico, lo salvaje, en contacto con la naturaleza. ¿Quién podría renunciar a esto? Yo no.
Por eso aquí apunto en primer lugar mi debilidad: el Camino de Invierno. Una ruta donde los parroquianos aún se preguntan que harán estos locos de la mochila serpenteando por el valle del río Sil.
Foto de los Cañones del Río Sil
Entonces te embarga el sentimiento del viajero de antaño, cuando viajar lejos de ser un placer estival, era una necesidad imperiosa del alma. Peregrinos de casta, recios, duros y con voluntad de hierro.
El Camino Primitivo, la ruta original que dio vidilla poco a poco al resto de caminos, también forma parte de momento entre los elegidos para la aventura y naturaleza en estado puro.
Placa del Camino Primitivo en Oviedo, comienzo del Camino
También el Camino Sanabrés es uno de mis favoritos en este apartado. Combina calidad en el servicio al peregrino con autenticidad y naturaleza exuberante.
La esencia del Camino de Santiago no se encuentra muy lejos de estos tres caminos. Simplemente tienes que entrar, dejarte empapar por el entorno y disfrutar. En breve te sentirás un viajero atemporal sin ninguna prisa por llegar a tu destino.
¿Hacer el Camino de Santiago es muy caro?
Pues depende de lo que necesites para viajar. Ya sabemos que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.
Y el camino es una lección constante de aprender a valorar las pequeñas cosas que realmente son importantes.
Respondiendo a la pregunta, te diré que no. Sobre todo en el Camino Francés, al ser el más popular y transitado, encontrarás ofertas de alojamiento y comida realmente atractivas sin detrimento de la calidad.
Aún así la picaresca también existe, como en cualquier viaje de aventura por el mundo. No pasa nada, sólo tienes que usar el sentido común y contrastar la información recibida.
Existen también otros caminos que por menos transitados, y también menos expuestos al mercadeo de viajeros, conservan precios de escándalo para el peregrino urbanita: el Camino de Invierno o el mismo Sanabrés.
¿Qué época del año es la mejor para hacer el camino?
Para mí sin dudar demasiado diría que primavera, o incluso mejor este otoño tan agradable que disfrutamos estos últimos años en España.
Llegados a este punto, si más o menos tienes una idea clara de cuál es el camino vas a hacer, te respondería a esta pregunta de la siguiente manera:
Camino Francés
Mejor obviar el período estival salvo que te gusten las romerías, donde hileras de peregrinos cogen el rebufo del inmediatamente anterior.
Bromas a parte, si te gusta el ambiente popular, éste es tu camino para el verano. Si por el contrario te va más el silencio y elegir compañías sólo cuando te apetece, cualquier otra época del año podría ser buena.
Camino Portugués
Es el segundo más transitado y en verano tiene un generoso ambiente pero sin masificarse de momento.
Cualquier época del año es buena. Aquí a tu gusto y disponibilidad de tiempo, porque éste en concreto lo puedes retomar incluso desde Lisboa en Portugal.
Yo en su día hice el Camino Portugués por la Costa en pleno agosto, y resultó una experiencia de los más gratificante. Portugal te sorprende muy positivamente en el camino. Es auténtico, está muy cuidado y la mar te da la vida sobre todo en verano.
Camino del Norte
Mejor elegirlo en primavera, verano y otoño. La mayoría discurre por la costa cantábrica de España, y aunque las tempestades son bonitas desde cierta distancia, el peregrino que bordea la costa puede sufrir demasiado.
Cuando llueve por esas tierras, llueve de verdad y no suele parar. Frío, humedad y viento te podrían acompañar demasiado tiempo.
Pero todo tiene su gracia, y desde luego conozco peregrinos que gustan de luchar contra esa bravura fresca y salvaje.
En cualquier caso, tanto en verano como en invierno, este camino no te dejará indiferente.
Camino Primitivo
Ruta que atraviesa la parte occidental de la Cordillera Cantábrica por valles, collados y montañas.
Lógicamente en invierno las nevadas pueden ser abundantes, y más que un peregrino, lo que necesitas ser es un montañero con experiencia en la alta montaña. Importante, aunque hacer el camino de santiago sola es maravilloso y siempre lo recomendamos, no podemos hacerlo si nieva.
Tardía primavera, verano y los primeros días del otoño, quizá sean las mejores épocas para disfrutar ese camino sin mirar al cielo.
Camino Inglés
Casi todos los días del año te diría que son apropiados para tomar esta vía. Si bien al tocar costa atlántica, no viene mal consultar el tiempo por si alguna tempestad viene de ultramar.
Vistas de Pontedeume bajo la lluvia y la niebla
Es un camino muy corto, apenas sobrepasa los 100 Kms. Siempre puedes prever las inclemencias del tiempo a futuro.
Camino Sanabrés
Es la culminación de la Vía de la Plata prácticamente al tocar las tierras de Galicia.
Esta parte de la antigua vía romana puedes hacerla durante todo el año. Eso sí, prevé que los albergues o alojamientos que tienes previsto visitar estén abiertos en tus días de camino.
Especialmente en el otoño y la primavera por el auge de su naturaleza, el recorrido es especialmente espectacular.
Camino de Invierno
Como su nombre ya indica, es la vía utilizada por los primeros peregrinos para evitar las nieves del Cebreiro durante el invierno.
Toma buena nota de tus antepasados, y elige esta alternativa para el invierno más crudo.
O Cebreiro nevado
Mucho menos transitada que el resto de las vías aquí descritas, le confiere una paz y una autenticidad sin parangón.
En verano el calor es importante, utiliza para caminar el frescor de las mañanas y los ocasos del sol sobre el valle del río.
No hay prisas en este camino, el propio cauce tranquilo del río impone el ritmo más pausado. Todo fluye en consonancia con el agua.
¡Siete preguntas para siete caminos!
Espero haber resuelto en alguna medida alguna de tus dudas para escoger tu propio camino.
La buena noticia, peregrina, es que escojas lo que escojas difícilmente te equivocarás.
Fotografía de Woman To Santiago
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