Maribel estaba deseando que pasara la semana. Le encantaba su trabajo pero estaba derrotada. Necesitaba descansar y esperaba la llegada del fin de semana como agua de mayo. El viaje la había dejado agotada. Cuando había planeado el viaje a Londres pensó en unas vacaciones de relax. Visita a museos mientras Eduardo trabajaba. Alguna salida tranquila con Eduardo y Peter, cenas tempranas. Cinco días de cambio de aires, cinco días tranquilos. Cinco días que terminaron convirtiéndose en un romántico viaje con alguien de quien no había vuelto a saber nada desde que se habían despedido en la puerta de su casa el domingo por la noche. Tres días hacía que no tenía noticias de Gabriel. Cierto que ella tampoco se había puesto en contacto con él
pero tenía la esperanza que él lo hiciera. Sin embargo, tal y como ella había imaginado, sólo había sido un viaje para recordar.
Necesitaba un café. Nada más terminar la clase atravesó el aulario rumbo al bar. Un par de alumnos la pararon por el pasillo para preguntarle unas dudas sobre el trabajo que debían presentar. Los atendió encantada para terminar yendo con ellos a tomarse el café. Maribel se llevaba bien con sus alumnos así que no era raro verla sentada en el bar entre ellos. Una hora más tarde entraba en su despacho para recoger unos libros, que había olvidado y necesitaba para la siguiente clase. Aceleró el paso para regresar al aulario cuando entró en el aula la mayoría de los alumnos la esperaban ya sentados.
_..... se discute a menudo sobre el papel de Nefertiti en el llamado Cisma de Amarna, el reinado de Akenatón que revolucionó por completo la sociedad y la cultura egipcias. Hay quien piensa que se vio arrastrada por la ineptitud de su marido mientras otros la consideran la cabecilla de la mal llamada rebelión.... _ Maribel daba la clase bajo los atentos ojos de sus alumnos _ ...Nefertiti suele ser representada en igualdad de condiciones respecto a su marido, es más en algunas representaciones es ella la que aparece tocada con la doble corona ..._
Maribel hablaba y hablaba sin parar bajo la mirada de sus atentos alumnos que atendían encandilados sus explicaciones. No se percató que en aquella clase había un alumno nuevo que escuchaba sin pestañear sus explicaciones desde la última fila de la clase. No tomaba apuntes. Sólo se concentraba en sus palabras.
_...si no tenéis ninguna duda, con esto y un bizcocho los veo mañana a las ocho... ya sabéis que teneis la bibliografía en las fotocopias...lo dicho nos vemos mañana..._ dijo dando por concluída la clase.
Mientras recogía sus cosas algunos de los alumnos se acercaron a hablar con ella. Sólo entonces al levantar la vista y mirar al fondo de la clase se percató de su nuevo alumno, que acababa de levantarse de su asiento. No pudo evitar que una sonrisa se alojara en su rostro.
_Hasta mañana..._ le dijo a varios alumnos que se despedían de ella. _Así que ahora te cuelas en mis clases o ¿te has matriculado?_
_Besar a la profe quedaría muy mal, ¿no?_
_Va a ser que sí_
_¿Tienes más clases hoy o me he informado bien y ésta era la última?_ le preguntó Gabriel.
_ He acabado por hoy_contestó.
_¿Comes juntos o tienes planes?_
_Si me acompañas un momento al despacho que haga un par de cosas..._ dijo saliendo de la clase sin salir de su asombro por verlo allí.
Gabriel se sentó en el despacho. La contemplaba en silencio mientras ella trabajaba en el ordenador. Tres días hacía que no la veía. Una eternidad. Tres días había dejado pasar antes de ir a verla. Tres días había necesitado para aclararse él consigo mismo. Después de romper con ella no había tenido ninguna relación seria. Había tenido varias parejas pero nada serio porque él lo había querido así. Nunca había entrado en sus planes ir más allá en una relación pero aquel viaje, aquel encuentro había hecho que sus convicciones se vinieran abajo.
Maribel terminó en el ordenador. No estaba segura de lo que había escrito. Mañana lo revisaría. Estaba desconcertada con la presencia de Gabriel. Estaba completamente convencida que no lo volvería a ver. Tenía asumido que aquello había sido una breve historia. Había pensado que el silencio de Gabriel en los últimos días era la confirmación de sus sospechas y ahora estaba allí. Lo tenía sentado frente a ella observando lo que ella hacía y ella, la reina de la concentración, era incapaz de concentrarse en un breve cuestionario para un estudio.
_Cuando quieras nos vamos_ dijo levantándose de su asiento apagando el ordenador y poniéndose la chaqueta._¿por qué me miras así?_
_¿Cómo?_
_pues como lo estás haciendo_
_¿y cómo lo estoy haciendo?_
_¿Me estás tomando el pelo?_
_Ven aquí y cállate ya..anda.._ dijo Gabriel antes de besarla.
Cinco minutos más tarde salían del despacho con las manos entrelazadas. Maribel saludó a varios compañeros de departamento y alumnos de camino al parking.
_¿Has venido en coche?_ le preguntó Gabriel.
_No, rara vez vengo en coche, no vale la pena, tengo el metro en la puerta de casa y me evito los atascos_
_Mejor así vamos los dos en mi coche_ contestó Gabriel abriendo el coche _¿te apetece comer algo especial?_
_No sé, nada en particular_
_Bien, entonces elijo yo el sitio_ contestó poniendo el coche en marcha.
Terminaron en un pequeño restaurante que quedaba a mitad de camino de la casa de ambos. Estaba claro que Madrid podría ser grande o pequeña, ellos vivían a un par de manzanas el uno del otro, y en todo este tiempo no se habían encontrado ni una sola vez.
_Nunca había estado aquí _ comentó Maribel nada más irse el camarero tras tomar nota de las bebidas.
_Yo he estado un par de veces, se come muy bien_
_¿Alguna recomendación?_
_La trucha_
_Bien, me fiaré de ti_
Gabriel le hizo una señal al camarero y pidió trucha para ambos. Hablaron del tiempo, del viaje, de la vuelta al trabajo y el cansancio acumulado pero ninguno sacó el tema más importante, ellos.
_Por cierto, he de decirte que de haber tenido una profe de historia como tú hubiera sido colega tuyo de estudios. Eres la leche. Eres realmente buena. Aluciné en tu clase, creo que mojé la mesa con mis babas escuchándote..._
_Vaya, muchas gracias aunque seas un exagerado_
_Para nada soy exagerado, vives lo que explicas, transmites de manera increíble y tus alumnos te adoran. Se nota_
_Hasta que llega la hora del examen_ bromeó mientras el camarero les dejaba los platos. _Uhmm..realmente el aspecto es delicioso_
Durante unos minutos se hizo el silencio entre ellos. Ambos se concentraron en la comida. Ambos esperaban la señal de salida. Ambos esperaban comenzar la conversación aplazada.
_¿Y bien?_ preguntó Maribel tras tomar un poco de vino blanco _ ¿Para qué te has colado en mi clase? ¿Sentías curiosidad?_
_Sí y no...cierto que quería saber cómo eras en clase porque en Londres me habías demostrado que dando explicaciones eras único pero también tenía muchísimas ganas de verte..._ dijo soltando el tenedor y acariciándole la mano.
_Creía que ya no te volvería a ver..._
_¿Por qué? Te dije que quería estar contigo..._ dijo Gabriel _si no te he llamado estos días es porque necesitaba aclararme yo mismo y he tenido muchísimo trabajo..._
_¿Y te has aclarado?_ preguntó Maribel.
_¿Y tú?_
_Gabriel..._ dijo volviendo a tomar un trago de su copa _ yo siempre he tenido mis ideas claras, de lo único que no estoy segura es de meterme una vez más en una relación sin futuro..._
_Ya_ contestó Gabriel rebuscando en su mochila. Sacó un pequeño paquete azul y se lo dio a Maribel _ esto es para ti_
_¿Qué es?_ preguntó Maribel cogiendo el paquete alargado. Por su forma no era capaz de adivinar lo que era.
_Ábrelo y lo verás_
Maribel abrió el paquete. Estaba nerviosa. No recordaba que Gabriel le hubiese regalo nunca nada, sin contar algún regalo por su cumpleaños pero sin motivo nunca. Era la segunda vez que la sorprendía en el mismo día. Maribel abrió sus grandes ojos sorprendida al encontrarse con un cepillo de dientes rojo.
_¿Un cepillo de dientes? Curioso regalo...gracias... siempre viene bien tener uno de repuesto por si acaso_
_Veo que no lo has entendido. Hace tres años un cepillo de dientes nos separó, bueno, no un cepillo de dientes, el terror que me dio al verlo en mi cuarto de baño_ dijo Gabriel mirándola fijamente a los ojos _éste es para ti pero para que lo dejes en mi casa...así no tendrás que traerte el tuyo cuando te quedes..._
_¿Me estás diciendo que quieres que salgamos en serio?_ preguntó Maribel notando un cosquilleo apoderarse de su estómago al ver a Gabriel asentir con la cabeza_ ¿Y esto es lo que se usa ahora? ¿Regalar cepillos de dientes en vez de flores?_ bromeó Maribel levantándose para besarlo.
_¿Esto es un sí?_
_Podría regalarte otro cepillo pero no tengo a mano_ bromeó volviéndolo a besar.
Elva Marmed