Lo curioso es que me siento un poco “farsante”. Sí. Yo, que no he hecho ni un sólo curso decente de SEO, que no soy periodista ni lo pretendo (aunque me lo planteé), que no soy escritora (aunque ojalá llegue algún día a serlo de verdad y a sentirme como tal), que no tengo ni idea de diseño web, ni de la forma correcta de escribir un relato (en plan técnicas y tal…), ni de muchas cosas que se me escapan. Yo, que tengo faltas algunas veces. Que me han criticado metidas de pezuña (no leves, algunas). Yo, que a veces me pierdo y doy mil vueltas en un mismo texto. Me piden consejo. A mí. Flipas.
Iba a escribir un post relacionado con esto, tratando de dar respuesta a las preguntas que me hacen, pero creo que lo mejor va a ser que copie y pegue la respuesta (desde un punto en concreto) que le dí a una chica hace cosa de una semana.
Espero que os sirva a todos/as aquellos/as que preguntáis y que deseáis escribir o crear blogs de la nada.
(…)
“No creas que es un camino fácil, cuesta mucho ver resultados, ver crecer los seguidores y las visitas. Es algo muy complejo. Tal vez pasen años hasta que seas muy leída o tal vez meses, pero no te agobies al principio, ni te compares como hacía yo con otros blogs, mirando contadores de visitas y comentarios. Sólo hará que estresarte y eso no ayudará a que el contenido mejore, porque estarás queriendo escribir por y para la galería, esperando actuar como crees que ellos quieren que actúes. Ten paciencia y NUNCA (graba esto a fuego) NUNCA te vendas, nunca intentes dar tumbos cambiando de camino, saliéndote de lo que te gusta hacer sólo por gustar más. Sé fiel a ti misma y escribe SIEMPRE lo que te nazca del corazón, aunque lo lean cinco personas. Piensa que habrás hecho felices a cinco personas con tu arte, y eso ya es mucho.
Lee mucho. Si tienes dudas sobre cómo se escribe algo, búscalo. Aunque creas que al principio da igual porque igual no lo lee nadie (yo lo pensaba), llegará un día en el que por cualquier cosa te criticarán, algunas veces con razón, pero otras veces…no tanto. No dejes que nadie te pueda criticar por algo que puedes hacer genial.
Escribe lo que a ti te gustaría leer, algo que cuando hayan pasado los años, no te arrepientas de haber escrito. Escribe como si acariciaras cada tecla, como si todo fuera verdad, aunque haya ficción en lo escrito. Para que la gente se quede, tienes que llegar. Hay mil blogs, pero lo que diferenciará al tuyo será ese “algo” que te diferencia a ti de otras personas. Tu encanto personal, tu “qué sé yo”.
Lee y relee antes de publicar. Haz de cada entrada algo diferente, aunque sea algo complicadísimo que no siempre se consigue.
Nunca des la espalda a las redes sociales. Si te curras facebook y twitter, el mayor flujo de visitas vendrá de ahí. Nada más crees el blog, abre un perfil en cada red social.
Ve a por todas. Todo el mundo tuvo un principio. Lo importante es que creas en ti misma.
Nunca dejes de aprender. Lee artículos, lee otros blogs, aprende del entorno.
Y ahora esto:
Sé agradecida con los comentarios, contesta siempre a todos, y a los e-mails, cuando los tengas. Y créeme, para ser conocida como blog, no hace falta hacer spam, colgar tus enlaces a diestro y siniestro en todas partes y comentar para colar tu link. Es horroroso, una de las cosas más negativas de este mundoblog. Comparte buen contenido, genera interés y te aseguro que los fans vendrán por sí solos, porque la gente compartirá y compartirá (el boca a boca de toda la vida).
Espero que te haya servido de algo toda esta biblia. Si tienes alguna duda más o algo que no te haya quedado claro, coméntamelo.
Un beso y mucha suerte.”
Y a pesar de toda la biblia que le solté a la pobre chica, en el fondo pienso que pocos consejos sirven a la hora de escribir. El escribir es como el estar enamorada: lo estás, y punto. Cuando tú escribes no sabes por qué te sale, no puedes decirle a nadie cómo hacerlo si no sabes ni siquiera tú cómo leches te ha salido.
Si me aceptáis uno de los últimos consejos que os daré en este post, os diré algo que me dijo un buen escritor: “Lee mucho”. Ningún consejo os valdrá realmente si no leéis y escribís sin parar. Pero OJO, cuidado. Del mismo modo que hay que “saber” escribir, hay que “saber” leer, y hay que lograr la complicada tarea de no sonar a repetido ni a copia. Hay que trabajar. Y trabajar. Y trabajar duro sin rendirse, sin parar.
Porque no es un tópico: nada es imposible. Y no es que haya vuelto a caer en la fiebre del si “crees, creas”, pero es que es tan cierto que asusta. Que de la noche a la mañana empiezas a recoger, siempre que hayas sembrado, claro. Por eso hay que sembrar. No esconderse ni agacharse. La cabeza bien arriba, porque escribir es lo más bonito del mundo.
Que no os asuste hablar de emociones, ni mucho menos sentirlas. Que no os dé miedo expresar vuestras ideas.
Esto es una aventura, un camino largo, una puerta abierta por la que todo aquel que quiera se puede colar. Porque invitáis sin invitar. Repartís entradas sin saberlo, sin saber si el aforo será limitado. Sin saber si quien entre será para bien o para mal. Aquí no hay derechos de admisión. Aquí no se reserva nada.
Aquí se da todo. El todo por el todo. El alma sobre las teclas. El corazón siempre de cara.
Nada más que añadir. Espero que sirva de algo y que ayude un poquito más a solventar esas dudas :)
Me despido.
Corto y cambio.
M.
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