No. El amor no son todo risas y arrumacos, y si no ¡es que es tóxico, danger! No. Ni blanco, ni negro, ni gris. Todos los puñeteros colores del arcoiris componen algo tan íntimo y tan mágico como una relación. Y en el esfuerzo de comprenderse, en el empeño de inyectar rosa en los días grises de tu pareja, en las ganas de compartir juntos el azul del cielo, el verde esperanza y todos esos marrones que aparecen de la nada sin avisar, está el verdadero amor. En construir hasta cuando todo está destruido. En hacerle ver al otro que el amarillo no tiene por qué traer mala suerte si estáis juntos, y que al negro, no hay que temerle: es el más elegante y queda que ni pintado.
Nadie dijo que elegir a alguien en la salud y en la enfermedad fuera sencillo. Pero hoy, dos personas a las que quiero muchísimo, se han dado un ‘sí quiero’ que ha valido todas las alegrías y todas las penas, los baches, las horas de hospitales, los momentos de estrés, problemas y dolor. Porque no pasa siempre, pero cuando el amor gana una batalla, tenedlo claro: es capaz de salir victorioso de una guerra entera.
Os quiero.