Día 5

Día cinco. Durante estos días de confinamiento me he dado cuenta de varias cosas. Algunas son bastante absurdas, otras tantas tienen relativa importancia y, las que dejaré para el final, creo que marcarán un antes y un después en mi vida personal. O eso espero.

Todavía tengo manchas de pintura por rascar desde el verano de 2018, que me dio por pintar el salón. Tengo la funda del sofá que da pena verla gracias a las uñas de mi gata. Mis vecinos saben cantar (¡y están vivos!). En el estampado botánico de mis cortinas pone made in China. En casi todas mis fotos de Instagram, salgo sujetándome la cabeza como si tuviera miedo a perderla en cualquier momento. Sigo a una youtuber de cocina que, en cada vídeo, lleva un peinado y un color de pelo distinto. Nunca me había fijado en todo eso. Qué poca atención pongo a veces en los detalles. Tampoco había reparado, realmente, en lo mucho que me quejo a diario, en que he sido inmadura en muchos aspectos de mi vida y en que pierdo mucho tiempo de valor metida en mi mundo cuando podría pasarlo con la gente con me importa

Tengo el horno un poco sucio, una mancha de café en el baúl de mimbre blanco y no me queda agua para la plancha. Hace tanto que no plancho que ni lo había visto. En cinco días he limpiado varias veces, he bajado cajas al trastero y confieso que el momento más divertido lo viví ayer cuando salí dos minutos a tirar la basura. En solo cinco días he mandado cientos de mensajes, he enviado decenas de memes y he llorado más de cuatro veces pero menos de diez. Me he cambiado de pijama tres veces, he pensado en cubrirme las canas unas catorce y he dormido infinidad de horas, con el deseo de despertar en otro tiempo y en otro lugar. Mentiría si dijera que está siendo sencillo. Si en circunstancias normales soy intensa, ahora siento que el fondant se me escapa por cada poro de la piel. Y pienso. Y leo. Y siento cosas. Y, acto seguido, me obligo a no sentirlas. Y trato de pensar que este desastre traerá consigo un cambio de pensamiento, un cambio de vida, un mundo mejor, menos contaminación. Pero, a los pocos minutos, me pongo a temblar. Y me da miedo perder a personas, perder la razón en esta cuarentena o perder en general, con esta crisis que se nos viene encima. El fin de semana pasado tuve fiebre y tos. Por lo general, soy muy mala enferma -como una niña, vamos-, pero en esta ocasión solo podía pensar: ¿Y si lo he pillado y he contagiado a mi madre? Creo que estamos madurando de golpe al darnos cuenta de que no importa si enfermamos nosotros: solo deseamos no haber enfermado a nadie en ese proceso; menos todavía a quienes queremos.

Me he dado cuenta, en solo cinco días, que la vida te puede cambiar de un momento a otro. Que los que nos pasamos la vida haciendo planes y organizando viajes -los acabemos realizando o no- ahora nos pasamos horas buscando vuelos baratos del dormitorio a la cocina con escala en el cuarto de baño. Todo ha parado. El mundo ha dado un golpe en la mesa. Ya no valen los planes más allá de cuatro paredes, ni con una previsión que supere las veinticuatro horas. Tan importantes y tan guays que nos creemos y, ahora, nos damos de bruces con la verdad más profunda a la que nos hemos enfrentado hasta el momento. Lo más importante por el bien común que hemos hecho a lo largo de nuestra existencia es solo una cosa, y está sucediendo ahora: quedarnos en casa.



Y cuando pase la tormenta, que pasará, solo espero que todo este aprendizaje que el universo nos está poniendo en bandeja, quede para siempre en nuestra alma. Que no sea en vano. Que aprendamos, de verdad, que lo importante no está en un like, en un ascenso, en poder comprarte ese bolso tan caro o en un halago de alguien que te importa un pimiento. Que recordemos, cuando estemos a punto de volver a desperdiciar momentos valiosos, que hubo un tiempo en el que no teníamos libertad de movimiento y lo que más deseábamos con todo el corazón era correr a abrazar a nuestra gente, ir a besar a nuestros abuelos sin miedo, caminar por la calle tranquilamente y sentarnos en una terraza para hablar con nuestros amigos entre cervezas. Que nos venga a la mente, en ese preciso instante, que el mes de marzo de 2020 bajar la basura era un privilegio, encontrar papel higiénico en Mercadona un milagro, pasear al perro mucho mejor que irse de festival y una videollamada con tu familia… la vida entera. Marzo de 2020. El mes que nos cambió la vida, diremos a nuestros nietos.

El mes que dio verdadera vida a los balcones. Y a los aplausos. Y a todas esas profesiones a las que jamás les estaremos lo suficientemente agradecidos por todo lo que hacen siempre -y más todavía ahora, dejándose la piel-. El mes que nos acercó a esas amigas con las que hacía mucho que no hablábamos de forma habitual y que nos alejó, irremediablemente y en contra de nuestra voluntad, de personas que jamás en la vida creímos que perderíamos. El mes que entendimos que el amor no es cualquier cosa: es tu madre, bajo la lluvia, con guantes y con una mascarilla -que más bien parecía un relleno de sujetador, hasta para eso eres original– cargada de táperes, llevándote provisiones porque sabe que estás con fiebre en casa, aunque le pidas por su bien que no salga. El amor es jugártela por los tuyos. Y dejar de jugártela justo por lo mismo. Preguntar cada media hora si estás bien. Inventar mil juegos para que tus niños lleven mejor el encierro. Que tengan Ofrenda sí o sí por tus santos ovarios. Y hasta falla para quemar. El amor lo he visto, ahora más que nunca, en las mujeres de mi familia. Valientes, fuertes, radiantes hasta en la adversidad.

Esta noche no hay Cremà. Nos faltan personas cerca, abrazos y besos. Sin embargo, como dijo Pablo Neruda, Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.



Mucho ánimo a todos desde mi blog. Os quiero.

Fuente: este post proviene de La chica de los jueves, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Día 16. El mundo, de Jimmy Fontana, sonaba esta mañana en San Isidro desde el balcón de alguien, en el edificio que queda a la izquierda de mi casa. Sentada en el sillón de mimbre pintado de blanco, c ...

Día cinco. Durante estos días de confinamiento me he dado cuenta de varias cosas. Algunas son bastante absurdas, otras tantas tienen relativa importancia y, las que dejaré para el final, creo que marc ...

No. No siempre es fácil. El amor no siempre te hace reír. En ocasiones, no fluye la comunicación, el drama llama a la puerta por un mal gesto o por una palabra desafortunada, la verdad se esconde por ...

Antes. A veces, solo a veces, me reía de tu música. Eso que escuchas parecen cánticos de catequesis para niños. Me duermo. Parece que estemos en misa. Venga va. Quítalo. Y tú, durante unos instantes, ...

Recomendamos

Relacionado

2016 ocio planes de...

Pues así, sin haberlo pensado mucho, ya estamos en febrero, el mes del amor. Y aunque os dejaré algo de inspiración para día más amoroso del año, hoy os quiero enseñar planes diversos que podemos hacer. Tilda para niñ@s: si!! Ya tengo en mis manos el nuevo libro de Tilda, lleno de proyectos infantiles, muñecas achuchables, monos de brazos extra largos y muchas cosas más. Espero terminar alguno de ...

GALICIA MADRID ITALIA ...

Parece que el blog ya va tomando forma! Aunque aun queda mucho que arreglar pero ya va siendo hora de terminar de contar el viaje en crucero porque la semana pasada estuvimos en Barcelona y también tengo mucho que contar! y por si fuese poco, el domingo nos vamos a Roma (así es, este día, como bien dice la foto, nos supo a poco). ¡No tengo tiempo de escribir! Joeeeeee... Bueno ¿por dónde me quedé? ...

consejos establecimientos viajar ...

Llegamos al último día de nuestro viaje por Tokio. Han sido unos días increíbles, pero en mi planning Tokio sin gluten día 5 tengo preparadas algunas sorpresas para hoy. Y es que hemos dejado para el final, el Santuario Meji, situado en Shibuya y rodeado de un enorme bosque. La verdad es que es realmente impresionante. SANTUARIO MEJI: Después de pasear por el bosque, atravesar varios toris y ver l ...

ITALIA ROMA

Aun nos quedaba un día completo por la ciudad, pero yo ya estaba triste. Tuvimos que despedirnos del apartamento y toda la zona de Campo di Fiori donde nos alojamos. Me hice muy rápido con el apartamento, me enamoré de él y de cada detalle, del edificio donde estaba, de la calle, de su sofá-cama que no llegué a preguntarme si era cómodo o no; símplemente caía rendida. Esas callecitas estrechas lle ...

2017 Comedia Policíaca ...

Hay momentos en los que a uno le apetece sentarse en sofá y disfrutar de una comedia sencilla y diferente, alejada al máximo de las típicas comedias de tópicos y risas enlatadas que hacemos en este país y de las comedias absurdas de adolescentes americanos. No os vamos a engañar, a veces cuestan de encontrar. Por suerte, hace unos días y aprovechando una de esas veladas de bochorno en las que se ...

LONDRES REINO UNIDO

Ya no nos importaba no madrugar y nos daba igual que amaneciera y no hubiesen cortinas. Estábamos taaaaan cansados que no teníamos ninguna prisa en irnos a ver cosas, pero era algo que debíamos hacer guste o no. Nos levantamos sobre las 10 de la mañana y me preparé la maleta pensando cuanto antes mejor. Nadie sabe lo que se puede tardar en volver a cerrar una minúscula maleta de 10 kg y por supue ...

2015 benicio del toro cine ...

Poco ocurre en esta película ambientada en la guerra de Yugoslavia donde sus protagonistas deambulan por una tierra masacrada, enfrentándose de un modo campechano a todo tipo de conflictos que generan situaciones dramáticas, cómicas e incluso absurdas. No todos los personajes están a la altura de los interpretados por Robbins y Del Toro, en los que recaen los diálogos más interesantes y ácidos, de ...

artículo moda película ...

¡Estamos en fiestas! (wiiii) Este miércoles comenzaron las fiestas de Salamanca, así que llevo todos estos días que no he parado. En parte porque tengo más trabajo y en parte porque quiero hacerlo TODO. Así que en cuatro días hemos ido a la feria agropecuaria, a ver los fuegos artificiales, al concierto de Fangoria, a la competición de Hípica, al mercado medieval, al mercadillo vintage Salamarket, ...

Estilo de vida estilo de vida invierno ...

Después de varios meses, parece que por fin se acabaron esos días en los que todavía llevábamos ropa de verano y que el invierno llegó para quedarse. Se acabaron las ganas de pasar horas fuera de casa pasando frío y en su lugar, acurrucarnos en el sofá con una mantita, nuestra bebida caliente favorita y un buen libro. Como en Sunday Morning estamos estrenando taza literaria, se me ha ocurrido hace ...

phuket tailandia viajes

Arrancaba nuestro último día en Phuket y lo único que queríamos era disfrutar de sus playas ya que el tiempo por fin acompañaba. Cogimos la moto rumbo a Phuket Town con la intención de hacer compras aunque la verdad es que podríamos habernos ahorrado el viaje porque no encontramos nada más que este mirador. Así que una vez visto el mirador, pusimos rumbo a la playa. La primera parada fue Rawai ...