Historia del Palacio Real de Madrid
El palacio está en el sitio de una antigua fortaleza del siglo IX, llamada Mayrit. Esta habría sido construida como un puesto de avanzada por Muhammad I de Córdoba y heredada después de 1036 por la taifa mora independiente de Toledo. Después de que Madrid cayó en manos de Alfonso VI de Castilla en 1085, los reyes de Castilla raramente utilizaban el edificio. En 1329, el rey Alfonso XI de Castilla traspasó las cortes de Madrid por primera vez. El Rey Felipe II fue quien trasladó la corte a Madrid en 1561.
El antiguo Alcázar fue construido en este mismo lugar en el siglo XVI. Esta estructura se quemó el 24 de diciembre de 1734. Por esto, el rey Felipe V ordenó construir un nuevo palacio en el mismo sitio. La construcción abarcó los años 1738 a 1755 y siguió un diseño de Berniniesque por Filippo Juvarra y Giovanni Battista Tiepolo en cooperación con Ventura Rodríguez, Francesco Sabatini y Martín Sarmiento. Carlos III ocupó por primera vez el nuevo palacio en 1764.
El último monarca en vivir continuamente en el palacio fue Alfonso XIII. Manuel Azaña quien fuera presidente de la Segunda República, también lo habitó. Esto lo convirtió en el último jefe de estado en residir en el palacio. Durante ese período, el palacio fue conocido como “Palacio Nacional”. Todavía hay una habitación al lado de la Real Capilla, que se conoce con el nombre de “Oficina de Azaña”.
El palacio tiene 135,000 metros cuadrados y contiene 3,418 habitaciones. El interior del palacio es particularmente notable por la riqueza de su arte. Además del uso de muchos tipos de materiales finos en la construcción y la decoración de sus habitaciones. En ellas se pueden ver pinturas de artistas como Caravaggio, Velázquez y Francisco de Goya y frescos de Corrado Giaquinto, Juan de Flandes, Giovanni Battista Tiepolo y Anton Raphael Mengs.
Otras colecciones de gran importancia histórica y artística conservadas en el edificio incluyen la Armadura Real, Porcelana, Relojes, Muebles, Platería y el único quinteto completo de cuerdas Stradivarius del mundo.
Exterior del Palacio Real de Madrid
La fachada principal del Palacio es la que da a la Plaza de la Armería. Esta fachada está formada por una base de piedra rústica que cuenta con dos pisos. Desde esta se levantan columnas jónicas sobre pilastras toscanas que enmarcan las ventanas de los tres pisos.
El piso superior se encuentra oculto detrás de una cornisa con una gran balaustrada. Esa balaustrada estaba anteriormente adornada con una serie de estatuas. Sin embargo, estas fueron reubicadas en otras partes del palacio durante el reinado de Carlos III. La idea detrás de este cambio era dar al edificio una apariencia aún más clásica.
En 1973 se realizó una restauración completa de la fachada que incluyó trabajos en el balcón de Sabitini. Durante estos trabajos se devolvieron algunas de las esculturas originales de Sachetti a su lugar. Entre esas estatuas se incluyen la del gobernante azteca Moctezuma II y el emperador Inca Atahualpa, obras de Juan Pascual de Mena y Domingo Martínez.
Otras representaciones como las de los emperadores romanos Honorio, Teodosio I y Arcadio por G.D. Olivieri, y Trajano por Felipe de Castro fueron colocados en el Patio del Príncipe.
A los lados del reloj de Sabatini, las Estatuas de Felipe V, Fernando VI, Barbara de Braganza y María Luisa de Saboya se intercalan con El sol naciente siguiendo el zodiaco. Encima del reloj está el escudo real flanqueado por ángeles, y arriba, campanas que datan de 1637 y 1761.
Interior
Para realizar la decoración en el interior del Palacio Real de Madrid se utilizaron materiales como mármol español y estuco. Además de incluir puertas y ventanas de caoba e importantes obras de arte. De particular importancia son los frescos de destacados artistas del momento como Giaquinto, Tiepolo y Mengs y sus seguidores españoles Bayeu y Maella.
La decoración del Palacio Real de Madrid ha ido cambiando con el tiempo adaptándose a los diferentes estilos artísticos de cada era.
Dentro del Palacio se encuentra la Real Armería que es considerada junto a la de Viena, una de los mejores del mundo. Esta se compone de piezas que van desde el siglo XV en adelante. Y destacan las piezas de torneo de Carlos V y Felipe II hechas por los principales armeros de Milán y Augsburgo.
Entre las piezas más notables se encuentra la armería y las herramientas que empleó el emperador Carlos V en la Batalla de Mühlberg. Esta fue retratada por Tiziano en el famoso retrato ecuestre que se puede ver en el Museo del Prado.
Otro museo interesante que podemos ver en el interior del Palacio Real de Madrid es la Real Farmacia. Allí podremos ver tesoros como armarios para almacenar hierbas medicinales, recipientes, botellas, alambiques y recetas dispensadas a la familia real. Las botellas se hicieron en la fábrica de La Granja de San Ildefonso en Segovia.
Otras cosas que ver en el Palacio Real de Madrid
El palacio está rodeado de varias áreas de parques y jardines, incluidos los jardines Sabatini. Este es un parque decorado con laberintos de arbustos y pinos perfectamente cuidados. Flanqueando al otro lado del palacio está la Catedral de la Almudena.
Jardines Campo del Moro
Los jardines del palacio se llaman Campo del Moro y deben su nombre al presunto acampado en este lugar de las tropas del líder musulmán Ali ben Yusuf en 1109 durante un intento de reconquista de Madrid.
Los primeros trabajos para acondicionar la zona fueron orden de Felipe IV. Bajo su reinado se construyeron fuentes y se plantaron diferentes tipos de vegetación, pero el aspecto general del lugar permaneció descuidado. No fue hasta el reinado de Isabel II cuando se determinó realizar los trabajos más completos de paisajismo.
Luego de la caída de Isabel II los jardines cayeron en un período de abandono que llevó a que se perdiera parte del diseño. Esto hasta que llega la regencia de Maria Cristina de Austria. En ese momento se iniciaron una serie de obras de rehabilitación, dando como resultado el diseño actual. Este diseño sigue el de los jardines ingleses del siglo XIX.
Jardines de Sabatini
Estos jardines fueron abiertos al público por el rey Juan Carlos I en 1978. Aunque no fueron su diseño, los jardines se nombran en honor de Francesco Sabatini. Este fue un arquitecto italiano que contribuyó en gran medida al diseño del Palacio Real de Madrid.
Están situados en el lado norte del Palacio, donde solían estar los antiguos establos reales, entre la calle Bailén y la calle Cuesta de San Vicente. Tiene un área de 2.54 hectáreas.
Los jardines de Sabatini ofrecen vistas espectaculares de la fachada norte del Palacio Real de Madrid. Además, cuenta con laberintos vegetales, esculturas y un halo de tranquilidad. Además, hay un pequeño estanque con tritones rodeado en todos los lados por cuadrantes con árboles y coníferas.
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Plaza de Oriente
El lado oeste del Palacio está ubicado en la Plaza de Oriente. Esta plaza es rectangular, aunque su cabeza se encuentra al este y forma una curva encabezada por el Teatro Real. Se pueden distinguir tres partes: los Jardines Centrales, los Jardines Cabo Noval y los Jardines Lepanto.
Los Jardines Centrales se encuentran ubicados alrededor del monumento de Felipe IV, y siguen un modelo de diseño barroco. Cuenta con siete macizos de flores delimitados a ambos lados por filas de estatuas conocidas como los Reyes Góticos. Estas esculturas actúan como línea de división con los otros dos cuadrantes.
La esculturas representan a veinte reyes españoles correspondientes a cinco reyes visigodos y quince reyes de los primeros reinos cristianos en la Reconquista. Estas estatuas están hechas de piedra caliza y se distribuyen en dos filas a ambos lados de los Jardines Centrales.
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