CGAC y MPG
Gracias Alejandro. Nuestra ruta se inicia en el punto donde terminamos la anterior, entre contrastes: en medio del CGAC y el Museo do Pobo Galego. En el anterior post presentamos brevemente el MPG, no así el CGAC. Habíamos apuntado que su creación se debía al arquitecto Álvaro Siza, pero gracias a la colaboración de Isabel Aguirre. Se levanta en 1993 como Centro Galego de Arte Contemporáneo. Limita la zona monumental, junto con el MPG y el Parque de Bonaval, convirtiendo este espacio, como decimos, en un lugar de contrastes. Clasicismo y contemporaneidad se fusionan como un puente entre el pasado y el futuro presente de la ciudad. El Centro conjuga perfectamente su cuidada adaptación al medio, con los espacios arquitectónicamente difíciles tanto del exterior como del interior. Este es un claro ejemplo de cómo los museos han ido adquiriendo la importancia de arquitecturas en sí mismas, y no meros contenedores de arte. El propio CGAC es considerado una pieza artística, gigante, eso sí. Durante prácticamente todo el día, podéis visitar sus exposiciones y obras, como las de Rebeca Horn, Medardo Rosso, Luis Seoane, Maruja Mallo, Francisco Leiro, Luis Buñuel? entre otros.
CGAC
Rúa dos Loureiros
Pero hoy hace un día inusualmente soleado para caminar, así que continuamos calle arriba con nuestros peludos. Pasamos por La Salle, dirigiéndonos hacia la Zona Vieja, y llegamos a la Rúa de San Roque, conocida por el histórico convento; pero no nos detenemos ahí, así que prometemos dejarlo para otro itinerario. En realidad fuimos calle abajo, por la Rúa dos Loureiros, y allí sí que nos paramos a contemplar una de las más emblemáticas arquitecturas, no solo compostelanas, sino también gallegas y españolas: la de San Martín Pinario. La conforman la iglesia y el monasterio. Este último tiene su origen en un oratorio construido en el lugar llamado Pignario, fundado por un grupo de monjes benedictinos, poco después del descubrimiento del sepulcro apostólico. A finales del siglo IX se derriba con motivo de las obras para una nueva fábrica catedralicia, por lo que se levanta un monasterio adonde serán trasladados los monjes. A principios del XII, el obispo Gelmírez consagrará la iglesia. Pero es a partir de 1494 cuando se produzca su mayor desarrollo, enriqueciendo el conjunto hasta constituir, junto al de la Catedral, el más valioso del barroco gallego.
Además, se trata del segundo monasterio más grande de España después de El Escorial. En él trabajaron los nombres más sobresalientes del momento: Mateo de Prado, Bartolomé Fernández Lechuga, o José de Peña de Toro. No podemos dejar de admirar el coro, así como su exquisita sillería, o los tres retablos del altar mayor. En el siglo XIX deja de ser monasterio, acogiendo en su interior distintos usos, como Seminario Mayor, residencia universitaria o Archivo Diocesano. Nosotros nos encontramos en la fachada de la iglesia, realización magistral de Mateo López y González de Araújo. Por tanto, nos situamos en el lado opuesto a su otra entrada, por Azabachería. Para llegar hasta allí, seguimos dirección Plaza Cervantes, y tomamos calle abajo por el paso abovedado que conduce al Obradoiro. Este magnífico espacio es acústicamente ideal para los numerosos músicos que tan a menudo nos deleitan con sus interpretaciones. Y es de admiración, pues podemos escucharles tanto al calor del verano, como al húmedo frío invernal.
Monasterio de San Martín Pinario, fachada de la iglesia
Tras Leo, se ocultan las fantásticamente laberínticas escaleras de entrada a la iglesia
Para salir del melodioso túnel, bajamos unas escaleras que nos sitúan directamente en la Praza do Obradoiro. A nuestra izquierda, la Catedral, por supuesto; y a nuestra derecha, el Hostal de los Reyes Católicos. Por la dedicación que se merecen, los incluiremos en otra ocasión.
Rúa das Hortas
Nuestra ruta continúa de nuevo hacia abajo, por la Rúa das Hortas, para cumplir con lo prometido en el post anterior: el Parque de Galeras. Puede que no sea tan famoso como los de Belvís o la Alameda, pero sin duda alguna se trata de unade las más bellas zonas verdes de la ciudad. Hay muchas, si seguimos el curso del río Sarela, el cual conecta diversos prados. Este en concreto es muy adecuado sobre todo para los niños y los deportistas. Lo rodean casas, cafeterías, restaurantes, tiendas, etc.
Río Sarela, en Galeras
Antes de proseguir Alejandro quiere comentar algo. Así es María, dada la polémica suscitada en los últimos días me gustaría mostrar mi opinión. Dicha polémica se debe a la ocupación de un espacio público perteneciente a la zona del parque para, según los vecinos, beneficiar a un particular con la construcción de la salida de un párking privado. El problema se agrava si tenemos en cuenta que hace 4 años escasos se realizaron obras en la zona.
María, por mi parte es todo, continúa por favor Ok, gracias Alejandro. Retomo la descripción del parque, está delimitado por la finca de O Espiño y el monte Pío, por el casco histórico, y las construcciones rurales que suben hacia el monte Pedroso. Es decir, constituye un punto límite entre lo natural y lo urbano. Las estructuras de edificios que conforman esta última parte fueron rehabilitados por el arquitecto Víctor López Cotelo, cuya calidad le fue premiada con la Bienal Española de Arquitectura en 2003. Enfrente de la Vaquería de O Carme de Abaixo, se halla la escuela pública Raíña Fabiola, proyectada por el italiano Giorgio Grassi, en la que destaca su armonía formal, su simetría y regularidad sobrias. Finalmente, también hay que nombrar el pazo modernista de O Espiño, de inicios del XX, junto a la residencia presidencial de la comunidad autónoma, ideada por Manuel Gallego Jorreto. Parecía que este era un simple parque, pero como el resto de la capital, siempre hay algo nuevo por conocer.
Es por eso que nos quedan muchos más lugares que visitar; muchos más paseos que recorrer. Reemprenderemos nuestra ruta en el próximo post. ¡Os esperamos!
NOTA: la duración del paseo fue de 1 hora (aproximadamente).