Con la llegada de la temporada alta, se ha reavivado una ya antigua polémica en el sector del turismo español: el alquiler de viviendas vacacionales. Pisos y apartamentos que sus propietarios ofrecen en alquiler a los turistas que visitan una localidad y que, al parecer, pueden hacer una competencia desleal a los hoteles, apartahoteles, residencias y pensiones tradicionales. Un informe patrocinado por Fevitur (Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos) y realizado por la conocida escuela de negocios ESADE ha proporcionado algunas estadísticas interesantes al debate. Según este estudio, cerca de un 14% de los turistas extranjeros que eligen España como su destino de vacaciones deciden pernoctar en una vivienda vacacional en lugar de en un hotel al uso. El perfil de estos visitantes no es, según este estudio, el denominado “turista de borrachera”, sino viajeros de mediana edad que desean disfrutar de sus vacaciones en un espacio menos masificado y más personal que el que le pueda ofrecer un hotel o un apartahotel. Más cifras que nos ofrece este estudio:
- Estos millones de turistas que ocupan pisos turísticos en España se dejan cerca de 2.700 millones de euros anuales durante sus vacaciones.
- Más o menos la mitad de las viviendas vacacionales ofertadas en nuestro país cuentan con los permisos oficiales requeridos a este tipo de alojamientos.
- Barcelona sería la ciudad española con más viviendas vacacionales legalmente registradas - un 75%- y Granada la que menos - 31%-
La patronal hotelera Exceltur ha publicado por su cuenta otro estudio completamente opuesto al anterior. Este informe redactado por EY España en colaboración con firmas tan reputadas como Nielsen o Tourism and Law afirma que el alquiler de viviendas vacacionales se ha incrementado casi un 50% en los últimos años y que supone un grave daño al sector de la hostelería y la restauración. Teniendo en cuenta estos datos, Exceltur reclama que se aprueben medidas urgentes para combatir la competencia desleal de estas viviendas vacacionales que, según ellos, hacen un daño tremendo al sector. Esta patronal ha utilizado palabras tan duras como “fraude” o “competencia desleal” a la hora de hablar tanto de las viviendas vacacionales como de algunas conocidas plataformas de Internet que se dedican a poner en contacto a los propietarios de pisos y apartamentos con posibles viajeros que desean alquilar solo para un periodo vacacional concreto.