El arte no solo nos rodea: el arte nos envuelve, nos absorbe, pero solo seremos capaces de sentirlo, sea cual sea la emoción, si estamos dispuestos a admitirlo. Todo es susceptible de ser arte, y no ver simplemente una butaca de tren, un retrete, una mancha de aceite? Con qué se hace el óleo sino con aceite?? Qué más da pintar un árbol verde, que directamente uno dorado con el líquido áureo? Qué más da un do-re-mi que un . Eso es: silencio. El arte no se puede definir. Que se dejen de una vez los teóricos, profesores, críticos, incluso los propios artistas de tratar de encajonarlo. Incluso yo misma al decir que este no se puede acotar hago involuntariamente una especie de definición.
El arte es aquello que no se puede definir, igualmente que el tiempo es aquello que no se puede medir, y como este, el arte solo puede vivirse. Tiempo, espacio, arte: las tres gracias de lo profundo. La hora, el lugar, la mirada. Todo ello mueve y conmueve nuestro interior. A mí que no me discutan una de mis obras de arte preferidas: mi nacimiento. Una perfecta performance entre tres. Él me vio, me sostuvo y luego me entregó a ella. Lágrimas. Exhaustos. Un trío infinitamente feliz. Imposible guardar algún recuerdo mental de ese momento, pero sí emocional, porque lo viví. Me dirán que no es válido? Acaso si alguien lo hubiese grabado y hoy estuviese proyectado en alguna sala de algún museo sí que se admitiría como arte? Me dirán que no tiene técnica? No sé, que den su aprobación el resto de mujeres que han dado a luz. Que no ha supuesto un esfuerzo realizarlo? Sin comentarios. Un parto audiovisual no es arte, pero un parto pintado por la mano de Tintoretto sí?
Ya ni me paro a defender un Pollock ante la supremacía de un Caravaggio, o el 4.33 frente las misas de Palestrina. El arte, pienso, está muy por encima de todo eso. Va mucho más allá. Y más allá de qué? Pues de nada y de todo. El arte no tiene por qué se táctil, ni auditivo, ni sabroso. No tiene que ser un cuadro, ni un edificio. No tiene que ser una canción pop, ni un vestido, ni un movimiento. El arte es etéreo, aéreo, efímero, eterno. Es infraleve. Es sentimiento. Es vida. Es amor.
Nacimiento de Juan el Bautista, Tintoretto (1550)