Esta multinacional, ha sido y sigue siendo, una de las empresas que ha creado más controversia a nivel mundial debido al peligro potencial o real de sus productos sobre la salud humana, animales, plantas y sobre el medio ambiente en general.
Diversificación de actividades
Monsanto en sus comienzos (1901) distribuía sacarina, llegando a ser uno de los principales proveedores de edulcorantes a Coca-Cola, pero más tarde expandió sus negocios hacia la química industrial, como por ejemplo ácido sulfúrico. Posteriormente fabricó plásticos, incluyendo poliestireno y fibras sintéticas. Tuvo negocios relacionados Searl and Company, quien fabricaba aspartamo (NutraSweet), aunque en el 2000 Monsanto vendió ese negocio. También se enfocó hacia la somatotropina bovina, que luego vendido en 2008, no sin antes sintetizar la hormona somatotropina bovina (producto ahora en propiedad de Eli Lilly).
Las cosechas transgénicas, principal actividad a la que se dedica Monsanto hoy día, representan menos del uno por ciento de la superficie total cultivable del mundo, y hasta el momento solo se cultivan comercialmente cuatro productos transgénicos: algodón, maíz, soja y colza. . El 85 por ciento de los cultivos modificados genéticamente se concentra en solo tres países: Estados Unidos, Argentina y Canadá. Sin embargo, los alimentos transgénicos, encuentran gran resistencia entre la población y los agricultores europeos, que no consideran probada su seguridad para la salud humana, por lo que es prácticamente inexistente aquí, con la excepción de España y Rumanía, e intenta introducirlos masivamente en otros donde no encuentra esa oposición gubernamental.
México se ha vuelto blanco de última hora de Monsanto que pretende liberar allí sus variedades de maíz transgénico. El campo mexicano representa un gran negocio para la industria. En países donde se ha autorizado el cultivo de maíz transgénico se ha demostrado su imposible coexistencia con variedades convencionales, nativas y orgánicas.
Igualmente, según denuncian algunos grupos ecologistas, en estos momentos existen una serie de programas para desarrollar una segunda vuelta a la Revolución Verde, ahora en África. Encabezado por un grupo de grandes corporaciones y fundaciones como Bill Gates o Rockefeller, se propagan una serie de proyectos que favorecerán la instalación de dichas empresas en África, donde podrán ampliar sus negocios y su mercado, desplazando los sistemas públicos nacionales.
Sólo en el mes de septiembre de 2010, Gates donó 8 millones de dólares para favorecer la entrada de Cargill y su soja en África; y ha invertido 23.1 millones de dólares en Monsanto. A este proyecto se le ha bautizado con el nombre de AGRA.
El mundo según Monsanto
Según sus detractores, Monsanto es uno de los principales creadores y fomentadores de los alimentos genéticamente modificados con la semilla ?exterminadora? que crea plantas que nunca dan semillas para que los agricultores deban comprar cada año; hormonas de crecimiento bovino creando un grupo de presión (?lobby?) para que etiqueten "libres de hormonas" la leche y sustitutos de la leche para lactantes (se encuentra presente si el bovino ha ingerido hormonas de crecimiento, un comprobado agente cancerigeno); y el envenenamiento por agrotóxicos con vertidos ilegales de miles de toneladas de residuos altamente tóxicos que contaminan continuamente aguas subterráneas y aire.
La empresa también ha hecho frente a cargas criminales y civiles del Ministerio de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC). Se acordó que pagara un millón de dólares al Ministerio de Justicia y 500.000 al SEC para cumplir la multa de soborno y otras violaciones relacionadas. Monsanto lleva a cabo, desde hace años, una particular batalla para imponer sus cultivos transgénicos, llevando la polémica por doquier y ayudado por su poder sobre los medios. Esta polémica no está exenta de acusaciones de soborno, como el realizado a un alto funcionario indonesio del Ministerio de Medioambiente en 2002 a fin de evitar la evaluación del impacto ambiental sobre su algodón genéticamente modificado. En enero de 2005, Monsanto tuvo que pagar por ello una multa de 1.5 millones de dólares. Monsanto también ha admitido pagar sobornos a varios otros altos funcionarios indonesios entre 1997 y 2002.
El 5 de marzo de 2008 el acuerdo de procesamiento aplazado contra Monsanto fue negado con prejuicio (sin oposición por el Ministerio de Justicia) por la Corte de Distrito de los EE.UU. para el Distrito de Columbia, de tal modo indicando que Monsanto había conformado completamente con las condiciones del contrato.
Actualmente la empresa es investigada por la corte de justicia de los EE.UU.
Cultivo transgénico asociado a tumores
Un reciente estudio francés, llevado a cabo por el profesor Gilles-Eric Séralini, investigador de la Universidad de Caen, asoció el cultivo transgénico a tumores.
Las conclusiones de este informe aluden a que las ratas que fueron alimentadas con el maíz transgénico NK603 de Monsanto, en algunos casos tratados con el herbicida Roundup de la misma firma estadounidense, presentaban una mortalidad netamente superior que la población de referencia y muchos más tumores.
Sin embargo, el Alto Consejo de Biotecnologías (HCB) de ese país desautorizó las conclusiones del estudio alegando que no hay evidencias, aunque, al mismo tiempo, se pronunció por una evaluación a largo plazo ?independiente? de ese organismo genéticamente modificado (OGM).