Reseña: Dos reseñas de antologías en una semana! Pero qué está pasando aquí?
Hace un par de fines de semana estuve en Londres y voy a decir por aquí que los aviones me dan un poquito de miedo. Y mira que he viajado, eh? Pero no sé, ese momento de despegue/aterrizaje siempre me hace sentir vulnerable. Así que pensé, mira, me llevo un libro de relatos y así seguro que estaré entretenida. Efectivamente, prácticamente la leí de una sentada en el viaje de vuelta.
Tengo que decir que me sorprendió el prólogo de Pilar Pedraza. Muy interesante, y demoledor, pero que usara una expresión como (y cito textualmente la frase, refiriéndose a “Autores parásitos en la feria del libro“, tales como: “niñeras de ricachones o putas mediáticas“. Tal vez por el contexto, hallándose en una antología feminista de ciencia ficción y terror, pero bueno, como decía al inicio, es un puñetazo en la mesa de la literatura rancia y merece la pena leerlo antes de pasar a los relatos. En esta ocasión, fueron los cuatro elementos el hilo conductor de los mismos.
AIRE
Empezamos fuertes con la ganadora del primer premio: “Niña caducada”, de Beatriz Esteban. En este relato, la autora nos presenta a Lyra, un producto de la empresa CECOA. Su madre se gastó 19.999 euros en crearla genéticamente y veremos qué sucede en una sociedad de este tipo. Este relato me dejó un mal cuerpo que pensé, maldita sea la elección para el vuelo!!
AGUA
“Buen viaje”, de Ana Roux. Una anciana cumplirá el sueño de su infancia: ser astronauta. Lástima que sea para cierta investigación… Uno de mis favoritos, tanto por la narración como por la manera de transmitir esa melancolía tan cercana.
“Genlisea”, de Lorena Arce. En este relato, una mujer vive a orillas de un lago en una extraña comunidad. Pero parece vivir en un extraño bucle y debe tratar de romperlo. Uno de esos relatos con vuelta de tuerca final que te deja sorprendida, aunque de inicio el relato no terminaba de convencerme.
“Los guionistas de Marte”, de Almijara Barbero. Un texto divertido y mordaz sobre un guionista que escribe sobre la vida de cierto personaje muy importante en la monarquía española. Por qué vicisitudes deberá pasar su personaje?
“Denominados”, de Arantxa Rochet. Tuve un pequeño problema con la lectura de este relato, y es que me sonaba constantemente a algo. Claro, me di cuenta más tarde: al relato de la propia autora que aparece en su antología Jaulas de Aire, llamado Amistad. En ambos relatos se establecen las bases de gente patrocinada por marcas, aunque en el caso de Denominados me ha parecido un desarrollo más adulto, más siniestro del concepto narrando el caso de Pepsia, hospitalizada y condenada a beber la marca que la está envenenando o perder el patrocinio. Finalmente ha resultado ser otro de mis favoritos.
“Sangre oscura”, de Yaiza Carrasco. Aitana tiene la regla, algo que no nos resulta ajeno a las lectoras de esta antología. También es fácil sentir empatia por el dolor que siente, o su inestabilidad emocional. Pero cuando el dolor o la sangre se salen de los límites de lo normal, queda claro que algo raro está pasando. Muy original y otro de mis favoritos.
“Ese preciso instante”, de Asun Blanco Cobelo. Lisa está sola en una nave, en una misión que dura seis años. Aunque la soledad no es un mal para ella: puede comunicarse con su amiga Alma, que desde la Tierra la mantiene informada sobre sus plantas, o cómo la saca de quicio su hija adolescente. Todo parece ir bien… verdad? Este relato me pareció algo abrupto en el final, pero sin duda su desarrollo y el giro me parecieron muy notables.
Tierra
“Las raíces”, de Marina Tena. Nuevamente la autora logra llevarnos al terreno de lo incómodo y lo macabro en este relato sobre tres hermanas que viven con su padre, obsesionado con su huerto y la educación de sus hijas. Sabes que hay algo que no está bien y aunque llegas a intuir qué sucede, consigue sorprenderte al final. Otro de mis favoritos.
Fuego
“Explorando el futuro”, de Patricia Macias. Una investigación policial revela el deseo de Nadia de presentarse al proyecto Cuerpos. Su cuerpo será la imagen de una nueva serie de robots de compañía, y junto a dos chicas más asistirán al lanzamiento de estos increíbles robots… pero tal y como se nos dice en el texto: “Un mundo que no trata bien ni siquiera a las mujeres humanas, no está preparado para tratar con mujeres robóticas”.
“Cuaderno de campo – Espécimen del bosque nublado”, de Eva García Guerrero. El protagonista sufre un desafortunado accidente de coche mientras cuida de un niño de dos años. El sobrevivir ambos de una pieza a este accidente le hará replantearse su propia existencia a través de ciertos cuadernos de investigación de su madre. Pese al dramatismo de lo narrado, no logré conectar con el sentimiento de la madre hacia su hijo.
“Trascendencia”, de Olga Tenorio. La misión “Alcance 43” está a punto de partir. La protagonista, la única elegida para tal honor, está a punto de emprender un viaje hacia lo desconocido, pues nadie ha regresado de tales expediciones. El final de este relato me dejó también con los pelos de punta, pese a que en cierta manera era previsible.
Y acabamos con “El monstruo de las galletas”, de Amparo Montejano. Y es que a Matilde le gustan las galletas. Y los dulces. Pero no le gusta que los demás niños se rían de ella, de sus curvas. Y ha llegado el momento de la venganza. Viniendo del relato anterior tal vez me esperaba algo mucho más “gore” para este relato, e incluso me pareció poco para lo que podría haber sido, pero es una buena narración.
En resumen: Junto al primer volumen del Premio Ripley (y creo que puedo anticipar que el tercero será igual de brillante) estas antologías hacen destacar la literatura femenina de género en el panorama actual. La selección de este segundo número me ha parecido en general muy buena. Puntuación: 4/5.
Consíguelo en la web de la editorial Triskel