Con esta obra, las autoras españolas de ciencia ficción derriban muros de cánones literarios y sociales para construir puentes hacia la igualdad. Poshumanas es el fuego de las antorchas contra el viejo rey que hoy pierde el trono.
Doce relatos sin paciencia por el ayer, por el hoy. Bandera para el mañana en la lucha más larga.
Reseña:
El titulo de Poshumanas, como se nos indica en el prólogo de Teresa López-Pellisa, alude a los personajes protagonistas de los relatos que la conforman cuya temática se centra en la manipulación biogenética del Humanus Sapiens u otras especies para crear seres evolucionados.
La antología recoge pues una colección de relatos de autoras, algunos ya publicados y otros inéditos de autoras españolas que harán las delicias de los amantes de la ciencia ficción.
Vamos a hablar un poco sobre todos ellos:
El error, de Rosa Montero (Publicado en el diario “El país el 9 de agosto de 2009, e incluido en la antología “Mañana todavía: 12 distopias para el siglo XXI (2014)).
El relato empieza con Alma, la protagonista, sin poder acceder al Sector Uno donde reside. ¿Se trata de un error? ¿Una conspiración? Un relato breve pero entretenido, con un final bastante inesperado. En su favor diré que es un relato que ya había leído en “Mañana todavía” y ha aprobado en una relectura.
Casas Rojas, de Nieves Delgado (Publicado en la antología Alucinadas (2014) Relato ganador del Ignotus 2015).
En la empresa de Gabriel se fabrican androides sexuales. Tras algunos casos de violencia de las máquinas contra los humanos, su empresa tiene que someterse a una investigación. Noa se acercará al empresario y a través de sus conversaciones participaremos del debate que suscita la inteligencia artificial de estos androides programados para satisfacer las necesidades más básicas de los humanos. Un relato directo y que nos hace reflexionar.
Hombres por correo Lohmann, de Laura Fernández (Relato finalista del premio Cosecha Eñe 2012).
Halleck Lenning vende juguetes, muñecos vivos que lleva en su maletín. Encandilado por la Srta. Burgmayer, se apunta a una agencia llamada “Hombres por correo Lohmann” esperando ser llamado algún día por la joven. Lo que no puede esperar es que, debido a una confusión, será enviado a casa de Wendy Wompler, una famosa actriz que tiene que presentar un novio en sociedad. Relato divertido y que me ha dado ganas de leer la obra de la autora. Si no me equivoco, este relato está basado en el mundo de “El show de Grossman” (Aristas Martínez, 2013).
La vida sin cáncer, de María Zaragoza (Relato inédito para la antología).
Ryoko Misashi, dueña de Industrias Nanotecnológicas Misashi, considera que toda la población puede acceder gratuitamente a su tecnología, gracias a la cual la humanidad no sufre enfermedades como el cáncer; sus nanobots se encargan de localizar y destruir las células malignas del organismo. En 2060, ya no existe el cáncer. Pero un mal distinto acecha al primer mundo, pues el ser humano, al parecer, necesita la frustración, el dolor y la posibilidad de morir de una forma terrible en cualquier momento para actuar con cierto civismo.
En 2065, la tasa de suicidios es extremadamente alta y el poeta Lindstrom se convierte en el líder del movimiento contra los científicos, a los que consideran culpables de esta situación. Un relato potente y con dosis de crítica que también nos hará reflexionar sobre la condición humana.
El hijo de la ciencia, de Alicia Araujo. (Único texto de una mujer que aparece en la “Primera antología de ciencia ficción” de Edhasa (1967).
Eva es la encargada de la limpieza en unos laboratorios. Pero cuando un misterioso bebé aparece en la incubadora del laboratorio, inmediatamente empatizará con él y le protegerá. ¿Cómo pueden pensar que algo tan hermoso puede ser peligroso para la humanidad? El doctor Hernando especialmente parece contrario a seguir con el experimento…
Este relato, pese a que empieza de una manera potente (Soy la única que pensó en la película “La forma del agua”?) me da la sensación de que se va desinflando a medida que avanza, aunque tiene un final correcto.
La vita e-terna, de Carme Torras. (Publicado en catalán en la revista Catarsi 13-2013).
Tras una operación de apendicitis en Tailandia, el Sr. Catarsi padece una serie de síntomas que le hacen temer por su vida; sin embargo, todos los análisis son correctos por lo que el médico de cabecera le deriva al psiquiatra. El relato tiene un par de referencias simpáticas, tanto el apellido de Catarsi (como la revista) y el nombre Ictineu, como los premios. Un relato curioso en su planteamiento aunque no terminó de gustarme en conjunto.
Electroamor, de Maria Laffitte (Publicado en La flecha y la esponja (1959)).
Tres pastillas al día para calmar la angustia, producir optimismo y tonificar la memoria. Para la protagonista del relato, no funciona especialmente bien a la hora de superar un fuerte desengaño amoroso. Su doctor jugará con las dosis de cada pastilla para tratar de mejorar su situación.
Un relato sorprendente y bien construido, quien haya pasado por un mal de amores se sentirá bastante identificada/o con el relato (algo que es bastante fácil, hoy en día!).
Mares que cambian, de Lola Robles (Antología Alucinadas (2014)).
En Mundo Archipiélago existe Jalawdri, una isla a la que llegan seres de todo el universo para encontrar una nueva vida.
No sé si por culpa de mis expectativas tras haber leído El informe Monteverde esperaba un relato que me entusiasmase, y por el contrario, me ha aburrido porque no he logrado conectar en ningún momento del texto. Una lástima, porque como siempre Lola luce un estilo al escribir que es una maravilla.
La droga, de Roser Cardús (Revista El Pont (1988), Narracions de ciència ficción (Edicions 62 (1985)).
El doctor Spencer está siendo juzgado por desarrollar y experimentar con una droga que anula la maldad del ser humano. El debate moral y teológico está servido.
Relato muy interesante por la cuestión que plantea, y entretenido en su desarrollo.
Eternidad, de Maria Angulo Ardoy (Visiones (2015)).
Nadia ha vuelto al trabajo en el laboratorio de quimeras tras afrontar la pérdida de su hijo Víctor. Un nuevo espécimen requiere su atención y ella deberá dejar a un lado sus sentimientos de duelo. Otro relato con el que no he conectado en absoluto, y se me ha hecho tedioso (a pesar de lo original de los estudios sobre las quimeras).
La cabeza a componer, de Emilia Pardo Bazán (Publicado en “El imparcial” en 1894).
El protagonista tiene un gran dolor de cabeza,y diversos médicos tratarán de hallar qué le sobra para que mejores su dolor. La imaginación, tal vez?
Un gran ejemplo de cómo un relato breve puede contarnos muchas cosas y resultar totalmente ameno e interesante. Toda una sorpresa que he disfrutado mucho.
El pastor de naves, de Felicidad Martínez (Publicado en el portal Ficción Científica en 2014 y en la antología Empaquetados (Sportula, 2014)).
Tras haber disfrutado y mucho de La mirada extraña esperaba encontrar un relato a la altura, y en este caso ha resultado estar a la altura de las expectativas. Una pequeña joya y me atrevo a decir que queda como uno de mis relatos favoritos de la antología.
En resumen: Una buena colección, con algunos altibajos como es habitual en las antologías, aunque en este caso algunos de los relatos se me han llegado a hacer pesados, algo que sinceramente no me esperaba que me pasase teniendo en cuenta la calidad de las autoras seleccionadas.
Puntuación: Secreta (será pública cuando salga el veredicto de los premios).
Esta reseña se publica como jurado de la categoría “Libro de relatos” de los premios Guillermo de Baskerville, patrocinados por Libros Prohibidos.