Dragones y apariciones rondan las calles inundadas de Nueva Orleans tras el huracán Katrina. En un universo paralelo, una sociedad utópica evita ser intoxicada por las ideas de nuestro mundo. En el sur de Jim Crow, una madre negra debe salvar a su hija de una hechicera que la condenaría a una vida de servidumbre. Y en la historia nominada al Premio Hugo, La ciudad que nació grandiosa, un chico de la calle lucha para dar a luz al alma de una vieja metrópolis.
Reseña: Aunque no he hecho reseña en el blog, he disfrutado mucho de la Trilogía de la Tierra fragmentada, de esta autora (aunque, temas aparte, creo que hubiera quedado mejor rematada en dos libros que en tres, peeero.. opinión personal). Esta colección de relatos me llamaba especialmente la atención por la variedad prometida en la sinopsis, y porque realmente me apetecía ver qué tal en otros contextos.
Tenemos relatos distópicos, como “Los que se quedan y luchan“, donde se nos presenta una ciudad en apariencia idílica gracias al control sobre sus habitantes o “Caminar despierta”, en el que los humanos apenas servimos para que los Maestros cambien de cuerpos a medida que envejecen los suyos. Relatos que pisan el terreno de la fantasía, como “Bruja de tierra roja” o “El reemplazo del cuentista“, ese típico relato de reyes muy malos que necesitan comerse un corazón de dragón para asegurar su descendencia pero no todo sale como esperan.
También juega con la fantasía urbana, en relatos como “L’alchimista franca” donde un peculiar personaje pide a una cocinera que le prepare un plato singular, o el que da título a la antología, “La ciudad que nació grandiosa“. Os apetece algo de steampunk? No os perdáis el relato “El motor de efluencia“, en el que Jessaline necesita llegar a un trato para conseguir combustible de dirigibles.
Uno de los relatos que particularmente me fascinó es “Cuisine des Mémories“, donde Harold acude invitado por Angelina a celebrar su cumpleaños a un restaurante en el que prometen cocinar cualquier cosa que se haya cocinado en la historia. Tan solo necesitan unos pocos datos. ¿Quieres probar un banquete de Enrique VIII? ¿O acaso elegirías un recuerdo culinario más… personal?
Para los amantes de la trilogía La tierra fragmentada, hallarán en esta antología algunos guiños en forma de relatos que transcurren en el universo creado para tal fin, totalmente disfrutables a mi parecer incluso sin haber leído la saga.
Si bien es cierto, que como ya sabéis, es díficil valorar las antologías en conjunto, en esta ocasión han habido relatos que me han parecido demasiado experimentales, y no he conectado con ellos, como “Los evaluadores” o “Cielos de nubes draconianas”. Tal vez por el estilo de narración, o porque dan esa sensación de soltar mucha información para tratarse de un relato breve y es fácil desconectar en la lectura.
Destacar la traducción de David Tejera, que ya se encargó de traducir con maestría a nuestro idioma la trilogía anterior de la autora.
De todos modos, estamos ante una antología muy interesante, que permite conocer mejor a la autora y su escritura, con temas muy potentes y a través de géneros tan diversos que difícil es que no te gusten la mayoría de los relatos. Puntuación: 4/5
Postdata: Gracias a Antonio Torrubia por tenerme el verano ocupada con esta pedazo de lectura!