Helsinki fascina a los visitantes por su paisaje marítimo, una arquitectura diversa, el diseño local, famoso en el mundo entero, y la gastronomía nórdica. La capital de Finlandia es bastante pequeña y muchos de los mejores hoteles se encuentran en el centro, por lo que puede explorarse cómodamente a pie. Entre sus principales lugares de interés destacan numerosas iglesias excepcionales, una fortaleza declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y varios mercados tradicionales que se remontan al siglo XIX.
La “Hija del Báltico”, es la capital de Finlandia desde 1812, cuando fue reconstruida por los zares de Rusia como una miniatura de San Petersburgo, un papel que ha jugado en muchas películas sobre la Guerra Fría. La mejor época para visitarla es en verano, cuando los finlandeses se desprenden de sus abrigos y acuden a bares y cafés al aire libre para disfrutar del sol.