Pedro Camello empezó en el mundo de la animación. Se inició curiosamente en el mundo del cómic en Estados Unidos, al contrario que otros autores patrios. Posteriormente en España publicaría alguna obra de corte fantástico, como su aclamada trilogía Treyes. Y ahora se encuentra promocionando su último trabajo como dibujante junto al guionista Gol: Cruz Negra, cuya promo podéis ver aquí.
¿Por qué esa atracción por lo histórico, por lo medieval?
Pues sencillamente porque la historia es mi gran pasión. Junto con el cómic, por supuesto (risas). ¿Por qué la época de la edad media? supongo que se debe a que tengo más conocimientos sobre ella, gracias a que llevo algún grupo de recreación histórica, practico esgrima medieval... y todo esto hace que a la hora de dibujar resulte más fácil.
¿Y el hecho de que tengas ese gran número de obras ambientadas en esa época se debe a una búsqueda personal de los proyectos o a simple conveniencia entre lo que quieres y lo que te llega?
Sobre todo, los hago porque quiero. Además ahora no me dedico al cómic a tiempo completo así que supongo que puedo seleccionar entre lo que me ofrecen y escoger lo que me gusta. Por supuesto, en mi carrera me he hecho un nicho y ya es habitual que me ofrezcan proyectos con este tipo de ambientación histórica, condicionados por mi propia trayectoria.
Ahora mismo, por ejemplo, estoy trabajando en un proyecto para una institución sobre Martín Álvarez, un soldado español que combatió contra Lord Nelson en el siglo XVIII. No es la edad media, pero también es histórico. Supongo que si me ofreciesen hacer algo más contemporáneo (que ya lo he hecho), realizaría igual el trabajo si me interesase, pero disfrutaría menos haciéndolo.
Pedro Camello
¿Cuáles son las ventajas del cómic y la historieta para representar la historia y la realidad?
Creo que su capacidad para reconstruir. Alejarse del efectismo y de la búsqueda del producto manipulado y en cambio, documentarse mucho; que vestían, como eran sus costumbres, como comían... Se trata de una manera muy efectiva de aprender conocimientos como autor y de transmitírselos al lector.
Es de hecho esta faceta divulgativa la que más me gusta en el cómic y con la que más disfruto. Y resulta más económico: piensa por ejemplo en la documentación y lo necesario para llevar a cabo una película histórica. Hay que hacer un trabajo y una inversión muy grande en un tiempo concreto, normalmente escaso. Por eso para divulgar, aprecio más el trabajo del cómic.
Aquí en España se hace mucho cómic y viñeta sobre actualidad. Después del 15M aparecieron numerosas novelas gráficas sobre lo sucedido, y existen publicaciones como El Jueves que no descansan en su labor de crónica social. ¿Crees que todo este tipo de cómic de denuncia social sirve para algo o que al final está siendo sobrevalorado?
Sobrevalorado en absoluto, yo lo encuentro muy necesario. El cómic es un medio de comunicación y sirve para compartir ideas de forma muy inmediata, por lo que crea una labor fundamental. La labor crítica del cómic social es, por tanto, encomiable y lógica.
Todos los medios que accedan al gran público deberían plantearse esta labor como fundamental en sus ideales. Y no solo a nivel contemporáneo, sino como registro histórico, pues gracias a este tipo de testimonios los autores del futuro tendrán una base, documental y argumental, para conocer hechos actuales. Sin duda, es una obligación este tipo de publicación.
Es un fenómeno que ya lleva tiempo siendo debatido, pero me gustaría saber de qué forma ha cambiado todo el mundo del cómic para ti con la llegada de la novela gráfica, donde parece que el autor ha encontrado un nicho de respeto en este término. ¿Ha sido un descubrimiento, todo sigue igual, es el público el que ha cambiado?
Un descubrimiento no ha sido, la opción del autor siempre ha estado ahí. El sello novela gráfica funciona a nivel de marketing como sello que otorga cierto nivel intelectual para algunos. Para mí no, desde luego. Yo no considero que una novela gráfica, por el mero hecho de serlo, transmita más cultura que un cómic de aventuras.
En cualquier caso, es cierto que si con ese sello conquistas al sector de la población que antes ninguneaba o era reacio al cómic, pues fantástico.
Sobre esto, leyendo tu blog llegué a un post sobre un posible proyecto que al final no vio la luz, sobre la vida del astrónomo alemán Johannes Kepler. En el post decías que te lo habían encargado "para el territorio europeo - y apuntabas- es decir, francés". ¿Cuál es el motivo de que nos quedemos en Francia al hablar del cómic en Europa?
Antes de nada: el proyecto de Kepler era conjunto con Jordi Bayarri.
Francia es sin duda, tal vez incluyendo otros territorios francófonos como Bélgica, el mercado más potente en Europa sobre el mundo del cómic, el que impone sus normas sobre el resto. Y es donde tienes que dirigirte si quieres hacerte un hueco en el continente.
Se vende muchísimo cómic, está bien considerado a nivel popular, y encontramos las editoriales más potentes. En otros países, en cambio, se sigue pensando en el cómic como algo para un sector reducido de la población.
¿Se demanda cómic español en Francia?
Cómic español no, pero al autor español sí. Los autores españoles tienen buena acogida allí, buen nombre y fama de buenos profesionales y buenos dibujantes; tanto, que incluso respetan bastante tus proyectos. El cómic, como te digo, no se exporta, pero los autores sí.
Volviendo al enfoque histórico y enlazando con la novela gráfica, es curioso como muchas de las más populares cuentan hechos ocurridos históricamente pero desde los ojos del autor (MAUS, Persépolis). ¿Es posible la objetividad histórica o siempre se le va a dar un giro hacia la visión del autor?
La objetividad total es imposible, de todas formas entiendo lo que quieres decir, y creo que si que es cierto que actualmente se le da mucha importancia a los elementos autobiográficos en la obra. No se por qué exactamente, quizá hay mucha gente que piensa que este enfoque aporta más seriedad o autenticidad a la obra. A mí no me lo parece, pero hoy en día es lo que se demanda.
También es cierto que lo que prima hoy en día es el autor completo, que aporte la faceta del guionista y del dibujante. Yo prefiero trabajar en equipo, sobre todo con gente como mi compañero en Cruz Negra Miguel Gómez (conocido como Gol), que ha hecho mucho cómic histórico institucional y me ha aportado muchísima experiencia. Lo bonito de trabajar en equipo son los debates que se realizan antes de comenzar la historia, donde cada uno aporta lo suyo, sus conocimientos, sus impresiones...
Algo contrario al modo de trabajar en Estados Unidos, donde hay una forma de crear mucho más automática, donde se envía un guión al dibujante y basta.
Exacto. Yo de hecho, cuando trabajaba allí, lo hacía con un guionista al que no conozco de nada. Allí te llega un guión por correo electrónico y cerrado, donde pasa lo que el guionista quiere. En cambio aquí se da una relación mucho más orgánica, donde se intercambian ideas y el propio intercambio se transforma en la parte más divertida.
Europa es un lugar donde se cuida mucho más el proceso de documentación, y se trabaja. A nivel histórico sin ninguna comparación, ya que el circuito de este tipo de obras es muy reducido en Estados Unidos. Aquí, o en Francia, hay un público importante con editoriales especializadas para el cómic de género histórico, que cuidan mucho la documentación y el trabajo de los autores.
No tenemos tiempo para más, pues Pedro Camello tiene que atender firmas de sus ejemplares en el stand de la editorial Aleta. Sin embargo, dedica con cariño un dibujo de Treyes al blog. Un lujo de entrevista y de regalo.