Parece que el blog ya va tomando forma! Aunque aun queda mucho que arreglar pero ya va siendo hora de terminar de contar el viaje en crucero porque la semana pasada estuvimos en Barcelona y también tengo mucho que contar! y por si fuese poco, el domingo nos vamos a Roma (así es, este día, como bien dice la foto, nos supo a poco). ¡No tengo tiempo de escribir! Joeeeeee...
Bueno ¿por dónde me quedé? la excursión del día 5 a bordo del Splendida. Éste iba a ser el día más intenso porque pasábamos todo el día en Roma, pero además ¿cómo vamos a ver Roma en un solo día? aun así estaba deseando ver la ciudad con mis propios ojos, y de una manera u otra ¡lo conseguí!Parece imposible pensar en Roma en un solo día verdad? y no le falta razón. Es una ciudad inmensa con infinidad de cosas para ver. ¿Que no sabes lo que hay que ver en Roma ? Clica aquí sin pensártelo!
Tras el madrugón y un buen desayuno, desembarcamos en Civitaveccia y subimos en un bus que nos llevaba a la capital italiana. El trayecto duró casi una hora, que como siempre, se hizo más corto. Entramos a la ciudad, empezamos a atravesar barrios y edificios cada vez más altos, montones y montones de Fiats 500, está claro que estábamos entrando a Roma!. Al bajar del autobús cruzamos por unas columnas inmensas que bordeaban una plaza. Los pelos de punta, de repente aparecimos en la Plaza de San Pedro! fue especial, después de tantos años viéndola en fotos, películas, en los libros... y estábamos ante ella! es inmensa, con columnas enormes y llena de turistas haciendo fotos a cualquier parte (como nosotros!) y unas colas interminables de gente queriendo entrar a la basílica. Claramente nosotros no entramos porque pierdes un día entero. Nos sacamos unas fotos y paseamos por las tiendas de alrededor en busca de algún recuerdo bonito, y como era de esperar, solo vendían estampas y otras cosas religiosas.
Piazza San Pedro
Terminada la visita a la plaza fuimos a una estación de autobuses subterránea a esperar a nuestro bus que nos haría la visita por la ciudad, pero no llegaba. Poco a poco el calor y la desesperación iba a más; es lo que tiene pretender ver una ciudad como Roma en un día. Y sin darnos cuenta estuvimos casi una hora allí dentro. Resulta que hubo un incendio en no se qué parte de la ciudad y cortaron el tráfico. ¿Ventajas de contratar las excursiones del propio crucero? que si surge cualquier imprevisto como ese y en el caso de que no lleguemos al crucero antes de que zarpe, al ser una excursión contratada con el crucero, el barco no se va sin los pasajeros. Si contratas el viaje por tu cuenta o no contratas y a la hora del embarque no estás a bordo, entonces tienes un marrón importante. Te toca buscarte la vida para llegar al próximo puerto donde haga escala y embarcar, porque se marchan sin ti.
Al subir al bus nos hicieron una visita por todos-todos los monumentos romanos y después hicimos una ruta a pie por el centro. Aquí fue cuando de verdad empezabas a conocer la ciudad, claro. El tráfico era un caos curioso, mucho ruido, pitos y más pitos, las aceras llenas de gente... una locura italiana que solo ellos entienden, pero las calles eran monísimas de la muerte!! En primer lugar estuvimos un ratito en la plaza de España. Lo suficiente para hacernos la foto y respirar el ambiente alegre de su gran escalinata. De allí nos fuimos a la Fontana di Trevi, ahora restaurándose. Ésta parada fue la mejor a pesar de la cantidad de gente que había porque era para comer y estuvimos una hora allí sentados viendo el ir y venir de la gente, lanzando las monedas y comiéndonos una porción de pizza sentados en la escalera y disfrutando de postal. Era alucinante la cantidad de gente que había, pero teniendo en cuenta que es pleno verano ¿qué lugar turístico no estará así?
Piazza di Spagna
Fontana di Trevi
Buscando un hueco para hacernos una foto
Disfrutada la Fontana di Trevi, nos fuimos a pie a ver la columna de Trajano y el Panteón de Agripa. Al panteón también tuvimos tiempo de entrar y ver su enorme cúpula desde dentro, pero todo lo demás era muy rápido. Una de las cosas más sorprendentes de Roma es la cantidad de restos arqueológicos que puedes encontrarte donde menos te lo esperas. Es girar una calle y ver enormes columnas, arcos, excavaciones... es un diamante en bruto de la historia antigua. Finalizamos la tarde paseando por la bohemia y alegre plaza Navona y tomando un gelato italiano mientras veíamos a los artistas pintar bonitas postales o caricaturas de tursitas.
El Coliseo, el Foro, el Castel de Sant Angelo, las termas... todo eso solo vimos desde el bus y la verdad es que esta excursión es para dejarte claro que no puedes conformarte con conocer Roma en un solo día. ¡Es como si vieses una película de Roma dándote la sensación de no haber estado nunca allí! esa es mi conclusión sobre Roma. Entonces... ¿merece la pena la visita de Roma en crucero? pues claro que sí. Si nunca has estado, te dejará con un triste sabor de boca y el deseo de no marcharte de allí. Si ya la conoces, pues no está de más un paseo a tu aire para comerte una pizza y un helado mientras paseas por sus empedradas calles. A nosotros nos sentó tan mal tener que irnos que este próximo domingo nos vamos a pasar unos cuantos días más y conocerla de verdad ¡yu-piii!
Panteón de Agripa
Piazza Navona
Llegamos a las 6 de la tarde al crucero y zarpaba a las 7. Ese día no hay espectáculo en el barco y menos mal, porque sería físicamente imposible llegar de una pateada de Roma, descansar y después bajar al teatro. El barco zarpó y de nuevo a disfrutar de las mejores vistas del atardecer.