La Transalpes en BTT es una travesía que cruza los Alpes de norte a sur. La ruta que hicimos nosotros empieza en el pueblo alemán de Garmisch y termina en el Lago di Garda, en Italia. Durante el recorrido, también pedaleamos por Austria y Suiza. Hay diferentes variantes. Nosotros utilizamos la guía Transalpina en BTT de la editorial Desnivel.
La ruta está dividida en siete etapas, aunque se puede hacer en más o menos etapas en función del tiempo del que dispongas o de la forma física del grupo. En total, hay unos 570 km y 14.000 m de desnivel positivo y otros tantos negativos. Rodamos a una altura media de 1.500 metros y la altura máxima estuvo cerca de los 2.800 metros. Circulamos por pueblos alpinos, valles y collados de gran belleza. Los ríos y los lagos son de postal y gran parte de los caminos son senderos o pistas forestales y, en ocasiones, también rodamos por carreteras de montaña de gran encanto. Es muy complicado poder explicar la belleza de las etapas de esta gran ruta que es, sin duda, una de las más bonitas de Europa.
Aquí estamos los cinco Lipe, Ramón, Rubén, Mónica y Francisco
En mi cabeza rondaba, desde hacía mucho tiempo, la idea de recorrer los Alpes en BTT. Ya había hecho la Transpirenaica y mi siguiente reto era cruzar los Alpes. Hacer las travesías de las grandes cordilleras en bici es un sueño para cualquier amante de la bicicleta y las montañas, así que sabía que los Alpes no me iban a defraudar.
En principio, tenía pensado ir solo, pero después de comentárselo a varios amigos, algunos de ellos también se animaron. Tuvimos la suerte de que Mónica se ofreció a llevar la furgoneta de etapa en etapa, por lo que la parte logística de este viaje se facilitó considerablemente para nosotros. Significaba que ya no teníamos que cargar con todo el equipo y que éramos más flexibles a la hora de reservar los alojamientos. Aunque esta forma de hacerlo le restaba un poco de aventura a la ruta, al final mereció la pena hacerlo así.
Con Mónica como conductora de la furgoneta, el equipo de bici-montañeros lo formamos Ramón, Francisco, Rubén y un servidor.
Inicio de la Transalpes en Garmisch
La ruta es larga y en ocasiones muy dura, la media por día es de más de 70 km y casi 2.000 m positivos. Os voy a resumir etapa por etapa, pero sin extenderme mucho.
Etapa 1: Garmisch - Imst. 74 Km, 1.650 metros de desnivel positivo
El inicio de la etapa es muy tranquilo. Enseguida llegamos al lago Eibsee, un lugar bastante bonito para detenerse un rato, hacer unas fotos y disfrutar del paisaje. A partir del lago la cosa se complica un poco y el desnivel se va notando en el camino.
Salida de Garmisch
Lago Eibsee
Bordeamos el lago por senderos y pistas muy bonitas. Con el frío que hacía, a pesar de ser el mes de julio, no nos apeteció nada bañarnos.
La subida al punto más alto de la etapa (1.550m) nos hizo cruzar la frontera. Ese día dejamos Alemania para entrar en Austria.
Al fondo, el monte Zugspitze, el punto más alto de Alemania
A continuación, descendimos hasta el bonito pueblo de Ehrwald, desde el que se puede ver el punto más alto de Alemania, el monte Zugspitze (2.965m). Además, el pueblo estaba en fiestas y aprovechamos para tomamos una buena cerveza austriaca. Después, continuamos con otro tramo de ascenso por un sendero.
Los últimos kilómetros son bastante agradables, casi todo por carreteras de montaña y pistas.
Un descanso en la ruta y ya en Austria
Final de la primera etapa en Imst
Etapa 2: Imst - Ischgl. 53km y 1.600m de desnivel positivos.
Toda la etapa es por el Tirol austriaco. Esta es la etapa más sencilla de todas y la menos bonita de la ruta. Aún así y todo, podría ser una salida increíble para cualquier domingo. La ruta discurre por frondosos bosques de pino, praderas verdes y pueblos típicos tiroleses con un montón de flores de colores en sus balcones. El día amaneció algo nublado, con intención de llover y frío, pero poco a poco fue saliendo el sol y quedó un día genial.
Paisaje del Tirol austriaco
Admirando la belleza de los Alpes
Los primeros 20 km de etapa coinciden con una de las rutas cicloturistas que hay para cruzar los Alpes, la Vía Claudia Augusta, que va desde Alemania al mar Adriático. Remontamos el río Inm y nos cruzamos con muchos ciclistas. Familias enteras paseando en sus bicis es algo que en España no se ve, pero que nos gustaría que se viese más a menudo.
Un poco de descanso que no nos sentó nada mal
A mitad de etapa nos tocó una bajada, técnica en algunos tramos, que Rubén disfrutó a tope, aunque no tanto el resto del equipo que en ocasiones tuvimos que desmontar de la BTT. La bajada termina en el pueblo de Perfuchsberg.
Casa tirolesa
La última subida antes de llegar al final de etapa es por senderos divertidos. Trascurre al lado de un pequeño río y entre la sombra de un bosque, que en ocasiones se agradecía ya que el calor apretó ese día.
Llegando a Ischgl, final de segunda etapa
Etapa 3: Ischgl - S-Charl. 70km y 2.700m de desnivel positivos
El día amaneció soleado, pero fresquito. Esta es la etapa más dura de la travesía. Para empezar el día hay una subida de unos 13km y más de 1.800 metros de desnivel, algo que se nos hizo pesado y que nos llevó parte de la mañana. Nos dirigirnos hacia la estación de esquí de Ischgl y llegamos al paso Idjoch de casi 2.800m y el punto más alto de la Transalpes.
Estación de esquí de Ischgl, Austria
Los últimos kilómetros antes de llegar al paso Idjoch se hacen muy duros e incluso el mal estado de la pista nos hizo echar el pie a tierra en alguna rampa de más del 20% de desnivel, pero la recompensa estaba en el collado, con unas vistas magnificas de todo el valle y de los Alpes.
Paso de Idjoch, 2.800m
No hacía muy buen tiempo para entretenerse allí arriba. El frío y el viento no nos dejaron disfrutar mucho rato de la recompensa.
Ya habíamos terminado nuestro paso por Austria y la bajada de más de 30 km por el valle de Samnaun nos dejó en Suiza, en el Cantón de los Grisones.
La ruta sigue en ligero descenso, siguiendo el curso del río Schalklbach y por el valle de Engadina, una zona rural de gran belleza dedicada a la ganadería. Sus prados verdes, las laderas de las montañas llenas de bosques y sus pueblos tan cuidados hicieron las delicias de nuestros ojos. ¡Cuánto tendríamos que aprender de estos países!
Rubén y Lipe cerca de S-Charl
Pasamos por el pueblo de Scoul, el cual no entramos a visitar en ese momento. El cansancio y unas nubes que prometían tormenta nos hicieron continuar. Tras cruzar el río Inm todavía quedaban más de 10 kilómetros de subida y un desnivel de 700 metros para terminar esta dura etapa. De nuevo tuvimos una recompensa para nuestros ojos al llegar a S-Charl, un pueblo muy bonito apartado de todo y rodeado por montañas. No pudimos hacer noche en S-Charl, por no haber alojamiento disponible, y Mónica tuvo que venir a buscarnos en la furgoneta para dormir en Scoul.
Las vistas desde nuestra cabaña en Scoul
La tormenta estaba a punto de estallar
El día siguiente lo destinamos a descansar. Cada uno lo podía utilizar como mejor quisiera. Mónica y Francisco se decidieron por el turismo rural. Ramón, Rubén y yo nos fuimos a subir el Piz Spadla de 2.950m, una montaña que veíamos desde la casa donde dormimos esa noche. Sin duda, ¡fue un día de descanso muy activo!
Dicen que las cabras siempre tiran al monte
Piz Spadla 2.950m, Suiza
Etapa 4: S-Charl - Arnoga. 63km y 1.500m de desnivel positivos.
Después del día descanso de BTT, esta cuarta etapa iba a ser dura y seguramente la más bonita de toda nuestra travesía por los Alpes. Gran parte de esta jornada se rueda a más de dos mil metros, por senderos y pistas de alta montaña. La carretera se pisa en muy pocas ocasiones. Es sin duda la etapa más alpina.
Salida de la cuarta etapa en S-Charl
Alp Astras poco antes de llegar al Pass da Costainas
Durante esta etapa se alternan bosques con praderas y, en ocasiones, fuertes pendientes hasta llegar por caminos de alta montaña al Pass da Costainas.
Un poco de descanso en el Pass da Costainas
La bajada es primero por caminos y después por pistas muy transitadas por ciclistas. No tardamos en llegar a Lü, que es el pueblo más alto de Suiza, donde hay un observatorio astrofísico. Seguimos descendiendo hasta el bonito pueblo alpino de Valchaba, donde tuvimos que reponer fuerzas y cargar nuestras mochilas, ya que durante muchos kilómetros el terreno es totalmente alpino y sin posibilidad de provisiones.
La subida hasta Dass Radond es dura con rampas del 24%, pero la llegada al paso de montaña es espectacular.
Dass Radond 2.234m
Durante kilómetros rodamos entre el Parque Nacional del Stelvio y la Reserva de Val Mustair por parajes únicos y totalmente alpinos a más de dos mil metros y en dirección a Italia.
El descenso nos llevó por senderos que en algunas zonas pueden ser peligrosos en caso de caída.
Descenso hacia el Passo Val Mora
A partir del Passo Val Mora, que es frontera entre Suiza e Italia, los caminos mejoran y llevan hasta los lagos Giacomo y Cancano, ambos artificiales. En Val Fraele entramos en terreno italiano.
Después sólo quedan los últimos kilómetros en descenso hasta el valle de Valdidentro y el pueblo de Arnoga, donde termina este emocionante día.
Rubén frente al lago Giacomo
Etapa 5: Arnoga - Ponte di Legno. 68km y 2.160m de desnivel positivos
Tuvimos mucha suerte con el tiempo. Sólo nos mojamos un poco un día y pasamos verdadero calor en algunos momentos. En la siguiente foto se puede ver que no pudimos resistirnos a un baño en estas aguas gélidas.
Teníamos que poner remedio al calor
Aunque esta quinta etapa parecía muy dura, por los kilómetros y el desnivel, al final no fue para tanto, ya que la mayor parte de la etapa fue por carretera.
Empezamos con subida y de nuevo rampas muy duras, dirección al Passo di Verva de 2.300m. Una vez arriba, la bajada fue frenética, 1.600 metros de desnivel de bajada hasta Grossio. Después nos tocó subir al mítico puerto del Giro de Italia el Mortirolo.
Todos estos pueblos alpinos bien merecen una parada para disfrutarlos
Puntos de avituallamiento
Passo di Mortirolo
En total 15 km y 1.117 m de desnivel positivo de subida al Mortirolo por una buena carretera, pero llena de locos motoristas italianos. Aquello parecía un circuito del campeonato del mundo. Era sábado y la afición a las motos en Italia es mayor que en España.
Disfrutado el Passo del Mortirolo nos esperaba una vertiginosa bajada que nos dejó en el pueblo de Monno en el Val de Camonica, que es uno de los valles más grandes de los Alpes. Los últimos kilómetros son en subida hasta llegar a Ponte di Legno que es la zona de esquí mas importante de Lombardía.
Etapa 6: Ponte di Legno - Madonna di Campiglio. 60km y 1.850m de desnivel positivos.
A partir de esta etapa Francisco decidió bajarse de la bici y disfrutar de otro estilo de turismo acompañando a Mónica, recorriendo la zona en la furgo y rencontrándose con nosotros en cada final de etapa.
Así que Ramón, Rubén y yo seguimos con las dos últimas etapas. Una vez más, el día amaneció soleado y caluroso, y esto ya era mucha suerte para estar en los Alpes.
Un descanso antes de llegar al Passo Tonale
En esta etapa tuvimos dos grandes subidas. La primera, nada mas salir de Ponte di Legno hacia el Passo Tonale de casi 1.900m. Una vez en el Passo Tonale, que es una zona muy turística, nos esperaban unos 30 km de bajada. Poco a poco pasamos por bonitos pueblos del Val di Sole y, al final del descenso de este magnifico valle rodeado de grandes montañas, llegamos al pueblo de Dimaro, donde no nos pudimos resistir a tomar una birra y comer una pizza.
Ramón y Rubén
La segunda subida del día fue dura y con el estomago lleno más. Empezamos el ascenso por una pista de tierra y paralelos al río Melendrio, que también da nombre al valle. Algunas de las primeras rampas son duras, de hasta el 18% en algún momento. La subida es una zona realmente bonita, primero por un bosque de pinos con caminos que pasan por túneles y cascadas, y luego por un lugar llamado los Campos de Carlo Magno. Después, una corta bajada hasta Madonna di Campiglio, un pueblo muy concurrido por turistas y otros ciclistas, que se encuentra en los pies de los Dolomitas y que es donde el equipo Ferrari hace su presentación.
Etapa 7: Madonna di Campliglio - Riva di Garda: 72km y 1.450m de desnivel positivos.
Esta última etapa, que resultó ser tan espectacular como las anteriores, nos dejó en el enorme Lago Di Garda. Cuando salimos de Madonna ya se notaba el calor, que solo bajó algo al final de la etapa, y que acabó en tormenta. Al inicio de la etapa se encuentra la cascada Di Mezzo, un lugar muy recomendable para disfrutar un rato.
La cascada Di Mezzo al fondo
Este día nos adentramos en el Parque Nacional de Adamello y Brenta. Una pista en subida nos llevó hasta el lago Val d´Agola. A partir del lago nos esperan unos dos kilometros tan bonitos como duros y donde nos tocó empujar la bici hasta el Passo Bregn de l´Ors. Un lugar único por su belleza y en el que no pudimos resistirnos a parar un buen rato para disfrutar de las vistas.
Lago Val d´Agola
Poco después del Passo Bregn de l´Ors
Una bajada de más de 20 kilómetros nos dejó en el pueblo de Ponte Arche y en este punto ya se nota el cambio de paisaje. Atrás dejamos las grandes montañas y los bosques para dar paso a tierras de cultivo. En el pueblo de Stenico hicimos un alto y tomamos nuestra última pizza y birra en ruta y, también, aprovechamos para echarnos una pequeña siesta ;-)
Una siesta después de comer
Desde este pueblo quedaba muy poco para llegar a nuestra meta en Riva di Garda. Los últimos kilómetros nos los tomamos con calma y disfrutamos de los paisajes. Aprovechamos para parar en varios lugares, uno de ellos fue el mirador de Cavola, un lugar ideal para disfrutar de unas bonitas vistas del pueblo y de parte del inmenso lago.
Final de ruta, Lago di Garda
El Lago di Garda es un lugar ideal para terminar una travesía como ésta.
Sólo me queda agradecer a mis compañeros de ruta y a Mónica unos días inolvidables por los Alpes. Sin duda, ésta ha sido una experiencia maravillosa.
Hasta donde el cuerpo aguanta somos personas normales, a partir de ahí somos ciclistas.
Nosotros en algunos momentos de esta ruta nos hemos sentido ciclistas.
Cruzar los Alpes en BTT: La Transalpes from ENLACIMA on Vimeo.