Nos fuimos al buffet a desayunar: un buen tazón de leche, tortitas con chocolate, unos gofres, tostadas... en fin, nos inflamos. Al terminar salimos del restaurante y pensamos ¿y ahora qué? vais a pensar que somos unos gordos. Nos sentamos en la heladería de la piscina, nos pedimos un batido de fresa (sí, nada más terminar de desayunar) y esperamos a que alguien propusiera algo para hacer... ¿Por qué no vamos al gimnasio? pensamos mi hermano y yo. Nos esperan muchos súper desayunos, batidos de fresa y otros cócteles, comidas en el buffet... deberíamos empezar a hacer hueco a todas esas calorías. Pues nos fuimos al gimnasio como buenos deportistas. Mi hermano y yo nos fuimos a las cintas de correr y nos hicimos media hora sin parar... ¡Tan solo quemamos 300 calorías! eso no es ni la mitad del batido de fresa que nos habíamos tomado...
Estábamos agotados, pero íbamos preparados para un baño después de la sesión de ejercicio. El Splendida tiene 3 zonas de baño: la piscina principal con unos cuantos jacuzzis. Ésta zona no llegamos a disfrutarla, además siempre estaba llena de gente. Después está la zona cubierta, con otra piscina y jacuzzis y por último la piscina de popa, la más pequeña y por tanto con menos gente. Nosotros nos dimos un baño en la cubierta porque no había nadie! así que después de correr media hora nada más, nos merecíamos horas de baño!
A medio día estábamos cansados de no hacer nada... después del gimnasio y horas de piscina nos merecíamos recuperar fuerzas, sí. Nos fuimos a la piscina exterior a tomarnos unos cócteles mientras esperábamos a que llegara la hora de comer... os lo he dicho! somos unos gordos!
¿Intentos de natación sincronizada?
Cócteles en la piscina
Y se hizo la deseada hora de comer. Os vais a asustar porque somos unos animales comiendo! jajajaj os presento nuestro menú en el buffet... por cierto, no os he contado que volví con 5 kg más ¿Verdad? de los cuales 2 ya no pude perder.... ooooh. Nosotros solo queríamos probarlo todo un poquito y ya está ¡pero cada día habían muchas cosas nuevas y nuestros platos siempre terminaban llenos! que desastre... . Bueno, una vez inflados a reventar nos fuimos a dormir la siesta al camarote, a descansar.
Pasamos la tarde entre cafeterías, cócteles, para acá y para allá. Siempre terminábamos en el Purple Bar, un pub chulísimo que siempre tenía música en directo. En otros barcos de MSC el mismo pub es igual pero de distinto color. Después del espectáculo y la cena nos enganchamos a otro bar: el Lounge Bar. Era como una especie de discoteca para adultos (niños de hasta 18 años tienen otra discoteca de "chunda-chunda" me entendéis no?) En ésta había una pista de baile y siempre estaba llena de gente dándolo todo! podría ser gracias a los animadores, todos muy simpáticos y muy guapos! y cómo ya dije antes, todo un lujazo poder pedir cualquier bebida: cubata, cóctel, lo que sea sin preocupaciones con el Alegrissmo (Todo incluido).
¡Que aproveche!
Purple Bar
Cena en el restaurante "La Reggia"
¡Qué buena pinta!
Cada vez que recuerdo los platos de la cena... qué rico estaba todo. Mi madre y yo siempre pedíamos cosas distintas para luego intercambiarnos la mitad y probarlo todo. ¡Me inflé a probar risottos! y desde entonces soy fan. Pues aquí termina nuestro segundo día de crucero. Al día siguiente tocaba navegación en dirección a Túnez!