A lo largo de los años la situación en Túnez ha sido muy inestable, incluso se ha suspendido la escala de los cruceros en varias ocasiones. Una vez más y debido a los últimos atentados terroristas (el museo del Bardo y el hotel) las navieras han suspendido la escala en La Goulette (el puerto de Túnez), para garantizar la seguridad de los pasajeros.
En nuestro caso sí que pudimos visitar la ciudad y la verdad que me siento afortunada. Además de no tener ningún problema, la ciudad me encantó. Pues comenzamos con la visita:
Túnez y Roma eran mis dos visitas ansiadas. Salir del continente no es como salir del país. Cuando sales de tu país dentro de Europa, el paisaje cambia, el idioma e incluso el clima. Pero cuando cambias de continente todo es mucho más radical, incluso pagando con el euro. Es el caso de Túnez: en la ciudad convive la parte moderna y nueva con el pasado antiguo.
Al bajar del crucero nos esperaba un autobús de una empresa contratada por MSC, pero son autobuses auténticamente árabes: incómodos, viejos, sin aire acondicionado, con las ventanas abiertas... no son vacaciones de relax pero no podemos negar que es emocionante! a mi madre no le gustó porque todo era muy viejo, roto, sucio... pero yo pienso que hay que ver más allá; es una cultura muy diferente tanto en lo bueno como en lo malo. Yo opino que no es mejor ni peor, es "diferente"...
Del puerto al centro de la ciudad no hay más de 20 minutos en autobús, pero a mi me parecieron 5 porque me entretenía buscando e intentando no perderme ningún detalle. Llegamos a la ciudad y entramos por la parte moderna: la avenida Bourguiba. Había algunos rascacielos y muchos edificios bastante viejos, todos blancos con las ventanas azules, con un paseo lleno de ficus. En esta avenida están la mayoría de los hoteles, las tiendas, cafeterías, bancos... pero es más parecido al concepto que nosotros tenemos de pueblo grande que a una capital de un país. En esta parte destaca la torre del reloj y la basílica de San Vicente de Paul. Para ser una cultura árabe, es bastante occidental en comparación con otros países. No es nada raro ver mujeres y niñas sin velo por la calle paseando o haciendo recados.
Sin embargo, la mayoría de los lugares de interés están centrados en la ciudad árabe: la medina. Es la zona más antigua y atractiva de la ciudad, que data del siglo VIII, como si fuese un pasaje a la Edad Media de los países árabes. Una gran calle marca la frontera del tiempo del presente con el pasado. En la plaza de la Victoria, al final de la avenida Bourguiba, se encuentra la Puerta de Francia, una antigua puerta que nos introduce a la medina.
Empezamos a ver mezquitas y minaretes por todos lados, las calles empiezan a estrecharse y hay montones de puestos. Sin darnos cuenta estábamos dentro del zoco, un laberinto lleno de pasadizos estrechos y repletos de tiendas que venden toda clase de cosas; desde alfombras, babuchas, chilabas, joyas, y cualquier clase de souvenir para turistas. Además las teterías están una tras otra.
Mezquita de Hammouda Pacha
Puertas de Túnez
Una vez en la medina la cosa cambiaba. Mientras que en la parte nueva había mucha gente extranjera, en la medina era más dificil no dar con árabes. Además se respiraba algo de machismo. Es normal que digan piropos a las mujeres. Normalmente no suelen faltar al respeto pero supongo que hay de todo, aunque para eso no hay que salir de España. ¡Y además miran mucho! hasta el punto de intimidar. A mí llegaron a preguntarme si yo era miss Alicante ¿? lo más raro de todo no era que hablasen español... ¿Cómo sabían que era de Alicante? Pues sí. Allí en el zoco todo el mundo habla español (¿Será porque nos oyen hablar?) y si no saben como te llamas empiezan a llamarte Shakira, María, Isabel Pantoja... es su manera de captar nuestra atención.
Una vez les has hecho caso, empieza el regateo, en muchas ocasiones agobiante. Te perseguirán a donde haga falta para que aceptes el precio final. Es decir, una vez regateas, es muy difícil quitártelos de encima. ¿Y el precio? siempre es menos de la mitad. No hay que ofrecer muy poco porque puedes llegar a cabrear y ofender, y piensa que si al final no aceptan el precio es porque tal vez no tengan beneficios. Pero seguro que el precio inicial es más del doble de lo que consigues al final. Por cierto, no hay ningún problema en pagar con euros.
Como he dicho, cuidado con el regateo. Mi madre preguntó el precio de un cartón de tabaco simplemente por curiosidad, pero el hombre le empezó a perseguir durante un rato y a cruzarse por delante para no dejarla andar. Le decíamos que la dejara por favor, que no quería nada, pero el hombre no dejó de seguirla, incluso cuando entrábamos en algún sitio, le esperaba en la puerta. Cuando le dijimos por última vez que la dejara, el hombre se puso violento y mi padre tuvo que meterse por en medio. En fin, una mala experiencia.
Entramos a una exposición de alfombras (allí son de buenísima calidad) y nos hicieron una danza con música mientras nos tomamos un té con pastelitos. Por último, volvimos a subir al bus y de vuelta al puerto. Fue una visita corta y un poco patata. Hace 6 años hicimos la misma excursión y fue más larga. También visitamos el teatro de Cartago y Sidi Bou Said, un pueblo bastante más turístico, pero muy bonito. Otro día os lo enseño. Y aquí se acaba nuestro día en Túnez. Cuando la situación se normalice, tengo seguro que volveré!