En esta crítica voy a hablar de Fullmetal Alchemist: Brotherhood, el segundo anime que hicieron. ¿Por qué? Porque es el fiel al manga. La primera serie de 2003 empezó siguiendo la historia original pero en un momento dado hizo un Tokyo Ghoul y adiós rigor. Aunque no está mal, ya hablaré en otro post de ello, fue necesario volver a hacer un anime, esta vez siguiendo el manga. Este anime es Fullmetal Alchemist: Brotherhood (2009). Pues, pongámonos a ello. No habrá spoilers, así que tranquilos. Relajaos y dejadme convenceros por qué esta serie es una obra maestra.
Fullmetal Alchemist Los hermanos Elric y su historia
Fullmetal Alchemist: Brotherhood está basada en el manga homónimo de 27 tomos de Hiromu Arakawa. La historia nos emplaza en la tierra de Amestris, un estado militar (semejante a Alemania) en el cual la “ciencia” que existe es la Alquimia. En este país nos encontramos con Edward y Alphonse Elric, dos niños que acaban de perder a su madre. Para intentar devolverla a la vida, estudian durante años la manera de resucitarla, hasta que al final rompen el mayor tabú de la alquimia: la transmutación humana.
Romper el tabú tiene un precio: Edward pierde la pierna izquierda y Alphonse todo su cuerpo. En un acto desesperado, Ed consigue retener el alma de su hermano en una armadura a costa de su brazo derecho. La ley del intercambio equivalente de la alquimia. Ahora, están decididos a recuperar sus cuerpos.
Edward se pone unas prótesis de metal en sustitución de los miembros que le faltan (llamados automails), se hace con el título de alquimista nacional (el más joven de la historia) y junto con su hermano Alphonse viajan por la tierra de Amestris buscando la manera de volver a como eran antes mediante un poderoso objeto alquímico: La Piedra Filosofal. Al mismo tiempo, un grupo de enemigos mueven los hilos para un oscuro propósito.
Fullmetal Alchemist Argumento y Personajes
Fullmetal Alchemist: Brotherhood cuenta con la unión más adecuada de seriedad y humor que he visto en ninguna serie. El argumento es muy serio (incluso demasiado) y en muchos capítulos se tocan temas muy profundos que nos han dejado conmocionados. De hecho, en uno de los primeros capítulos de la serie pasa algo que cualquier espectador que haya visto Fullmetal identifica y no puede evitar recordarlo con pesar y estupefacción.
Fullmetal cuando se pone seria, es capaz de hacer encoger el corazón de cualquiera. No hay quien la gane. Ahora bien, lo que hace tan especial a esta serie es que da igual lo dramática que sea, el humor se abre camino y nos da momentos gloriosos en los que reímos a carcajadas. Hay unos cuantos “gags” que se van repitiendo y que nos alegran mientras vamos viendo el anime. Pero, el hecho de que esten estos momentos graciosos no resta dramatismo ni epicidad a la serie. El humor en esta serie es totalmente necesario y justificado, para que no todo sea negro.
Los personajes de Fullmetal Alchemist: Brotherhood son carismáticos, originales, profundos y espectaculares. Los dos protagonistas, Edward y Alphonse, tienen una personalidad muy marcada que no hace más que evolucionar. La serie empieza cuando tienen 15 y 14 años respectivamente. Pues bien, durante el tiempo en el que dura, la evolución que sufren es magnífica. Nada de personajes planos: los protagonistas de la serie cambian con lo que les va sucediendo, haciendo sus reacciones cada vez más reales.
Personajes secundarios de Fullmetal
La evolución de los personajes que he mencionado anteriormente, no se limita únicamente a los protagonistas. Estos no están solos. No tendrán familia, pero cuentan con numerosos amigos y compañeros que les ayudarán durante su viaje. Winry Rockbell (amiga de la infancia y mecánica de Ed), Izumi Curtis (la maestra de alquimia de los hermanos Elric), Roy Mustang (coronel del ejército ambicioso y con un claro objetivo), Riza Hawkeye (segunda de Mustang)… Esta serie no solamente es increíble por sus protagonistas, sino por sus personajes secundarios.
Los personajes secundarios de Fullmetal Alchemist tienen un gran peso durante toda la trama. No son mero relleno como sucede con otras series. En esta son tan carismáticos que, de hecho, en las encuestas de popularidad que han llevado a cabo superan incluso a algún protagonista. Mi preferido, de hecho, es Roy Mustang. Además, durante la serie puedes ver cómo los personajes maduran e incluso cambian físicamente, siendo especialmente claro en el caso de Edward y Winry.
Los villanos de la serie Épicos y atractivos
Otro aspecto a tener en cuenta son los villanos. Y qué villanos. Son numerosos (ya lo iréis viendo) y si los protagonistas y personajes secundarios son carismáticos, los villanos ya son increíbles. Tienen un atractivo especial. Además, esta serie cuenta con unos antagonistas con los cuales te puedes identificar fácilmente y, además, empatizas con ellos. Al principio parecen los típicos que solamente quieren ver el mundo arder (sí, referencia al Joker) pero, mientras avanzas en la serie, conoces sus motivaciones, sus miedos, sus deseos y sus ambiciones. Y puedes llegar a sentirte realmente mal por ellos. Incluso por el antagonista principal.
Esa capacidad de que sientas lástima por ellos haces que incluso te replantees la fórmula de: los buenos son muy buenos y los malos muy malos. No está clara. No hay personajes blancos y personajes negros. No todo es luz o oscuridad. Esta capacidad de andar y moverse entre los grises es precisamente la que le da realismo a los personajes. Ningún personaje es bueno o malo enteramente. Fullmetal Alchemist te da esto y hace que te replantees tus lealtades.
En esta serie, además, no hay un personaje que sobre. No existe ni uno que digas “éste es de relleno”. Para nada. Cada uno, desde los protagonistas hasta los antagonistas, tiene su propósito y todos contribuyen a que la historia sea esta gran y magnífica fantasía épica.
La trama de Fullmetal Alchemist y los temas que aborda
Fullmetal Alchemist: Brotherhood sucede en un mundo ficticio. Pero dentro de este mundo Steampunk con automails de acero, alquimia y el ejército como mayor poder del estado, la serie trata de temas tan sensibles y actuales como el racismo, la discriminación, la justicia y el deber.
Mientras los hermanos Elric buscan la manera de volver a sus cuerpos originales mediante la piedra filosofal, van descubriendo una conspiración desde las entrañas del gobierno, relacionada con una absurda guerra civil y el exterminio total de una nación sin sentido. Los capítulos que tratan sobre temas serios, como el ya mencionado antes, haces que te plantees de qué puede ser capaz una persona con tal de conseguir sus propósitos. Mientras vas avanzando en la serie, vas teniendo una mejor imagen de la red conspiratoria que existe y más te vas enganchando. Y más te vas envolviendo en ella.
La imagen y la música de Fullmetal Alchemist
Fullmetal Alchemist, la primera serie, tenía unos colores más oscuros. Brotherhood se destaca por la prevalencia de unos colores más cálidos y un dibujo mejor cuidado. A medida que vas avanzando por la serie, ves cómo el dibujo va mejorando y cómo se va cuidando cada vez más el detalle. A nivel artístico, la serie es excelente. No llega a la altura de Shingeki no Kyojin pero realmente es una serie para disfrutar.
La música de Fullmetal es, sin duda, increíble. A través de las cinco temporadas en las que transcurre la serie, se van sucediendo una serie de openings y endings los cuales son maravillosos. A destacar para mí, el primer opening. La animación de todos ellos es fantástica y la música espectacular.
Además, no solamente quiero destacar las canciones de inicio y final de episodio. No. La música que acompaña los capítulos aporta el dramatismo y la epicidad adecuada para cada momento. Las escenas que te parten el corazón de la serie están ambientadas con una banda sonora que hacen que se te salten las lágrimas.
Fullmetal Alchemist: Brotherhood es una serie que tienes que ver. Ya está. De la misma manera que Death Note o Cowboy Bebop (entre otras) son series obligatorias, Fullmetal también lo es. No es una serie eterna como One Piece. Tiene cinco temporadas de 13 capítulos cada una y tiene un final. Un final perfecto. Es una serie totalmente redonda a la que solamente falta ponerle el sello de oro. Si no habéis tenido oportunidad de verla hasta ahora, corred a vuestro sofá, poned Netflix y empezad. Es un 10/10 sin ninguna duda. Así, todos ganaremos un corazón de acero. Muchas gracias por leer mi crítica de mi anime preferido. Espero que lo disfrutéis como lo he hecho yo.