Después de estrenar El stand de los besos (que parece estar basada en algún fanfiction); no podíamos esperar demasiado de otra película en el género. El detalle está en que por suerte A todos los chicos de los que me enamoré (To All the Boys I’ve Loved Before) parte de un mejor material. Es por eso que en un año donde nos han llegado Sol de media noche, la mencionada The Kissing Booth y Every Day (tres bodrios de los buenos); agradecemos que también estén Love, Simon y A todos los chicos que he amado antes.
De qué va A todos los chicos de los que me enamoré
Lara Jean Covey es una romántica empedernida de dieciséis años que nunca ha tenido novio; sin embargo a lo largo de su vida ha escrito cartas de amor a los jóvenes por los que alguna vez, en secreto, se ha sentido atraída. Un día esas cartas llegan a mano los destinatarios incluidos Josh, el exnovio de su hermana; y Peter el exnovio de su ex-mejor amiga. De ese modo, Lara Jean deja de ser invisible, su vida cambia radicalmente.
Romance que no empalaga
Uno de los errores más recurrentes en las películas románticas es que el romance suele ser confundido con cursilería. Nicholas Sparks puede tener buenas intenciones en sus libros que acaba mutilando con frases cursis; Sol de media noche es un manual de lo mismo; y The Kissing Booth romantiza las relaciones tóxicas. A todos los chicos de los que me enamoré deja que los protagonistas interactúen con conversaciones triviales; dejando que la química entre ellos fluya y se convierta realmente en el encanto de la película.
Por otra parte A todos los chicos de los que me enamoré recuerda muchísimo a Rumores y mentiras (probablemente la última película buena que nos ha llegado en el género; junto a Love, Simon) no por la historia en sí, porque son completamente distintas; sino por otros aspectos como las múltiples referencias a las películas de John Hughes y el hecho de que además de ser una historia de amor, también es una coming of age. Verán, Lara Jean es una joven que se está descubriendo a sí misma; lo que quiere y lo que quiere ser y el tratamiento que recibe el personaje es muy orgánico y se siente creíble.
No solo es buena historia, es una buena película
A todos los chicos de los que me enamoré no sólo es una buena comedia romántica que equilibra muy bien la comedia y el romance. Pero es que resulta una buena película en general. Tiene un diseño de producción y una fotografía impecable; así como un vestuario muy bien cuidado (de verdad, cada cambio de Lara Jean es maravilloso). Por si esto no fuese suficiente; la película es la primera en su género que cuenta con una protagonista de origen asiático interpretando a una protagonista pues de origen asiático. No hay whitewashing ¡y sorpresa! el mundo sigue girando.
Si eres fanático o fanática del género entonces tienes que ver A todos los chicos de los que me enamoré; si simplemente quieres pasar un buen rato viendo una buena película, entonces tienes que ver A todos los chicos de los que me enamoré. Disponible desde hace un par de semanas en Netflix.