Caminar es muy saludable, pero si lo hacemos descalzos es mejor.
Antiguamente, todos los aspectos de la vida estaban relacionados con los elementos de la naturaleza y el contacto con ellos resultaba primordial… La tierra, el aire, el sol y el agua eran consideradas fuentes de bienestar, de las cuales el ser humano podía captar energía vital. En los últimos años, el andar descalzo ha ganado el interés de la ciencia y la comunidad médica quienes han prestado atención a lo que culturas como la China que por siglos; conocen los beneficios que existe entre la interacción del hombre y las energías de su entorno.
En los últimos años se ha avanzado mucho en analizar científicamente teorías como la propuesta por el libro: Earthing" el más importante descubrimiento sobre la salud que sostiene que muchos de los males modernos pueden mitigarse conectándonos literalmente a la tierra.
Recientes estudios demuestran los excelentes beneficios para la salud al caminar descalzos y la relación que existe entre nuestros cuerpos y los electrones en la tierra, la cual tiene una enorme carga energética. Esta conexión se realiza de manera más efectiva cuando estamos en contacto directo con el piso.
Para obtener mejores beneficios de caminar descalzo es recomendable caminar sobre tierra, césped o arena (o andar descalzo sobre cualquier superficie natural).
La planta del pie es la zona donde hay mayor cantidad de terminaciones nerviosas que ayudan a estimular nuestros órganos, ya que tiene comunicación con el resto del organismo. Al caminar descalzos estamos haciendo contacto con los electrones que hay en la tierra, proporcionándonos ventajas o beneficios para que el organismo siga trabajando correctamente. Podemos conectar cualquier parte de nuestra piel con la Tierra, pero la zona de nuestro cuerpo que se conecta más profundamente es la de la planta del pie.
Debido a que la Tierra tiene carga negativa, al tocar el suelo directamente con nuestros pies nos estamos conectando con una fuente de energía que es absorbida y distribuida a todo el cuerpo. Estos electrones son probablemente los antioxidantes más potentes que conocemos y que actúan como anti inflamatorios pero sin los efectos secundarios que tienen los medicamentos. Otra investigación particularmente convincente, publicada en la Revista de Medicina Alternativa y Complementaria, demostró que andar descalzo aumenta la carga de los glóbulos rojos. Como resultado: las células se reactivan, aumentando nuestras defensas naturales al reforzar nuestro sistema inmunológico.
El caminar descalzo nos permite también mejorar la estabilidad emocional y mejora la circulación sanguínea, pero si se realiza sobre superficies húmedas como hierbas, arena de mar o de arroyos, el efecto se amplifica. También se puede hacer en superficies lizas y porosas o también es excelente hacerlo en las arenas del desierto.
Cuando se hace contacto con la tierra, los glóbulos rojos obtienen una mayor carga en su superficie, lo cual hace que se separen unos de otros, provocando que la sangre fluya fácilmente, baje la presión sanguínea y tengamos mayor oxigenación en cada célula del cuerpo. En cualquier lugar que se esté formando un radical libre, los neutralizará bloqueando el posible daño o conexiones cruzadas de proteínas que son algunas de las causas del envejecimiento prematuro.
Estos son algunos de los beneficios de caminar descalzos:
1. Es una forma de curación.
Andar descalzo tiene más beneficios de los imaginados. Desde el punto de vista emocional, regula los niveles de energía y alivia los síntomas de decaimiento físico. Alivia el estrés y la ansiedad ya que al estar rodeado de naturaleza, el contacto con la tierra nivela nuestro ritmo interior. También ayuda a aliviar los síntomas de la depresión y los estados de ánimos bajos. Caminar descalzo se convierte en algo más que un ejercicio; es una forma de curación y sustituirlo por un estado de ánimo mucho más positivo y sanador.
Desde el punto de vista médico, produce alivio para los dolores musculares y articulares. Alivia síntomas de artritis reumatoidea, previene la inflamación y mejora ostensiblemente los problemas relacionados a la distensión abdominal. Mejora la actividad del sistema inmune, los niveles de glucosa en personas con diabetes y los trastornos del sueño. Como ir sin zapatos fortalece los pies y mejora la circulación sanguínea, ayuda a mantener el correcto flujo de sangre hacia las extremidades.
2. Deja respirar, ensancharse y funcionar correctamente a tus pies.
De esta forma, caminar descalzo hace que tus pies puedan por fin sentirse a sus anchas, y digo a sus anchas, porque verdaderamente prácticamente ningún calzado dara a los pies todo el espacio que estos necesitan.
Además, los materiales utilizados en los calzados modernos hacen que los pies aumenten su futura acción de forma que proliferan problemas como las micosis o infecciones. Otros problemas típicos derivados del uso del calzado, son la aparición de uñas encarnadas y ciertos tipos de durezas y callosidades. Y por supuesto, todo esto, sin nombrar los efectos negativos que tienen para los pies y para el resto del organismo ciertos calzados devastadores como son los tacones, los calzados de plataforma, o los tantas veces alabados calzados con cámara de aire.
3. Alivia los dolores de espalda.Si nos acostumbramos a movernos con los pies desnudos, nuestro cerebro recibe más información sobre las posturas inadecuadas que adoptamos, y así le resulta más fácil corregirlas; eso se traduce en un alivio inmediato de las molestias cervicales y dorsales. Además, cuando estamos calzados, conviene utilizar plantillas especiales que estimulen determinados puntos del pie, indica el podólogo.
4. Reduce la rigidez de cuello y las cefaleas.
Según un estudio del médico japonés Kioichi Nakagawa, prescindir del calzado contrarresta el síndrome de deficiencia de campos magnéticos que sufrimos quienes vivimos y trabajamos en las ciudades, y que provoca rigidez de cuello, mareos, visión borrosa y jaquecas.
5. Activa la circulación y previene las varices.
Cuando paseamos con los zapatos puestos, la compresión que se ejerce sobre las plantas de los pies es incompleta y se desaprovecha parte de la capacidad que tienen para impulsar la sangre en su camino de regreso al corazón. Sin embargo, al andar descalzos (especialmente, por la orilla del mar), toda la superficie de las plantas entra en contacto con el suelo, lo que favorece el retorno de la circulación venosa.
6. Estimula los órganos.
Neurológicamente, el pie está conectado, mediante una serie de vías nerviosas, con todos los sistemas del cuerpo; cuanto más las activemos, tanto andando como utilizando técnicas de reflexología, mejor estimularemos el correcto funcionamiento de nuestros órganos.
7. Impide la proliferación de hongos y bacterias.
Cuando mantenemos el pie sudoroso dentro de un zapato, sobre todo en verano, hongos y bacterias se reproducen sin cesar. Si lo descalzamos, la curación será mucho más rápida, Eso sí: hay que prestar especial atención para evitar que la piel se reseque demasiado, por lo que debes hidratarla más que de costumbre.
8. Combate el estrés.
La estimulación de las terminaciones nerviosas del pie que se produce cuando andamos descalzos desencadena automáticamente un efecto relajante, del que se beneficia todo nuestro cuerpo, explica la vocal del Colegio de Podólogos de Madrid.
9. Aumenta las sensaciones.
Nuestra mente conoce el estado del organismo gracias a una serie de receptores que le proporcionan información permanente sobre qué hace y donde está cada uno de los componentes de nuestro cuerpo, y muchos de estos están en las plantas de los pies. Al caminar descalzos, mejoramos esta capacidad para detectar sensaciones y enviarlas al cerebro, que ante cualquier problema podrá actuar con herramientas más precisas para resolverlo
Otros beneficios son:
Mejora la calidad del sueño.
Disminuye el dolor y la inflamación.
Fortalece el sistema inmunológico.
Reduce ansiedad y estrés.
Regula los síntomas gastrointestinales.
Incrementa las funciones cardiovasculares.
Incrementa los niveles de energía.
Balancea los ciclos hormonales.
Incrementa notablemente la recuperación en lesiones deportivas.
Reduce los efectos del jet lag.
Estimula la circulación sanguínea permitiendo una mayor oxigenación.
Facilita la eliminación de grasas y toxinas en el organismo.
reduce la depresión y la neurosis ya que fortifica el sistema nervioso.
Ayuda a las piernas a tener más fuerza y resistencia venosa, además de que previene varices debido a una buena repartición de nutrientes en el cuerpo.
Al andar descalzo también presionas zonas en la planta de tus pies y estimulas los órganos conectados con estas terminaciones, de esta manera ayudas a un mejor funcionamiento y también a sanar enfermedades producidas por la obstrucción de canales energéticos llamados meridianos.
Otros de los beneficios de caminar descalzo es el mejoramiento de nuestra postura, por lo tanto: el caminar descalzo reduce los dolores de espalda, nos alinea la columna vertebral y nos libera el estrés debido a las sensaciones obtenidas.
Te recomendamos mantener limpia tu casa para que puedas darte el gusto de caminar en ella sin accesorios, también, al menos una vez por semana, salir al río, playa, bosques o bien al jardín y caminar descalzo. Los beneficios a corto y mediano plazo se percibirán y tu salud mejorará. No olvidemos nuestra primitiva naturaleza, todo aquello que nos aleja de ella tiende a impactar en la salud.
Las personas están diseñadas para caminar sin calzado en la naturaleza.
Por ello es que se aconseja ir de vez en cuando a un parque, al campo o a la playa. Lo ideal es caminar descalzos una hora por día, si es en un entorno natural, mucho mejor. Si se vive en la ciudad, al menos hacerlo en casa. Si hace frío, unos calcetines pueden ayudar, aunque es más recomendable andar sin nada que nos pueda presionar o no permitir que los dedos o tobillos se muevan libremente, pisar una alfombra puede ayudar.
Otros beneficios de caminar descalzo:
Ayuda a aliviar los síntomas de la artritis reumatoide y la osteoporosis.
Mejora los niveles de glucosa en personas con diabetes junto a una correcta alimentación.
Caminar descalzo es un tratamiento muy efectivo para aliviar los síntomas de la depresión y los estados de ánimo bajos.
Caminar descalzo mejorara la respiración
Mientras caminamos, nuestra respiración comienza a sincronizar con nuestro movimiento. Experimentamos una sensación de expansión y libertad. Caminar descalzo se convierte en algo más que un ejercicio; se convierte en una forma de curación, la eliminación de nuestro estrés y su sustitución por un estado de ánimo mucho más positivo y sanador. Comienza hoy mismo a probar los beneficios de caminar descalzo
Caminar descalzo por algunas horas al día en una superficie limpia como es el interior de nuestra casa o nuestro patio tiene beneficios para la piel, nos ayuda a descansar de los zapatos ajustados y los tacones en el caso de las mujeres. Si caminamos en la arena fina, estaremos masajeando los pies, relajando los músculos y también liberándonos de impurezas. ¡Es como si fuéramos a un centro de belleza y aprovecháramos las ventajas de la exfoliación!
En el caso de los bebés, es mejor que caminen descalzos que con zapatos porque desarrollarán mejor la conexión neuronal motora, se ubicarán mejor en el ambiente y podrán tener más seguridad. Y para los ancianos, también es bueno para poder eliminar la tensión muscular de estar mucho tiempo sentados o acostados.
Al quitarnos los zapatos y hacer contacto con otras superficies como el césped o la arena, estimulamos nuestros puntos de energía.
Más beneficios de andar descalzo
Permite corregir los desequilibrios en los movimientos y fortalece músculos y huesos de los pies y los tobillos, logrando una mayor integración del organismo.
Da fuerza en los músculos de las caderas y las piernas, mejorando el equilibrio y la forma de andar, más ágilmente.
Ejerce una menor torsión articular al correr, por lo cual ayuda a los deportistas en sus performances. Además, las fuerzas de rotación de las tres articulaciones incluidas en el mecanismo de correr son menores, evitando lesiones y tensiones en la rótula de la rodilla. Y también aumenta la fuerza de rotación interna en esta zona, mejorando el compartimento tibio-femoral.
Hace que tengamos una pisada diferente, más amortiguada que cuando usamos calzado, por ende nos cansamos menos y evitamos sobrecargas en algunos músculos. El pie se apoya en el talón en lugar de en la punta de los dedos. El impacto del peso del cuerpo está más repartido y se evitan lesiones. Esto es muy bueno para las mujeres que usan tacones muy altos.
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