Aah....el amor, il amore, l´amour, love, love, love...all you need is love. Sí, querido lector, necesitamos el amor, tanto como el amor nos necesita a nosotros...Porque para pelearse, jugar online o amar, al menos hacen falta dos personas. El amor...cuando lo buscas nunca lo encuentras, y cuando dices "paso" te toca al portero automático durante una tarde de lluvia...
Chico conoce chica, chica conoce chico, se enamoran, discuten, se enamoran de nuevo, hacen el amor, al día siguiente chica lleva al chico el desayuno a la cama con tan solo la camisa de él puesta, y encuentra al chico ante el espejo probándose su lencería negra mas fina...y se pelean de nuevo, claro. ¿Y como sabemos todo esto? Ah, amigo mio. ¡Pues por el cine!
El cine, esa pantalla donde el amor se nos presenta vestido de drama, tragedia y por supuesto de comedia. He de reconocer que soy un romántico empedernido. Disfruto de una buena comedia romántica como el que más. Reí con Meg Ryan oyendo como fingía un orgasmo en una cafetería ante a un Billy Crystal boquiabierto. El pecho se me partió escuchando a Julia Roberts decirle a Hugh Grant que tan solo era una chica pidiéndole a un chico que la quisiera. También se humedecieron mis ojos oyendo ese "Con el hola me tenías" de Renee Zellweger a Tom Cruise tras oír su interminable discurso al final de "Jerry Mcguire". Mi corazón quedó rendido ante esa arrolladora personalidad de Diane Keaton en "Annie Hall" y tembló como una hoja cuando en "Mejor Imposible", Hellen Hunt le pidió a Jack Nicholson que le dijera un piropo y él, un compendio de trastornos obsesivos compulsivos, le dijo: "¿Sabes por que he vuelto a tomar mi medicación? Porque tu haces que yo quiera ser mejor persona"....Ayyyyyy (suspiro)...(suspiro)...
Mi intención, querido lector, era recomendar una buena comedia romántica, aquí, en esta nuestra/vuestra casa. Misión que en un principio parecía de lo mas sencilla, pero que al final convirtió mi cabeza en un enjambre habitado por abejas celebrando una "rave" ¿Por qué? Pues naturalmente porque había que decidirse por una. Y es que "La comedia romántica" es un género que no fue creado ni por el maravilloso John Hughes ni por el infravalorado Rob Reiner. Viene de mucho mas atrás, del llamado cine "clásico", del cine en blanco y negro. Películas de George Cukor, Howard Hawks, Billy Wilder, Frank Capra e interpretadas por Cary Grant, James Stewart, Katherine Hepburn, Jack Lemmon, Shirley McLane....y más y más nombres que hacen que mi mirada se llene de la misma ilusión que la de Salvatore, el niño de "Cinema Paradiso".
Ha sido difícil, mucho. Tanto como para confesaros que hasta hace unos minutos esta entrada llevaba el título de otra película. Pero tras realizar el repaso numero mil a mi lista mental, con mi cara mirando al infinito como si me hubiera dado un mal aire, el título de esta se me ha colado dentro. He sentido un ramalazo de culpabilidad por no haber contado con ella. Una película mucho menor en comparación con los grandes clásicos que rondaban mi cerebro, pero que sin duda es uno de "mis lugares felices" del cine. Os hablo naturalmente de...
DESCALZOS POR EL PARQUE
Paul Bratter (Robert Redford) y Corie (Jane Fonda) acaban de casarse tras un corto noviazgo. Él es un joven abogado a la espera de su primer juicio, un hombre tranquilo, casero, cómodo y bastante conservador. Corie es todo lo contrario. Vivaz, "alocada" y amante de la aventura, una mujer cuya ley de vida esta implícita en la frase latina "carpe diem". Los imanes opuestos se atraen, según dicen. Y puede ser cierto. Pero tras una idílica semana sin salir de la habitación del hotel Plaza, celebrando su luna de miel... ¿que sucede si esos dos polos tan solo encuentran en Nueva York un apartamento en un quinto piso sin ascensor, y este tiene el tamaño de una caja de zapatos?
¿Y si este apartamento además cuenta con una calefacción que funciona girando la manilla al revés, un tragaluz roto por el que cae la nieve provocando que los recién casados tengan que dormir en su dormitorio minúsculo con los abrigos puestos? Pues que el mundo real comienza...y quien sabe si dos personalidades tan distintas podrán sobrevivir entre cuatro paredes que serian perfectas para una pareja de hamsters...
Pero un momento...A este cóctel de escaleras interminables, calefacción caprichosa y habitaciones pequeñas hay que ponerle una sombrillita y una guinda...Y estas son respectivamente el vecino del ático, Victor Velasco (Charles Boyer), un sesentón vividor, conocido como el Barba Azul del edificio con un carácter similar al de Corie, y la madre de esta, Ethel Banks (Mildred Natwick), una maravillosa guinda cuya actitud ante la vida es la misma que la de su recién estrenado yerno Paul. ¿Que pude salir mal en este combinado?
Ethel (Mildred Natwick) y Victor Velasco (Charles Boyer)
Gene Sacks dirige esta comedia escrita por el mas prolífico de los autores teatrales de Broadway, Neil Simon, el cual también ejerce como guionista de la película. Un año mas tarde, en 1968, volverían a unir sus "fuerzas" para llevar al cine, la que es una mis comedias de cabecera, la incombustible "La extraña pareja" con Jack Lemmon Y Walter Matthau.
Centrándonos de nuevo en el nidito de amor de nuestros recién casados, Paul y Corie, Neil Simon nos presenta una comedia romántica basada en el "y después...¿que?" ¿Que le sucede a las parejas cuando llega el momento de la convivencia, y sus verdaderos yo, comienzan a florecer? En el caso de Paul y Corie, no podríamos culpar a la monotonía de todo lo que va a suceder bajo ese tragaluz roto, pues llevan muy poco tiempo viviendo como marido y mujer...Las diferencias que antes eran vistas como una respetable parte de la personalidad de cada uno de ellos...se está volviendo un problema, y no solo por la incomodidad de su nuevo hogar. Poco ayudará la presencia y actitud del aventurero Victor y la tranquila madre de Corie, Ethel y sus pastillas de color rosa.
En cuanto a las interpretaciones, Jane Fonda está perfecta y guapísima aunque "su madre", Mildred Natwick, me parece sin duda lo mejor de la película. Es divertidísima dentro de su carácter conservador y reservado. Además protagoniza varias de mis escenas favoritas (Impagable cuando sube por segunda vez los cinto tramos de escalera para asistir a la cena organizada por Victor).
Charles Boyer cumple bien en su papel de gran vividor venido a menos. Ver a Robert Redford en un papel que se aleja muchísimo de aquellos a los que tiene acostumbrados es maravilloso, aunque a veces se le ve algo forzado, y no hay demasiada química entre ambos protagonistas, lo cual podría bien ser intencionado. Pero nada de esto es obstáculo para disfrutar de una comedia, a la que si yo fuera una dama inglesa que habita en una bonita casa de la campiña calificaría como "DELICIOSA" (y luego me mostraría algo molesta por ciertas referencias...sexuales). Claro, pero eso seria si yo fuera una vieja dama inglesa, que no lo soy...por suerte.
No perdáis la oportunidad de verla en cuanto tengáis ocasión, no os arrepentiréis.
Y en cuanto al "amore"...Siempre he pensado que en las relaciones de pareja nos convertimos el uno al otro en una balanza, y sobre ella, en los platillos, vamos colocando lo bueno y lo malo que encontramos en esa persona a la que le hemos entregado nuestro corazón. Si la bandeja de las cosas buenas pesa más...perfecto. Si lo hacen las malas...uyuyuy...cuidado. Pero es que el problema viene realmente cuando nos dedicamos a contemplar de manera "continuada e indiscriminada" la bandeja de los defectos aunque el de las virtudes pese tanto que casi esté tocando el suelo. La perfección no existe, ni siquiera en el amor, pero el equilibrio SI existe..
Imagino que así debería ser el amor, equilibrado.....
Pero eso nunca pasará...afortunadamente...
No mientras existamos aquellos que preferimos...caminar descalzos por el parque
Norberto Piñar
@Ikarubi