Otoño de 1592. El joven Michelangelo Merisi da Caravaggio llega a Roma con la intención de convertirse en el mayor pintor de toda Italia. Las sombras y los colores de una ciudad que se debate entre la grandeza y la decadencia, y los personajes que en ella moran, inspiran las obras del maestro de la luz y la tiniebla.
Pendenciero, amigo de maleantes y prostitutas, el artista busca sus modelos entre los proscritos, mientras sus trabajos son admirados por la nobleza y el clero.
"El pincel y la espada" es el primer tomo de un total de dos que compondrán esta obra.
Milo Manara nos presenta un díptico consagrado a la figura del genial Caravaggio. A la altura de sus mejores trabajos y en plena forma, el autor vuelve a demostrarnos por qué sigue siendo uno de los grandes nombres del noveno arte.