Que la factoría Marvel/Disney ha encontrado una fuente de importantes ingresos en las adaptaciones de superhéroes a la gran pantalla, a estas alturas, con mayor o menor recaudación, según el caso, es un hecho irrefutable. Y no lo va a dejar perder hasta agotar la fórmula. Un camino que se antoja lejano. En Civil War, la tercera aventura del Capitán América, la unión de personajes le otorgaba un aire muy propio de Los Vengadores, fórmula que funcionó a la perfección en taquilla en ambas entregas y no dudo que lo hará en la próxima que ya está en camino.
Sin desviarnos más del tema, en Civil War, uno de los personajes secundarios más interesantes -con perdón del teen Spiderman interpretado por Andrew Garfield- fue el personaje de Black Panther, que ya apuntaba maneras para tener su propia película, fue la introducción del personaje de Black Phanter. El director de la muy notable Creed (séptima entrega de la saga Rocky), Ryan Coogler, nos ofrece en Black Panther una continuación del personaje que amplia los orígenes y costumbres de su tribu en Wakanda.
“Black Panther" cuenta la historia de TChalla quien, después de los acontecimientos de "Capitán América: Civil War", vuelve a casa, a la nación de Wakanda, aislada y muy avanzada tecnológicamente, para ser proclamado Rey. Pero la reaparición de un viejo enemigo pone a prueba el temple de TChalla como Rey y Black Panther ya que se ve arrastrado a un conflicto que pone en peligro todo el destino de Wakanda y del mundo.
Es cierto que la historia se sitúa justo después de los acontecimientos, sin embargo, en la medida de lo posible que me permite mi escasa memoria, hay un par de detalles que no me terminaron de encajar cronológicamente en esta nueva aventura del traje hecho con Vibranium. Aunque es perdonable. Que la película cuenta con un diseño de producción muy notable es indiscutible. Se nota a leguas que en este apartado no han escatimado ni un solo dólar y que los han invertido con gran acierto y gran rendimiento en el apartado visual para que el espectador se vea inmerso en los confines tecnológicos de Wakanda.
Por el contrario, el guión co-escrito por Coogler junto a Joe Robert Cole tiene puntos mejorables. La historia entretiene lo suficiente, pero el tono de drama telenovelesco con rencillas familiares de por medio para intentar dar consistencia al argumento, resta empaque en algunos puntos de la historia a un film que de otra forma podría haber quedado reforzado por si mismo sin demasiado esfuerzo.
Chadwick Boseman se enfunda el traje una vez más con cierta naturalidad. Sin llegar al nivel de Iron Man o Capitán América que ya se han hecho con la riendas de su personaje en sus respectivas películas y crossovers con otros superhéroes, Boseman parece nacido para interpretar a Black Phanter. Por otro lado, Coogler recurre al actor que dió vida al hijo de Apollo Creed, Michael B. Jordan para el papel antagonista de Black Phanter, resta decir que no es el villano más impactante de los últimos tiempos, pero sí lo suficientemente solvente en un film ideado para el público en general, menos el infantil, claro.
Caras como Lupita Nyongo (12 años de esclavitud), Martin Freeman (El Hobbit) o Andy Serkis (Lord of the Rings) completan un reparto que sin llegar a ser memorable, le dan algo de consistencia a una historia, que como he dicho, es mejorable.
En cuanto a la banda sonora, por primera vez, Marvel se desmarca de lo habitual y ha hecho los deberes sin copiar ni recurrir a partituras de archivo. Desde luego que el resultado no es mi estilo, pero he de reconocer que goza de cierta originalidad. Compuesto por Ludwig Göransson (Déjame Salir) y con la ayuda de temas de artistas varios, se nos regalan los oídos con un soundtrack bastante más personal de lo habitual. A medio camino entre los ritmos tribales y el hip-hop, quizás no sea del gusto colectivo, pero no se puede negar que la originalidad ha priorizado por encima de lo convencional.
A mí, me ha parecido una película con muy buen diseño de producción, que a pesar de la cantidad de recursos digitales que utiliza, está bastante bien integrado. Wakanda es un mundo muy colorido que en términos generales está iluminada bastante bien en la mayoría de las secuencias. Lástima que la historia no acaba de ser todo lo compacta que personalmente esperaba.