Biarritz es una ciudad donde el lujo convive con la sencillez, y es que puedes encontrarte preciosos locales donde un café cuesta 5 euros, y al lado tomarte el café en otro local mucho mas sencillo por 1,40 euros, así que como no, os aconsejo echar un vistazo a la carta de restaurantes etc para no llevaros una sorpresa. Por lo demás, en cuanto a entradas a museos, etc, sus precios son normales o por lo menos muy parecidos a los que tenemos por Bilbao.
8 planes geniales si vas con tus hijos a Biarritz.
1- Museo de Chocolate
El Museo del chocolate: hará que nuestro paladar se endulce y a los niños les va a encantar, aunque ya no estoy muy segura de si esta visita gusta mas a los adultos o a los pequeños jeje, El caso es que tienes varias opciones para realizar, bien la visita al museo, a la tienda o también existe la posibilidad, reservando antes, de realizar diferentes talleres tanto para adultos como para pequeños.
Tarifas:
adulto 6,50 euros
niños de mas de 5 años son 5 euros
niños menores de 4 años es gratuito
Horarios: varía mucho dependiendo de la temporada, horario vacacional de los niños, verano etc, así que lo mejor es llamar (¡ojo! el domingo está cerrado)
2- Precioso paseo junto al mar
Si algo hay en Biarritz, es la posibilidad de poder pasear con los pequeños, tenemos diferentes opciones:
- Roca de la Virgen: hay un puente que cruza sobre el agua y atraviesa una roca, desde allí, está una de las vistas mas bonitas de la ciudad.
Evidentemente, éste es gratis, aquí normalmente si el agua está agitada, rompen las olas con fuerza, así que el paseo se hace mas divertido con los niños ¡A ver quien se moja antes!, también es posible encontrarse con diferentes artistas, pintores, músicos. ¡Me encanta esta zona!
Aquí de repente no puedo evitar hacer una de las mías, así que animo a los pequeños a hacer un concurso de jumps, no importa quien gane, lo importante es participar ¡Nos lo pasamos pipa!
- Paseo por el parque ajardinado: saliendo de la zona de este puente, puedes volver andando al centro de la ciudad, atravesando una gran zona ajardinada que va bordeando también el mar y llega al puerto de los pescadores.
- Paseo desde el Hôtel du Palais, hasta llegar al faro: es otro precioso paseo, donde en vez de ver el mar, éste es sustituido por grandes y burguesas mansiones, además de multitud de balnearios.
- Paseo entre calles y tiendas: otra de las paradas obligadas, y es que no puedes irte de Biarritz sin cotillear sus escaparates, sencillos y lujosos, hay de todo.
3- Puerto de los pescadores
Es la zona donde vivían los pescadores antiguamente, y donde hoy, encontrarás variedad de restaurantes con pescado y marisco fresco, pero a mí lo que mas me gusta de la zona, son sus pintorescas casitas de colores y tocar la pequeña campana de una de ellas.
4- Museo del mar
Situado junto a la Roca de la Virgen es un Aquarium, donde encontrarás, tiburones, focas, tortugas, pero lo mas divertido es que se les da a los niños la oportunidad de darles de comer a las focas. ¡Imagínate que ilusión les va a hacer! eso, si, que no se te olviden unas toallítas húmedas.
5- Carrusel
Cómo no, como en casi todas las ciudades francesas, el carrusel es un icono obligatorio donde lógicamente dedicaremos unos minutos para los pequeños.
6- Crepes
Estar en Francia, es sinónimo de deliciosas crepes y ricos croissants, algo que a los niños les encanta, y bueno, también a los adultos, ¡no nos vamos a engañar! ¡Me encantan!
7- Faro
Desde el Faro, situado en la otra punta, encontrarás una preciosa panorámica de la ciudad, un pequeño local donde poder tomarte algo, y la posibilidad también de poder subir al faro, y poder ver desde allí, un Biarritz desde las alturas, nada mas y nada menos que a 74 metros, pero para conseguirlo, antes tendrás que subir 248 escalones. ¿Te atreves a subir con tus pequeños?
8- Observar, aunque sea por fuera, del majestuoso Gran Hôtel du Palais, quizás algún día me dé el presupuesto para alojarme aunque sea una noche, pero de momento, lo que hacemos es imaginarnos como sería por dentro. Este precioso hotel, fue mandado construir por la mujer de Napolen III, ya que ésta se enamoro de las playas del lugar y quiso construir allí mismo su residencia palaciega, transformada hoy en día en un Lujoso Hôtel.
9- Sensación de turista: y es que tener la oportunidad de cambiar en un par de horas a otro país aunque sea solo para pasar un día, me hace sentir que estoy de vacaciones con la familia y desconecto totalmente del mundo, cambio mi chip, además de poder practicar mi francés, algo muy importante para mí.
Así que como en todos los destinos, el truco cuando vas con niños pequeños es combinar el día intentando conocer el lugar, pero dedicando pequeños espacios y momentos exclusivos para los pequeños, y como ves, Biarritz te lo pone muy fácil.