Abro los ojos. ¿Es de mañana? No. Todo está oscuro allá afuera. Ventana cerrada. Puerta cerrada. ¿O estará abierta? Me levanto y me acerco a ella?
¡Bump! ¡Bump!
Escucho que suena mientras intento abrirla, pero no puedo? comienzo a dar vueltas alrededor del cuarto y me desespero.
- ¡Abre la puerta! ¡Abre la puerta! ¡¡¡ABRELA!!!
La puerta se abre y aparece la misma chica de ayer.
- Ahora mismo te vas a dormir. ?dice casi al mismo tiempo que la cierra sin dejarme responder.
Al rato, me recuesto de nuevo sobre la cama y cierro los ojos.
Abro los ojos. ¿Es de mañana? Sí. Hay luz allá afuera. Ventana abierta. Puerta abierta. ¡Puerta abierta! Pero? ¿Quién será esa chica que se para en ella y me habla con voz fuerte?
- Hoy, hay escuela así que párate, cámbiate y ponte los zapatos. ?me dice rápidamente. Deja una muda de ropa y unas medias en el borde de la mesa. Me levanto y me desvisto para vestirme con esa ropa que yo no elegí.
Ahora estoy parado frente al lavatorio del baño que he usado constantemente en estos últimos días y noto el color plomo en las paredes, un plomo que me gusta. ¿Me gusta?? ¿Y quién es ese chico que veo todas las mañanas en el baño frente a mí? ¿Quién es?
- ¡Bien! ?exclama la chica con ese tono de voz fuerte-. Terminaste de lavarte la cara y los dientes, ahora bajaremos a desayunar con tus compañeros y luego a la escuela. ¿Me has entendido?
Bajamos uno, dos, tres, cuatro? diez escalones. Me siento a la mesa, hay más chicos y un plato frente a mí. ¿Cereales? Pero, si yo pedí hamburguesa. ¿Por qué me dan esto? Yo pedí hamburguesa, ¡¡¡HAMBURGUESA!!!
- Es de mañana. ?dice la otra chica, esa que vi la semana pasada-. Come los cereales y bebe el vaso de jugo en silencio que ya la movilidad viene por ti.
Ahora estoy en la entrada de la casa. ¿Mi casa? Y veo llegar al auto que me levará a dónde? a la escuela. Pero no subo solo: hay otros dos chicos que suben conmigo y se sientan a mi lado. Son los dos que se sientan también conmigo a la mesa y a quienes veo en casa con frecuencia. Me miran, los miro, pero no nos decimos nada. Aquí no sé lo que pasa, grito.
No golpear, soy buen chico, no golpeo, me porto bien, no golpeo, me quedo callado, no golpeo, no hablo, ¡Suelten mis manos que no gritaré más! Lo prometo? no gritaré más?
Estoy en un cuarto encerrado, pero este cuarto lo conozco, lo visito cada mañana. Me río, pero lo visito solo? estoy solo, ¿No es cierto?
¡Bump! ¡Bump!
Me duele el lado derecho de la cabeza, ¿Por qué? Ah, sí, la golpeé contra la pared, pero nadie viene a verme? nadie?
Ahora estoy en el auto otra vez con los dos mismos chicos de la mañana. Me duelen las muñecas y tengo unas manchas moradas en ellas, ¿Por qué? No lo recuerdo.
- ¿Qué hora es? ?le pregunto al conductor.
- La hora de regresar a casa. ?me responde-. Pero no me vuelvas a preguntar otra vez, que ya es la quinta vez que lo haces. ?se nota en sus palabras una dosis de enfado.
Llegamos y se abren las rejas verdes del jardín. Salgo del auto y camino por el césped verde. También verde. Miro hacia arriba, el cielo nublado.
- ¿Qué significa eso?
- Camina rápido. Si no, puede que la lluvia nos agarre aquí afuera. ?alguien me dice mientras me toma de la mano suavemente.
¿A qué se refiere con que nos agarre? ¿La lluvia tiene manos?
Entro a casa y con esa misma chica subo las escaleras y entro al baño.
- Ya sabes, Lior, ahora debes bañarte. Siempre después de la escuela lo haces, no te preocupes que lo haremos rápido. ?me dice.
Yo empiezo a llorar. No, no quiero, tengo miedo? «No tengas miedo» -me dice sonriendo y me pregunta si es que recuerdo su nombre, le digo que sí, que se llama Anna, y ella me dice que yo me llamo Lior y que me quiere mucho y que por eso está allí. ¿Allí? ¿Allí, dónde?
Me empiezo a desnudar, tengo miedo, no quiero, ¡¡¡NO QUIERO!!! Grito y la golpeo con mis dos manos que las tengo sobre ella, moviéndose sin parar. Ella trata de detenerme pero soy más fuerte, más delgado pero más fuerte, luego llegan otras personas y me tumban al suelo, me tumban, ¿Por qué? No me quiero bañar, no quiero, ¡¡¡NO QUIERO!!! Comienzo otra vez a gritar, ellas están sobre mi espalda y no entiendo, les pregunto: ¿Golpeé a Anna? Golpeé a Anna. No golpear, soy buen chico, no golpeo, me porto bien, no golpeo, me quedo callado, no golpeo, no hablo, ¡Suelten mis manos que no gritaré más! Lo prometo? no gritaré más. No me sueltan y tampoco me responden? después me piden que cuente hasta treinta, entonces cuento. Solo quiero pararme y bañarme, en serio. ¡Cuenta! ?me dicen y lo hago.
Ahora estoy sentado a la mesa otra vez. Las luces están encendidas.
- Uno, dos, tres, come Lior, que la sopa se te enfría.
- Yo quiero a Anna. ?le digo-. ¿Dónde está?
- Afuera. ?me responde.
Yo volteo y la veo sentada en el patio, fumando un cigarrillo. Cuando entra, la miro pero ella no, no me habla, no me mira, ¿Fue porque le pegué? ¿Realmente le pegué?
- Anna, quiero más ensalada.
Ella me sonríe y le dice a uno de los chicos que está sentado a mi lado que me sirva un poco, pero éste no quiere. Ella le pide por segunda vez y el otro no hace nada.
- ¿Por qué no me quiere dar ensalada, Anna?
- ¿Por qué no quieres servirle? ?le pregunta Anna a este chico que nunca me habla.
- Es que me da miedo.
- ¿Quién te da miedo? ?pregunta Anna-. ¿Lior, te da miedo?
- Sí, Lior. ?responde con una voz un poco sorda.
- ¿Por qué? ?pregunta la otra chica.
- Porque es autista.
Autista, esa palabra la he escuchado antes?
- ¿Quién es autista, Anna? ?le pregunto-. ¿Yo, soy autista?
Anna mira a la otra chica pero no me dicen nada.
- Todos aquí somos autistas. ?respondió, finalmente, aquél chico.
Si, esa palabra la he escuchado antes, en casa, mamá siempre lloraba y la repetía, y papá, mudo, nunca dijo nada. Seguía comiendo sentado a la mesa e intentando que yo hiciera lo mismo?
Ya estoy en la cama otra vez, Anna me tapa con la colcha, me da un beso en la frente y me dice que me ha perdonado por lo que pasó en el baño.
- ¿Qué pasó? ?le pregunto.
- Nada, mi Lili(*). ?me responde-. Te quiero, duerme? -sale del cuarto, cierra la puerta y yo cierro los ojos.
Abro los ojos. ¿Es de mañana? No. Todo está oscuro allá afuera. Ventana cerrada. Puerta cerrada. ¿O estará abierta? Me levanto y me acerco a ella?
¡Bump! ¡Bump!
Escucho que suena mientras intento abrirla, pero no puedo? comienzo a dar vueltas alrededor del cuarto y me desespero.
- ¡Abre la puerta! ¡Abre la puerta! ¡¡¡ABRELA!!!
Jana Winkelstein Neiman
Rishon Leitzon ? Israel
Nota *: Nombre de cariño con que le llama a Lior